“Con esta reforma buscamos que el litio sea clave en la transición energética para tener energías más limpias. Las plantas de CFE podrán usar pilas hechas de litio en vez de combustolio (sic.) o gas. #Debate”, tuiteó la diputada federal Selene Ávila de Morena el 15 de abril, en el marco de la discusión de la Reforma Eléctrica que fue rechazada dos días después en la Cámara de Diputados.
El tuit de la diputada ejemplifica algunas de las confusiones que se han generado a partir de la discusión de la Reforma Eléctrica que tuvo lugar la semana pasada.
También muestran algunos equívocos resultado la de la nacionalización del litio que ocurrió este lunes con las reformas a la Ley Minera.
Un especialista en energías alternativas (que prefirió guardar el anonimato), nos dijo que la primera parte de la frase de la diputada es engañosa, pues el litio ya juega un papel clave en la transición energética independientemente de si es gestionado por el Estado o por particulares.
Por lo anterior, para el experto no importaba si se aprobaba o no la Reforma Eléctrica propuesta por el Ejecutivo o la nacionalización de la exploración y explotación del litio que ocurrió con los cambios en la Ley Minera.
El verdadero valor añadido, más que este mineral como materia prima, es la tecnología que tienen las baterías y su proceso de producción, nos dijo.
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Y es que el litio se utiliza para construir millones de baterías en todo el mundo para teléfonos celulares, computadoras personales, coches eléctricos, entre otras. Pero no para generar electricidad.
Alejandro Montufar Helú, CEO de Petrointelligence, una consultoría en información energética, nos explicó que con las cosas como están, ahora la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es la que carga las baterías con la electricidad que genera y no al revés, por lo que pensar en usar el litio en lugar del combustóleo o el gas no tiene sentido.
El litio sí puede almacenar grandes cantidades de energía
Porque además, las baterías de litio se usan en las energías alternativas para almacenar la energía intermitente, cuando los picos de generación no coinciden con los picos de demanda, añadió el especialista que prefirió el anonimato.
“Por ejemplo, las plantas de energía solar generan la electricidad cuando hay sol y la mayor demanda de esa energía es cuando el sol ya se metió, entre las siete de la tarde y las diez de la noche, entonces tiene mucho sentido almacenar esa energía para usarla cuando más se requiere”, añadió el especialista.
“Pero eso no tiene mucho sentido en las plantas de fósiles porque en muchas de ellas se puede ajustar la operación a los picos de demanda”, concluyó.
Dándole el beneficio de la duda a la diputada Ávila, podríamos pensar que en su tuit se saltó algunas partes del argumento y se refirió a que si la CFE puede transicionar a la generación de energías renovables, entonces sí tendría sentido que utilizara baterías de litio para almacenar la energía.
De hecho, esto es algo que ya empezó a hacer Tesla, la compañía de Elon Musk, en alianza con la empresa francesa Neoen, quienes han producido baterías gigantes de litio en diversas partes del mundo.
Una de las más grandes se encuentra en Australia: la Victorian Big Battery que tiene la capacidad para almacenar energía para un millón de viviendas durante media hora.
Estas baterías todavía están lejos de resolver los problemas de intermitencia durante periodos prolongados para grandes ciudades (la Ciudad de México tiene 2,750,000 viviendas y el estado de Jalisco 2,330,000, por ejemplo).
Sin embargo, dichas baterías sí sirven para estabilizar las fluctuaciones de la red y podrían, en un futuro no muy lejano, ser una opción para resolver ese problema que es uno de los principales impedimentos para usar energía producida por fuentes renovables.
Por todo lo anterior se puede decir que lo que tuiteó la diputada Selene Ávila es: engañoso.
