El estratégico “más vale pedir perdón que pedir permiso”

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El gobierno estadounidense se concentró el día de hoy en un intenso trabajo de reconciliación con su contraparte francesa. En el marco de la sesión anual de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, Joe Biden sostuvo una llamada con Emmanuel Macron con la intención de enmendar las relaciones diplomáticas entre las dos naciones. 

El presidente francés retiró a sus embajadores en los Estados Unidos y Australia tras el anuncio, el pasado 15 de septiembre, de la formación de una alianza estratégica de seguridad entre estos dos países y el Reino Unido (AUKUS). 

La alianza incluye coordinación en ciberseguridad y estrategia naval, pero también incluye el abastecimiento de tecnología (y uranio enriquecido) necesaria para que la defensa australiana cuente con submarinos de propulsión nuclear; esto significa, a su vez, deshacer un acuerdo que Australia ya sostenía con Francia para la compra de submarinos Barracuda, de propulsión convencional, por una cantidad de noventa mil millones de dólares. 

Los gobiernos estadounidense, inglés y australiano mantuvieron en secreto el lanzamiento de AUKUS y sólo lo comunicaron al gobierno francés unas horas antes de que sucediera. La señal es clara: la transformación de la política exterior estadounidense va a requerir decisiones complicadas en donde aplica el viejo dicho “más vale pedir perdón que pedir permiso”. 

Al parecer los franceses tendrán que sobrellevar el mal trago, haciendo aspavientos diplomáticos, pero abriendo las puertas a “un proceso de consultas a fondo” que comenzarán a concretarse, según el comunicado conjunto resultado de la llamada, en una reunión que los mandatarios sostendrán en Europa a finales de octubre mientras que el embajador francés en los Estados Unidos regresará la próxima semana. 

A final de cuentas, debido a sus intereses en el indo-pacífico, los franceses tendrán que mantener sus estrechos lazos de cooperación tanto con Australia como con los Estados Unidos. 

La máxima de pedir perdón en vez de permiso probablemente aplica también en el caso del discurso por videoconferencia pronunciado por Xi Jinping en la VI Cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC). 

El gobierno mexicano, aprovechando su presidencia Pro Témpore del organismo, utilizó la cumbre para intentar imprimir dinámica y tracción a la idea de que la CELAC trabaje en una integración de la región que permita sustituir a la Organización de Estados Americanos (OEA). 

Sin embargo y a pesar de la caducidad ideológica e institucional de la OEA, es muy poco probable que la CELAC la supla en el corto y mediano plazo.

Eso sí, la intervención del presidente chino señaló que la CELAC será utilizada como contrapeso a la OEA y que China seguirá jugando un papel en forma de gran “piedra en el zapato” en la hegemonía estadounidense sobre el continente. 

El gobierno de López Obrador, en manos del canciller Ebrard ha decidido jugar con fuego al intentar contrapesos geoestratégicos con las dos mayores potencias mundiales. El tiempo dirá cómo resulta.

  
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