EPN y Calderón tiraron 27 mil mdp a un pozo de gas que no produjo nada
En 2007, México parecía haber descubierto a la nueva gallina de los huevos de oro: un yacimiento de gas natural, rico en recursos. ¿El obstáculo? Estaba a mil metros de profundidad en el Golfo de México.
El campo fue bautizado como Lakach y con su explotación se buscaba reducir las importaciones de gas. Se estimaba que aportaría “6% a la producción nacional”, de acuerdo con el Análisis Costo-Beneficio Proyecto Integral Lakach –elaborado en 2013 y publicada en Cartera de Inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público–, pero eso jamás sucedió.
Lo que en un inicio parecía una mina de oro en el mar, a 46 kilómetros de la costa de Veracruz, se convirtió en un hoyo negro que devoró 27 mil millones de pesos y no ha producido una sola partícula de gas.
“El campo nunca debió ser desarrollado, por la marginalidad de sus indicadores económicos”, dice a Cuestione, una fuente al interior de Pemex que pide reservar su identidad.
¿Por qué es grave?
Lakach fue, sin duda, uno de los peores negocios gubernamentales, que arrancó Felipe Calderón y continuó Enrique Peña Nieto, aunque así lo advirtió desde el principio el “Dictamen del Proyecto de Explotación Lakach”, elaborado por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), en abril de 2012, al que Cuestione tuvo acceso.
“(El proyecto) que Pemex envió no contiene el nivel de madurez dentro de la fase de diseño para un proyecto de aguas profundas ni cubre los elementos suficientes para el otorgamiento de recursos financieros para su ejecución”, advierte la CNH.
Una de las razones que la CNH consideró para calificar como “no favorable” a Lakach fue el alto precio de venta del gas extraído que entonces estimaba Pemex y en el que se basaba para hacer sus prospecciones, así como para garantizar la rentabilidad del proyecto.
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Pemex estimó un precio de 5.93 dólares por millar de pie cúbico, a pesar de que las agencias internacionales preveían un decremento en el precio del gas natural, el cual llegaría hasta 2.5 dólares, dice la CNH en el dictamen. El tiempo le dio la razón a la CNH.
“Pemex siempre intenta tomarle el pelo a las autoridades (para hacer aprobar sus proyectos)”, advierte Gonzalo Monroy, consultor y experto en Energía. Sin embargo, agrega, que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público haya aprobado los recursos para Lakach, con todas las deficiencias económicas mostradas en los estudios, “es inconcebible”.
La caída del precio del gas, a partir del segundo semestre de 2008, no detuvo la inversión en Lakach. Todo lo contrario, se incrementó. Pemex continuó invirtiendo, hasta meter en un pozo sin fondo 27 mil millones de pesos, dinero que, en su lugar, pudo haber ayudado a ir a la escuela a siete millones de niños en situación de rezago social.
En realidad, advierte Monroy, el proyecto de Lakach era tan inviable que “nunca debió haber salido del escritorio de la gente de evaluación de proyectos”.
Y siguen…
Lejos de cerrar la llave de los recursos por completo, el Presupuesto de Egresos 2019 de Andrés Manuel López Obrador reservó una partida de mil 378 millones de pesos para Lakach.
Aunque Monroy estima que este presupuesto podría ser destinado para la contención y cierre del proyecto (lo que significaría que incluso la cancelación saldría cara), Pemex no respondió a la solicitud de entrevista de Cuestione para aclarar este punto.
El gas natural es un combustible utilizado tanto en el hogar como en el área industrial, mucho menos contaminante que el resto de los combustibles fósiles. Sin embargo, su bajo precio ha llevado a que México reduzca su producción.
Producción histórica de gas:
Así, un campo que empezaría a producir en 2014 y del cual se recuperaría su inversión en ocho años, terminó en quebranto al país.
¿Qué sigue?
De cumplirse la proyección de Monroy, muy pronto podríamos estar viendo el cierre oficial y definitivo de Lakach, ¿habremos aprendido algo de esta experiencia?
