- Advertisement -
No solo se ha comunicado mal, la gente que rodea a López Obrador no lo ha hecho de la mejor forma tampoco. Y es que, para evitar continuar con señalamientos, recurrieron a simulaciones (o así pareció serlo) para tratar de desviar la atención sobre el problema: la imagen del presidente.
Basta ver cómo actuaron todos juntos, como un gran reloj, cada uno haciendo su parte (funcionarios, líderes de opinión, trolls, bots, etcétera) para tratar de limpiar la imagen de una persona, pero nadie haciendo nada contra el problema real.
Con una jefa de gobierno que no tiene una palabra de aliento para ellas…
Pero sí gases lacrimógenos para detenerlas.
Bueno, pues fuchi, caca.
