“Pero resulta que lo propusimos (a Pedro Salmerón) para embajador en Panamá y, como si fuese la Santa Inquisición, la ministra o canciller de Panamá se inconformó, que porque estaban en desacuerdo en el ITAM. Ya les vamos a dar a conocer el documento que envió, que la vez pasada no lo conocía, pero ahora ya lo tengo, y que nos pedía que no enviáramos la solicitud de beneplácito”, dijo el presidente Andrés Manuel López Obrador durante la conferencia de prensa mañanera del 1 de febrero de 2022.
El asunto de la embajada de México en Panamá ha ido escalando de tono. Después de que Erika Mouynes, la canciller de aquel país, anunció que ya habían comunicado su postura a la cancillería mexicana sobre la propuesta de nombrar a Pedro Salmerón como embajador, el presidente López Obrador utilizó el micrófono de sus conferencias mañaneras para criticar la decisión con información falsa.
Además de que el presidente mexicano comparó la decisión del gobierno panameño con las de la Santa Inquisición (las instituciones que usaba la iglesia católica para intentar acabar con la herejía), también se refirió a las denuncias contra Pedro Salmeron como una “campaña de linchamiento”.
Y terminó diciendo que presentarían una nueva propuesta para ver si ahora sí la acepta el gobierno de Panamá. “Bueno, vamos a presentar una propuesta, a ver si la acepta el gobierno de Panamá. No creo que el presidente de Panamá esté enterado, yo creo que esto tiene que ver más con la canciller”.
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Un día después propuso a Jesusa Rodríguez a quien también anunció sin respetar el protocolo establecido en la Convención de Viena que obliga a los países a hacer públicos los nombramientos una vez que el país anfitrión otorgue el beneplácito.
La defensa machista de Pedro Salmerón
Las declaraciones del presidente mexicano han recibido fuertes críticas desde diferentes frentes. Distintas voces han expresado que lo que dijo López Obrador es un ejemplo típico de conducta machista.
En su participación en la Mesa de Periodistas de la cadena de televisión tvn Noticias, Sabrina Bacal, periodista de aquel país explicó por qué los dichos del presidente mexicano lo dibujan como un “machista de libro de texto”.
Bacal argumenta que cuando el presidente dice que las denuncias de mujeres acosadas por un profesor tienen que ser probadas ante los tribunales se pone del lado del victimario, no de las víctimas.
Además, cuando compara las denuncias con una campaña de linchamiento intenta quitarle valor a lo que vivieron decenas de mujeres, como si sus exigencias fueran parte de una misión orquestada en lugar de tratarse de una serie de quejas legítimas de quienes sufrieron abusos por parte de Salmerón.
Al comparar lo que hizo Panamá con los juicios de la Santa Inquisición trata de quitarle legitimidad y de mostrar la decisión como arbitraria, en lugar de aceptar que aquel país prefirió no tener a un presunto acosador como representante de México.
Por último, Bacal explica que cuando López Obrador dice que “no cree que el presidente de Panamá esté enterado”, asume que la canciller por ser mujer no puede tomar una decisión profesional sobre lo que le conviene a su país y por tanto, intenta desacreditar esa decisión.
Parecería obvio que las mujeres no denuncian legalmente porque tenemos un sistema judicial que las revictimiza cuando acusan violencia de género y, sin embargo, el presidente no parece conocer este problema y prefiere defender a su compañero de partido que ponerse en los zapatos de las mujeres violentadas.
Por todo lo anterior, además de que queda claro que las declaraciones del presidente fueron profundamente machistas, también terminan dando una visión errónea de la realidad, por lo que pueden considerarse falsas.
