El banderazo para las corcholatas empezó con una cena cerca del Palacio.
El primero en renunciar fue Ebrard.
Seguido por Monreal.
Aunque tenemos otros datos.
Basta ver el abandono en la Ciudad de México.
El Metro peor que nunca.
La inseguridad, también.
Y como cereza en el pastel, la traición.
Traición a la ciudadanía y a su propia (y según) ideología.
Porque además, hasta prefieren a los güeritos.
Eso sí, le llegó un momento de honestidad.
En fin, llegó el día del evento oficial.
Lo que nos trajo el momento de la semana.
Junto con los memes.
Quedaron de investigarlo, pero qué importa.
Las campañas ya están aquí.
Unas más absurdas que otras.
El presidente, por cierto, ya anda en modo campaña electoral y no quiere arriesgarse a perder un puntito.
Por eso anda escondidito.
Y es que el cambio… nunca llegó.
