“No somos iguales. Durante los gobiernos neoliberales, las pensiones jugosas eran para los expresidentes, para los altos funcionarios públicos. Ahora, las pensiones son para todos los adultos mayores del país, los ancianos respetables. Aquí están conmigo, porque ellos mandan, en Palacio Nacional”, dice el presidente López Obrador en uno de los mensajes relacionados con su 4o Informe de Gobierno.
En el video, se ven personas adultas mayores sentadas en una mesa en Palacio Nacional y al presidente López Obrador en primer plano, supuestamente hablando con ellas.
Sin embargo, el video tiene un problema de entrada: la imagen del presidente está superpuesta y no parece estar en la misma sala que las demás personas.
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Entonces, es falso lo que dice el presidente: “aquí están conmigo porque ellos mandan” cuando en realidad ni siquiera están en el mismo espacio.
Pero además, lo que dice el presidente López Obrador es falso y, encima, representa un serio problema para las finanzas públicas del país.
A pesar de que sí se eliminaron las pensiones para los expresidentes, las pensiones para los altos funcionarios públicos siguen costándonos millones de pesos a través del presupuesto.
De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) -una organización que busca democratizar la toma de decisiones en economía y finanzas públicas-, el gasto total en pensiones durante 2022 es de casi $1.5 billones de pesos, lo que equivale a 5.1% del Producto Interno Bruto y es mayor que todo lo que el gobierno cobrará de Impuesto al Valor Agregado (IVA) este año (poco más de $1.2 billones de pesos).
Aunque el presupuesto de la Pensión del Bienestar para Adultos Mayores (del que habla López Obrador en el spot) ha crecido sostenidamente durante los últimos años, apenas representa el 16.7% de todo el presupuesto para pensiones.
Las instituciones que más recursos reciben para este rubro son el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), con 44.6% y el ISSSTE con 19.5%.
Los montos de las pensiones para los altos funcionarios siguen siendo multimillonarios
Por ejemplo, según una investigación del Centro de Estudios Espinosa Yglesias -una asociación civil que busca favorecer la movilidad social y el bienestar socioeconómico en México- “la pensión promedio que reciben los aproximadamente 50,000 jubilados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) es de $66,000 pesos mensuales”.
El monto que gastará la CFE en pensiones durante 2022 será de casi $50,000 millones de pesos ($48,831 millones de pesos), un monto superior en $1,250 millones de pesos al gasto en proyectos de inversión de esta empresa en el mismo periodo.
Otro ejemplo es el del Banco de México. Un reportaje del medio FrojiMX encontró que algunos de sus ex funcionarios reciben una pensión mensual mucho más alta que el salario del presidente López Obrador.
El pago de la pensión de Agustín Carstens, Guillermo Ortíz y Miguel Mancera le habrá costado a la institución poco más de $17,000,000 entre 2021 y 2022.
Estos son solo algunos ejemplos de cómo las pensiones para altos funcionarios no son algo que se quedó en el pasado “neoliberal”, sino que siguen siendo parte del presupuesto público y por tanto costándonos a todas y todos los mexicanos.
Y algo similar pasa en instituciones como Pemex, la Suprema Corte de Justicia, Nacional Financiera y otras donde los altos funcionarios reciben pensiones millonarias.
Por todo lo anterior, se puede concluir que lo que dice el presidente López Obrador en un mensaje del 4o Informe de Gobierno es falso.
