Sin prestaciones y en situación vulnerable
A más de 160 días de haber sido confirmado el primer caso de COVID-19, la crisis sanitaria y económica que trajeron consigo las medidas de distanciamiento social sigue golpeando a la sociedad mexicana.
Pero a pesar de que México ocupa la tercera posición a nivel global por muertes acumuladas a causa de COVID-19, solo por detrás de Estados Unidos y Brasil, la realidad económica ya obligó a millones de mexicanos a salir a las calles a trabajar o buscar empleo.
Y eso no solo es evidente al observar las calles con más tránsito de personas o vehículos, las cifras oficiales también muestran que más gente reportó haber regresado a trabajar.
Mientras que en abril las cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) mostraron que cerca de 20 millones de personas habían perdido su empleo – -8 millones de forma temporal y 12 de manera definitiva-, para junio se registró una recuperación de casi 11 millones que reportaron haber vuelto a trabajar, ya sea porque habían sido despedidos o porque laboraron menos tiempo (estuvieron subempleados).
Sin embargo, en entrevista con Cuestione, Ana Bertha Gutiérrez -economista y coordinadora de México, ¿cómo vamos?– advierte que “más de la mitad de la población ocupada del país está trabajando en el sector informal”, es decir, “no tiene un vínculo laboral reconocido ante la ley, acceso a pensiones o prestaciones”.
Aunque considera que esta es una buena noticia, porque significa que hubo una recuperación en el mercado laboral mexicano, resalta que “también debe ser prioridad que los empleos a los que están regresando sean buenos empleos con derechos laborales, para no tener a millones en una situación de vulnerabilidad”.
Por ese motivo realizamos un análisis de las cifras del mercado laboral por sector y por sexo, para observar cómo ha evolucionado esta recuperación.
¿Qué explica esta recuperación?
Para la coordinadora del observatorio económico México, ¿cómo vamos?, “esta recuperación se está dando por inercia”.
La investigadora explica que lo que ha sucedido es que “ya están reabriendo muchas actividades que estaban consideradas como no esenciales y que se habían detenido a partir de las medidas de contención de la pandemia”.
Y detalla que si se quiere incrementar esta recuperación, se necesitaría que el gobierno “despliegue un mayor sistema de apoyos para las empresas y empleadores del país”, lo cual permitiría a los empleadores formales contratar a más personas.
Mientras el tiempo pasa y la posibilidad de que el gobierno adopte una postura así es cada vez más remota, la informalidad está siendo la vía para salir adelante de la crisis para la mayoría de las y los mexicanos.
Informalidad: la forma rápida para salir de la crisis de millones de familias
De acuerdo con los datos del Inegi, dos de cada tres de los empleos recuperados en junio se dieron en el sector informal, lo que muestra la magnitud de la informalidad en el mercado laboral mexicano y cómo ésta se está convirtiendo en un salvavidas para millones de familias.
Sin embargo, el impacto no fue el mismo entre hombres y mujeres, ya que haciendo el análisis por sexo se puede observar que 60.5% de los empleos informales recuperados hasta junio, los concentraron los hombres. Es decir, tres de cada cinco empleos informales.
El resto de los empleos recuperados (39.5%) lo concentraron las mujeres que, de abril a junio, aumentaron la fuerza laboral informal femenina en 2.8 millones de puestos de trabajo.
Para más información sobre este tema, te recomendamos: Trabajadores recurren a la informalidad para enfrentar la crisis económica
Leve recuperación del empleo formal
Ana Bertha Gutiérrez explica que, a diferencia de las cifras de empleo formal del IMSS, “la ETOE lo que muestra es una imagen mucho más comprehensiva de todo el mercado laboral de México al tomar en cuenta tanto empleo formal e informal”.
Además, menciona que esta encuesta “considera otros empleos formales que no toma en cuenta el IMSS, como lo son los trabajadores del Estado, PEMEX, fuerzas armadas o trabajadores independientes”, lo que explica las diferencias entre lo observado en el IMSS y lo que registra el Inegi.
Al hacer el análisis de las personas que declararon haber trabajado al menos una hora en un empleo en el sector formal, diferenciando por sexo, se observa que en este sector las mujeres se vieron más beneficiadas en la recuperación de empleos, aunque fue una distribución más pareja: 52% de los empleos lo concentraron ellas y 48% los hombres.
Gutiérrez explica que los pronósticos para la segunda mitad del año solo se han hecho sobre las cifras de empleo del IMSS y menciona que “la mayoría de las organizaciones espera que al cierre del año haya una pérdida de un millón de empleos formales”.
Sin embargo, la inacción del gobierno para apoyar al sector empresarial podría seguir generando que la informalidad siga adquiriendo mayor importancia en el mercado laboral, dejando en una situación vulnerable a millones de trabajadores.
A poco más de cinco meses del inicio de la pandemia ¿el gobierno mantendrá la misma estrategia?
*Aclaración: En la presentación de resultados de la última encuesta (ETOE 2020), el Inegi especifica que estos “no son estrictamente comparables en su contextualización teórica con el diseño de la ENOE (la encuesta presencial del primer trimestre del año)”, pero aclara que la comparación entre ambas “es útil como medida de referencia”.
