Sembrando Vida: otro programa sin perspectiva de género

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Siete de cada 10 beneficiarios son hombres en Sembrando Vida, a pesar de que el programa tiene por meta reducir la desigualdad en el campo.

Sembrando Vida es uno de los programas sociales que el presidente Andrés Manuel López Obrador creó con la finalidad de apoyar a quienes se dedican a la agricultura en el país, entregándoles cinco mil pesos mensuales. Esto, a cambio de cultivar 2.5 hectáreas con milpas, árboles frutales y, eventualmente, maderables.

Pese a que el programa dice que: “Impulsará la participación efectiva de mujeres y hombres con la intención de contribuir a cerrar brechas de desigualdad por género”, sólo 30% de los 59 mil 200 beneficiarios inscritos hasta abril son mujeres, de acuerdo con una solicitud de información contestada por la Secretaría de Bienestar.

Sembrando Vida olvida que los hombres concentran, por lo general, las actividades económicas en el campo, dejando a las mujeres relegadas a tareas del hogar, explicó Citlalli Cleto, experta en temas de género del Centro de Derechos Humanos Zeferino Ladrillero.

Así, el Gobierno federal no parece preocuparse por el artículo 36 de la Ley para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, que manda a: “Promover la participación de mujeres rurales en programas sectoriales en materia agraria”.

La falta de mujeres beneficiarias de Sembrando Vida no es igual en todos los estados. Mientras que Tabasco es el estado donde hay más porcentaje de mujeres inscritas, Yucatán es el que menos.

Entre los estados con menor participación de mujeres en el programa Sembrando Vida están:

¿Errores del pasado?

Sembrando Vida estaría replicando los errores que han cometido antes otros programas sociales, como Prospera, un combo de beneficios que en el sexenio pasado dio facilidades de salud, alimentación y educación (único beneficio vigente) a familias, dijo Zenaida Pérez, del Programa de Mujeres Indígenas de la organización feminista Género, Innovación Liderazgo: “Cuando se trata de educación, alimentación y salud, la titularidad la tienen las mujeres, entonces a quienes obligan a recibir talleres es a las mujeres. Se desdibuja el rol de la paternidad”.

Por otro lado, la actual administración ha tomado varias medidas que no favorecen a las mujeres, recordó Yndira Sandoval, cofundadora de la organización Las Constituyentes. Un ejemplo de ello fue la desaparición de las estancias infantiles, regresando las tareas del cuidado de los niños a manos de los familiares, sin pensar que afectará principalmente a las mujeres: “Es la misma política que promueve la desigualdad en términos de género y violencia, que se haga más grande la brecha salarial, y que nos sigue negando acceder como nuestro propia tierra. No habrá cuarta transformación sin despatriarcalización”.

Deuda histórica: hombres acaparan tierras

De acuerdo con el Registro Nacional Agrario, solo 26% de los  ejidatarios, posesionarios, comuneros o avecindados de tierras son mujeres. “Es un indicio de la desigualdad. Las mujeres podrán trabajar la tierra, pero no es de ellas”, dijo Cleto.

Los programas favorecen a los hombres cuando se trata de mostrar documentos de tierras, explicó Zenaida Pérez.

Este sería el caso de Sembrando Vida, que exige a los beneficiarios mostrar propiedad o posesión de las parcelas, o conseguir que el permiso del dueño, firmando un contrato con él o ella, a cambio de laborar una misma parcela hasta 2024 y pagar con 50% de la cosecha. De romperse el contrato por cualquiera de las dos partes (dueño o aparcero), la pena es de 10 mil pesos.

En caso de ser un terreno ejidal, mujeres y hombres deben conseguir el visto bueno de la Asamblea ejidal (grupo de personas que toma decisiones comunitarias). No obstante, en ocasiones, las mujeres no tienen voto en las Asambleas, por no ser dueñas de un terreno.

Las autoridades de gobierno poco hacen para cambiar los machismos en las comunidades, y no toman en serio a las mujeres cuando realizan diversos trámites en relación a tierras, dijo Pérez.

Arranque lento

“Nos propusimos a reforestar un millón de hectáreas de árboles frutales y ya comenzó esta acción. Este año se van a sembrar más de 40 mil hectáreas”, dijo López Obrador, el 1 de febrero, en el lanzamiento del programa. Hasta marzo no se había sembrado un sólo árbol, indicó la Secretaría de Bienestar Cuestione a través de transparencia, ya que los esfuerzos se concentrarse en el cultivo de plantas en viveros.

Con un presupuesto de 24 mil millones de pesos este año, el primer depósito a los beneficiarios fue hecho en febrero, en tanto los productores atienden a asambleas y capacitaciones sobre viveros, composta, sistemas agroforestales y de participación.

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