¿Se podrá revertir el rezago educativo en el último año de gobierno de AMLO?

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Revertir el severo rezago educativo, implementar de manera eficiente el presupuesto de la SEP, recuperar las escuelas de tiempo completo, y dotar de calidad a los libros de texto son algunos de los desafíos que tiene el gobierno federal -a menos de un año de que concluya el sexenio-, para mejorar la enseñanza en el país.

Diversos analistas publicaron en días recientes que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador será recordado -entre otras cosas- por ser un “sexenio perdido” para la educación en México.

“El país ha tenido retrocesos muy importantes… en lugar de universalizar las escuelas de tiempo completo y avanzar hacia un programa universal e integral de garantía del derecho a la alimentación de la niñez mexicana, esta administración decidió cancelarlo”, escribió en un artículo de opinión el investigador de la UNAM Saúl Arellano.

Por su parte, Patricia Vázquez, presidenta de la organización civil Mexicanos Primero, advirtió que el ciclo escolar 2023-2024 no solo representa un desafío para la recuperación de aprendizajes, “sino también un abandono crítico de las condiciones de infraestructura educativa”.

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En el inicio del último año de gobierno de López Obrador, la especialista propuso una agenda educativa “que vea más allá de las transferencias y prioridades políticas, garantizando una escuela segura y digna como un derecho inalienable para las generaciones presentes y futuras”.

Retrocesos en lugar de avances

Entre las “ocurrencias presidenciales” en el sector educativo, el ex secretario de Hacienda Carlos Urzúa afirmó que el caso “más paradigmático” fue la cancelación del Programa de Escuelas de Tiempo Completo, el cual en su último año benefició a más de tres millones y medio de niños, la mayoría de zonas marginadas del país.

“Se les ofrecía a los niños más desfavorecidos horas adicionales de escuela, no solo para recibir una mejor educación, sino también para que consumieran al mediodía alimentos calientes y para que sus padres tuvieran una mayor flexibilidad laboral. El programa fue tan apreciado en el mundo que el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia lo tomó como modelo”, recordó Urzúa, quien fue el primer titular de Hacienda en el actual sexenio.

En lugar de las escuelas de tiempo completoprosiguió el ex funcionario– el presidente creó el programa LEEN (La Escuela Es Nuestra), “mediante el cual el gobierno da efectivo a las juntas de padres de familia para, supuestamente, mejorar la infraestructura de las escuelas públicas”. 

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“Sobra añadir que ya desde su primer año, la Auditoría Superior de la Federación detectó faltantes de cientos de millones de pesos debido a esa gran idea. Bueno, pero es que los niños no votan y sus papás sí”, ironizó Urzúa.

Otro grave retroceso ocurrido este año en materia educativa –como te contamos en esta nota– fueron los pésimos resultados de la prueba del Programa Internacional para la Evaluación de los Estudiantes (PISA, por sus siglas en inglés), que ubicaron a México en el sitio 51 en Matemáticas, Lectura y Ciencias entre los 81 países participantes de la medición.

Ante los resultados, el gobierno federal respondió a las críticas con evasivas y no asumió su responsabilidad sobre la calidad de la enseñanza en el nivel básico. Y es que según la prueba PISA 2022, dos de cada tres estudiantes en México no alcanzan el nivel básico de aprendizaje en Matemáticas, por lo que hubo un retroceso a niveles similares a los de 2003.

Mientras que en Comprensión Lectora, México se situó como el tercer país con los peores resultados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), y en Ciencia tuvimos los peores resultados.

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Sin rumbo, los libros de texto

Finalmente, la situación de los libros de texto gratuito ha sido otro de los escándalos que marcan a la actual administración por su deficiencia en el impulso a una educación de calidad, sobre todo en el nivel básico.

El ex secretario de Hacienda Carlos Urzúa también advirtió sobre “la pobrísima calidad de los nuevos libros de texto gratuitos de educación básica”. Apuntó que las publicaciones para primer año de primaria dedican solo 11 páginas al aprendizaje de las matemáticas, mientras que “en una gráfica para el quinto año, la Tierra está más alejada del Sol que Júpiter”.

En tanto, Fernando Ruiz -director de Investigación en Mexicanos Primero– señaló que más allá de los errores editoriales, los polémicos contenidos y los amparos que hubo para frenar la distribución de los libros de texto gratuitos, la situación refleja “serios problemas en la gestión educativa”.

Igualmente, el experto indicó que toda reforma educativa debe estar acompañada de los recursos necesarios para su implementación, pero -acotó- “justo ahora nos encontramos con los niveles de inversión en formación continua más bajos de este siglo ($85 pesos anuales para cada docente), y con la desaparición de los programas destinados al fortalecimiento de capacidades escolares (implementación curricular, inclusión y equidad)”.

“Estamos en crisis educativa… pero esta vez no ha sido provocada por una pandemia, sino por la ineficiencia de las autoridades educativas. Hoy no queda más que hacer un llamado a la Secretaría de Educación Pública para que realice los ajustes necesarios, al menos en el camino, que aseguren los aprendizajes de las niñas, niños y adolescentes”, concluyó Ruiz.

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