Suicidio infantil se duplicó en 14 años, ¿cuáles son las causas?

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“Háganme un bonito entierro, voy a extrañar a mis amigos”, escribía Luis, de 12 años, antes de ahorcarse con una cuerda en la azotea de su casa. “Ya sentía mucho dolor y frustración”, decía en una nota que encontraron después de encontrarlo muerto. 

En 2018, uno de cada 30 suicidios fue de niños y niñas de entre cinco y 14 años de edad. En ese mismo año, el último del que se tiene registro, 229 menores de edad decidieron terminar con su vida, casi el doble que en 2004, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) 

Sin embargo, el suicidio infantil es un tema tabú. Los padres, madres y familiares no quieren hablar o niegan lo sucedido. Por ello, prefieren decir que en lugar de suicidio se trató de un accidente. Esto se puede deber al temor a ser juzgados o, incluso, por asuntos religiosos, explicó a Cuestione el investigador del departamento de Relaciones Sociales de la UAM Xochimilco, Bruno Lutz

¿Pero qué tiene que pasar para que un niño cambie el deseo de jugar y correr por el de morir? Las causas que orillan a los menores de edad a cometer suicidio son diversas, pero suelen estar acompañadas de depresión. Sí, los niños y niñas pueden tener depresión y negarlo o minimizar sus problemas solo provoca hacerlos sentir más solos, explicó Lutz.

La depresión y ansiedad infantil son poco tomadas en cuenta, pero al igual que en los adultos, cada vez son más frecuentes. De no ser atendidos, estos trastornos pueden derivar en adiccionesdistorsiones en la conducta, pero también en suicidio, añadió el psicólogo clínico Rafael Delgado, en entrevista con Cuestione.

Además, existen factores externos, como la desintegración familiar, el incremento en la violencia y el cada vez más temprano consumo de alcohol y drogas por niños y adolescentes, explicó el Lutz.

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Impulsos mortales

Dereck, de ocho años, se colgó con una corbata en el closet de su casa. Había discutido con sus tíos porque no lo dejaron salir a jugar, así que subió a una de las habitaciones de su casa y se ahorcó.  

Fue un acto impulsivo, y esa es la diferencia entre el suicidio infantil y el adulto. Estos últimos tienden a planearlo, mientras que los niños y niñas lo hacen sin pensar y para solucionar problemas inmediatos, explicó Delgado.

“El suicidio infantil no es premeditado en la mayor parte de los casos; no hay síntomas de un intento, porque no hay planeación (…) en la generalidad, el suicidio infantil es una respuesta a eventos que les causaron frustración, o bien, que les generan enojo o tristeza”, explicó Rafael Delgado.

El arma mortal está en casa

De los suicidios registrados en 2016, ocho de cada diez fueron de varones. Aunque de los 10 a los 14 años la tendencia se invierte. El ahorcamiento, el estrangulamiento y la sofocación son los métodos más empleados de acuerdo con el INEGI

Las personas adultas que intentan quitarse la vida lo hacen para dejar de sentir dolor emocional, pero en edades más tempranas, los niños y niñas no tienen noción de que la muerte es irreversible y pueden llegar a pensar que al quitarse la vida las personas o situaciones que les causan daño cambiarán “cuando resuciten”, ello, de acuerdo con un informe de la UNICEF.

Los niños y niñas con trastornos mentales que no han sido atendidos pueden ser vulnerables al suicidio, aunque no siempre es la regla. Otros signos de alerta son el desgano y desinterés por cosas que antes llamaban su atención, también puede haber mayores niveles de enojo e irritabilidadtrastornos de sueño o cambios significativos en sus hábitos alimenticios, abundó el informe. 

Los cambios abruptos en su comportamiento, respuestas explosivas, aislamiento, e, incluso, si de pronto ya no quieren platicar con los demás, pueden ser algunos síntomas a considerar. Es importante escuchar y ver como juegan. Por ejemplo, si un niño siempre juega a que su muñeco preferido es asesinado o si en sus juegos reproduce hechos violentos, podría ser una señal de alarma, añadió el especialista. 

Aunque no se puede responsabilizar a los videojuegos de la violencia infantil, sí juegan un papel importante en el desarrollo cognitivo de los menores; de no contar con acompañamiento adulto, los niños y niñas pueden desarrollar desensibilización ante hechos violentos y disociación de la realidad al hacer ver la muerte como un proceso automático y sin consecuencias. Por eso, los padres y madres deben estar al tanto de qué juegan, por cuánto tiempo y verificar si las clasificaciones son las adecuadas para ellos, explicó Delgado

Al considerar a la infancia como un período feliz y sin preocupaciones, padres y madres dejan de advertir las señales de alarma que están ahí, en sus casas. La realidad es que el suicidio infantil es un enemigo silencioso que va en incremento. 

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