Manipular la historia: el peligro de cambiar por ideología los libros de texto

Compartir:

La manipulación de la historia del país en los libros de texto gratuitos tiene consecuencias peligrosas, como es la polarización de las nuevas generaciones desde su educación básica, ya que se deja una visión maniquea de “buenos contra malos”. 

En abril, la Secretaría de Educación Pública (SEP) informó que 1,882 personas crearon en cinco días los contenidos de los libros de texto gratuito que serán entregados en el ciclo escolar que iniciaría cuatro meses después. 

El cambio se dio, según dijo el presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, porque las anteriores administraciones habían eliminado el civismo y la ética por lo que con el triunfo de su movimiento “va pa’tras ahora”.

Para saber más: La polarización no es exclusiva de México: estos líderes mundiales la han aprovechado

En el presente ciclo escolar los libros de texto gratuitos seguirán con los contenidos aprobados en el 2011. Entre los cambios que fueron anunciados en el Programa Institucional la de Comisión Nacional de Libros de Texto Gratuitos (Conaliteg) en los textos que serán entregados después del ciclo 2021-2022, la SEP explica: 

“Se vislumbra la posibilidad de cambios importantes en los contenidos, tales como temas relativos a conocimientos de ciencias, deporte y difusión de valores. Es de esperarse, en consecuencia, que en los próximos años se defina un nuevo catálogo de libros de texto y otros materiales educativos”, resume el periódico El Sol de México al respecto. 

“Toda la historia que se nos enseña tiene una carga ideológica, pero el riesgo mayor, cuando empiezan a manipular desde la historia es que se van a cargar los dados. Ya no hablamos de datos, sino de narrativas ideológicas”, nos dijo Felipe Gaytán, investigador y académico de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad La Salle.

Y dichas narrativas, de acuerdo con el especialista, tienen un sello en particular: alaban a unos personajes y desprestigian a otros, lo que impide tener una visión equilibrada o un juicio objetivo en términos de historia, que es con lo que tendrán que lidiar las futuras generaciones de mexicanas y mexicanos. 

Gaytán nos explicó que cuando se enseña historia en la escuela, no solamente es para conocer los hechos del pasado, sino que también tiene que ver con una construcción de identidad.

Para Francisco Javier Jiménez Ruiz, politólogo y académico de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, esta construcción de identidad es lo que contribuye a la formación de una nación, de unión entre los habitantes de un país. 

El promover una visión maniquea de la historia provoca la radicalización fenómeno que, como documentamos en esta nota, al darse en el interior de una sociedad, termina con fracturas a nivel nacional que pueden llevar a enfrentamientos. 

“La educación tiene una finalidad fundamental. No solo es adquirir o desarrollar capacidades habilidades y conocimientos, es formación de ciudadanía, es esta idea de identificarnos con ciertos símbolos y con una historia en común”, agregó Felipe Gaytán.

No es la primera vez

El motivo por el que los libros de historia se cambian tanto a lo largo de los años y a través de todos los gobiernos en México, de acuerdo con Felipe Gaytán, es porque tratan de incluir su propia ideología y por supuesto, también quedar plasmados en la historia. 

“Te pongo un ejemplo, después de la Revolución Mexicana, por allá de los años 30 no se podía hablar de Porfirio Díaz. Porfirio Díaz era el malo. Y en los años 90, Carlos Salinas de Gortari quiso hacer una modificación de la historia”, nos comentó el sociólogo.

El trabajo se lo encargó a Héctor Aguilar Camín y a otros historiadores para que hiciera una revisión de la historia con el fin de modificar los contenidos.

El cambio en los libros de historia y cómo se cuenta ésta no es nuevo. Como reproduce el periódico Siglo de Torreón, la doctora en pedagogía e investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), Susana Quintanilla -quien colaboró en los rediseños de los libros de texto gratuitos entre 1970 y 1993-, explica que estos grandes cambios se han dado en especial en los libros de Historia de México y de Ciencias Naturales, debido a los contenidos de sexualidad.

“Los libros de texto siempre están sujetos a revisión e implican todo un debate, pero debe ser un debate técnico-pedagógico, no tiene por qué ser un debate político-ideológico”, advierte.

La experta detalló que los escritores y diplomáticos mexicanos Martín Luis Guzmán y Jaime Torres Bodet reconocieron tres etapas históricas en México: la Independencia, la Reforma y la Revolución, en la que ellos, -personajes de inicios de 1900-, se asumían como (parte de) “La Revolución”.

“Ahora lo que se puede inferir del discurso de López Obrador es que será la cuarta etapa, con exactamente la misma visión, una visión nacionalista revolucionaria pero muy conservadora”, dijo la investigadora. 

De acuerdo con Felipe Gaytán, investigador de La Salle, otro ejemplo es cuando a partir del gobierno de Vicente Fox y Felipe Calderón, se incluyeron episodios más cercanos como los de 1968, a lo que ellos llamaban “la historia no contada”. 

¿Hay una alternativa para que los actuales estudiantes de nivel básico en México no crezcan con una visión polarizada de la historia?

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.