Desde su campaña presidencial, Javier Milei, argentino de ultraderecha, ha sido un personaje muy controversial por sus declaraciones y planes que tiene para el país latinoamericano.
El polémico Milei asumió este domingo 10 de diciembre la presidencia de Argentina en medio de fuertes reclamos por encarrilar la economía y la promesa de traer un cambio al país. “Hoy comienza una nueva era”, dijo el recién inaugurado mandatario.
El discurso estuvo densamente cargado de comentarios pesimistas, especialmente en lo concerniente a la inseguridad y la economía, afirmando que vienen tiempos difíciles en el corto plazo y reiterando la responsabilidad de gobiernos previos por la grave situación actual del país. En Cuestione analizamos algunos de los datos que difundió Milei en su toma de protesta.
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Materia de seguridad
La seguridad se convirtió en un punto central durante la campaña electoral argentina previa a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) luego del trágico incidente en el que una niña de 11 años fue atacada por dos delincuentes y posteriormente falleció en el hospital.
La plataforma electoral de La Libertad Avanza dedicó la sección más extensa a abordar esta problemática. Milei propuso explorar la reducción en la edad de imputabilidad, restringir la entrada al país de personas con historial delictivo, y flexibilizar las regulaciones en el mercado de armas de fuego, aunque durante la campaña este último punto generó controversia y el candidato ha ajustado su postura.
Asimismo, plantea fortalecer, capacitar y proveer tecnología a las fuerzas de seguridad para restaurar su “autoridad profesional y moral”, y adoptar una postura de “tolerancia cero” frente a la delincuencia. Para fortalecer alguna de estas propuestas, decidió incluir un par de frases en su discurso de toma de protesta.
“Nuestros desafíos no terminan solamente en el plano económico. El nivel de deterioro de nuestro país es tal que abarca todas las esferas de la vida en comunidad. En materia de seguridad, Argentina se ha convertido en un baño de sangre”, dijo.
Según los datos de 2022 proporcionados por la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Delito, Argentina registró una tasa de 4,3 homicidios por cada 100.000 habitantes, considerablemente menor que la mayoría de los países de América Latina. Por ejemplo, en Brasil la tasa fue de 21,3, en Chile de 6,7 y en Uruguay de 11,2 homicidios por cada 100,000 habitantes. Esta afirmación es falsa.
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Educación
Una de las cifras más escandalosas que mencionó fueron en materia de educación. El presidente afirmó:
“Para que tengan en cuenta el deterioro que vivimos, sólo el 16% de los chicos se reciben [gradúan] en tiempo y forma en la escuela, sólo 16 de cada 100, el 84% no termina la escuela en tiempo y forma”.
Esta afirmación es engañosa. Según el medio argentino Chequeando, “de acuerdo con un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, ‘sólo 13 de cada 100 estudiantes finaliza sus estudios en un plazo de 12 años, sin abandonar ni repetir, y con conocimientos satisfactorios en Lengua y Matemática’. El dato surge de un análisis en base al Relevamiento Anual del Ministerio de Educación de la Nación y las pruebas Aprender 2022”.
Parecería que lo que dice Milei es verdad, pero quienes terminan la escuela “a tiempo” en 11 años que dura la educación básica (el tiempo estipulado en el calendario), son 52% de los alumnos, en un país con una tasa de escolaridad primaria entre las más altas del mundo. Del resto, la mitad (cerca de 25% del total) completa la secundaria más tarde, según el cómputo de 2020.
Para reducir el 52% al 16% la porción de quienes “terminan la escuela en tiempo y forma”, tal como Milei se permitió decir frente a sus votantes, las cámaras legislativas y mandatarios extranjeros, mezcló un análisis sobre los conocimientos mínimos de comprensión de textos y matemáticas que esa ONG consideró mensurables, entre muchas metodologías que arrojan otros resultados.
