Quetzia llamó a su papá para avisarle que iría a comer con algunos amigos después de clases –estudia Derecho en la UNAM. Esa fue la última vez que supieron de ella.
Amparo, su madre, teme por su hija. Tenía seis meses de haber terminado una relación en donde sufría violencia psicológica con un joven de nombre Mauricio. “Le encontré mensajes en los que él le hablaba con insultos y le pedía que le compartiera su ubicación en tiempo real”, relata a Cuestione.
Cuando llegaron al ministerio público para denunciar su desaparición, nadie les habló del Protocolo Alba, un mecanismo que garantiza la búsqueda inmediata de la mujer, reportada como desaparecida –sin restricción de edad como la Alerta Ambar, que es solo para menores de edad.
El Protocolo Alba entró en vigor en noviembre de 2018, pero en estos 15 meses no se ha activado ni una sola vez por la Fiscalía de Justicia de la Ciudad de México, según constató Cuestione, vía transparencia, a pesar que tan solo en los primeros seis meses del 2019, se han reportado 927 mujeres desaparecidas, de acuerdo con registros del Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio (OCNF).
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¿Qué es el Protocolo Alba?
En México hay 61 mil 637 personas desaparecidas, de las cuales el 74% son hombres y el 26% mujeres, de acuerdo con el Informe de fosas clandestinas y registro nacional de personas desaparecidas o no localizadas.
El Protocolo Alba fue creado para que las autoridades inicien la búsqueda inmediata de mujeres y niñas que se reporten desaparecidas, sin necesidad de esperar 72 horas, como sucedía antes de que se creara la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas, Desaparición Cometida por Particulares y del Sistema Nacional de Búsqueda de Personas.
Además, no es necesario ser familiar para realizar la denuncia y no importa si la persona desaparecida se comunica, pues “la investigación no termina hasta que la incertidumbre de sus familiares por saber sobre su paradero concluya”, explica la abogada del Observatorio de Feminicidios Miriam Pascual, en entrevista con Cuestione.
El Protocolo Alba busca fortalecer los mecanismos de búsqueda inmediata y localización de la mujer o niña desaparecida, y consta de tres etapas:
- Reporte
Este se lleva a cabo en el Ministerio Público o en la Unidad de Búsqueda Inmediata, tiene una duración de 24 horas.
- Operación Alba
Se establecen enlaces en los que los tres niveles de Estado colaboran para la búsqueda de la persona desaparecida. Tiene una duración de 72 horas (96 horas si se consideran las primeras 24 horas del punto 1).
- Investigación de hechos
El Ministerio Público analiza las acciones realizadas hasta el momento y continuará con la presunción de la existencia de un delito y su investigación.
- Localización de la mujer, niña o niño.
Dependiendo de la situación de la persona desaparecida, hay diferentes protocolos que se siguen.
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“El el Protocolo Alba o Naranja es importante porque es un protocolo de búsqueda con perspectiva de género. El trabajo de estos protocolos es buscar a las personas, independientemente de si hay algún delito vinculado a su desaparición, que es uno de los pretextos que ponen para no iniciar la investigación inmediatamente”, explica Pascual.
Cuando se activa el protocolo Alba se deja de lado el criterio de sólo implementarlo cuando se considere de alto riesgo, pues toda desaparición podría serlo. Además, con ello se eliminan los prejuicios que existen respecto a la desaparición de mujeres y el tiempo de espera para iniciar la búsqueda. La activación también se extiende por todo el territorio nacional.
“Nadie debería estar preparado para que un familiar desaparezca y nadie lo está, ese es el problema. Las autoridades obstaculizan la localización y también el que las personas puedan coadyuvar con la investigación”, dice Pascual, quien estuvo detrás de la instrumentación del Protocolo Alba en Jalisco.
El no utilizar estas herramientas para la localización de mujeres y niñas es una muestra más de la negligencia de las autoridades respecto a la seguridad de las mujeres. La violencia en contra de las mujeres va en aumento, cada vez más cruel, y las autoridades están lejos echar mano de las herramientas técnicas y legales que tienen a la mano para salvaguardar la vida de las mujeres.
