El 11 de agosto renueva su dirigencia
El 11 de agosto renueva su dirigenciaJun 19, 2019por: Gilberto MolinaCompartir:
El PRI se enfila hacia una elección interna en la que está en juego no sólo su futuro en la geografía electoral, sino su supervivencia como político.
Será la segunda ocasión en la historia en que el priismo elija a su dirigencia por el voto directo de la militancia, luego de que en 2002 compitieran Roberto Madrazo y Beatriz Paredes. Madrazo resultó ganador en la elección para presidente y Elba Esther Gordillo lo acompañó en la Secretaría General.
El reto, de acuerdo con su actual presidenta nacional, Claudia Ruiz Massieu, es que el PRI asuma una verdadera “cultura democrática”.
Una tarea complicada cuando antes de que se entregue la constancia a los candidatos, el 25 de junio, ya se han cruzado acusaciones entre quienes aspiran al puesto, incluida la denuncia de una supuesta injerencia del expresidente Enrique Peña, así como el incumplimiento de la dirigencia de respetar el padrón interno, aprobado por el INE en enero.
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¿Quiénes aspiran a revivir al dinosaurio?
Son cinco los precandidatos que han levantado la mano para contender por la presidencia del PRI en el periodo 2019-2023:
– Ivonne Ortega Pacheco. La respalda la llamada Corriente Crítica del PRI. Fue secretaria general de ese partido (2012 a 2015) y gobernadora de Yucatán (2007 a 2012); es sobrina del exmandatario de esa entidad, Víctor Cervera Pacheco.
– Lorena Piñón Rivera. La respaldan militantes de su natal Veracruz. Fue delegada de la Secretaría de Relaciones Exteriores y secretaria general del PRI en ese estado.
– Alejandro Moreno Cárdenas, “Amlito”. Es gobernador en funciones de Campeche. Ha ocupado cargos en la dirigencia del PRI, fue diputado federal y senador. Le han manifestado su apoyo los gobernadores del tricolor.
– Ulises Ruiz Ortiz. Lo respalda la corriente priista Democracia Interna. Fue mandatario estatal de Oaxaca de 2004 a 2010. En su administración se desató el conflicto con la Asociación Popular de Pueblos de Oaxaca (APPO), que derivó en un desalojo violento del centro de la capital, donde murieron tres personas y hubo decenas de lesionados.
– José Ramón Martel López. Es un empresario y político de San Luis Potosí, avalado por los delegados del PRI para contender como “ciudadano simpatizante”. Fue asesor del candidato presidencial, José Antonio Meade, y ha sido diputado federal.
De acuerdo con las reglas aprobadas, las candidatas y los candidatos tienen un tope de gastos de campaña de 4.2 millones de pesos.
Hasta el 19 de junio, José Narro Robles formaba parte de esta lista de precandidatos, luego de anunciar a través de Facebook, su renuncia a la contienda y al PRI, donde militó 46 años. Fue rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) de 2007 a 2015. Antes fue subsecretario de Gobernación y de 2016 a 2018 se desempeñó como secretario de Salud.
Emilio Gamboa y Manlio Fabio Beltrones, integrantes de la llamada “nomenclatura” priista, respaldaban a Narro Robles en la carrera por la dirigencia del tricolor.
¿El favorito de Peña y de AMLO?
El 12 de junio, Ivonne Ortega arremetió en su cuenta de Twitter contra Claudia Ruiz Massieu por ceder, dijo, ante las presiones de quienes llevaron a la derrota al PRI el pasado 2 de julio de 2018.
Directamente acusó al expresidente Peña Nieto de querer seguir al mando del tricolor a través de Alejandro Moreno, uno de sus incondicionales.
En la misma línea, el exrector de la UNAM, José Narro, llamó a evitar la “la simulación más grande en la historia del partido”, ya que de manera exprés se pretende incorporar a más de 654 mil personas como nuevos militantes. La mayoría de ellos proceden de Coahuila, CDMX, Oaxaca, Michoacán y, por supuesto, Campeche.
A Moreno Cárdenas también se la ha vinculado con el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero él lo ha negado de manera categórica.
El pasado 31 de mayo, Ivonne Ortega, José Narro, Ulises Ruiz y José Ramón Martel se habrían reunido en la Ciudad de México para conformar un “bloque opositor” a la figura de Moreno, según reveló El Universal. La consigna de este encuentro sería no al “dedazo”..
¿Un partido en ruinas?
Para costear la elección interna, el PRI tuvo que hipotecar el edificio de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) que se ubica en la colonia Tabacalera, por el cual recibió 100 millones de pesos, medida urgente luego de que le fuera negado un préstamo.
Su situación financiera y política es complicada. El 2 de julio de 2018, el PRI perdió la Presidencia y dos gubernaturas (Jalisco y Yucatán), pero aún conserva 12 gobiernos estatales y casi 600 alcaldías en todo el país.
Ante este escenario, el partido tiene las siguientes alternativas de cara a futuros procesos electorales:
– Mantenerse como tercera fuerza política, detrás de Morena y del PAN.
– Convertirse en un partido “satélite”, a la caza de alianzas.
– Caer a una cuarta posición en el mapa electoral país.
– Recuperar posiciones ante el desgaste de Morena y del PAN.
¿El PRI podrá recuperar la simpatía de la ciudadanía, quien lo abandonó en 2018?
