Aspirantes y seguridad

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El tema de la seguridad ha sido y será uno de los más mencionados durante todo el proceso electoral; todos los candidatos, aunque no todos lo reconozcan, están conscientes de que es una de las grandes deudas que mantienen los diferentes niveles de gobierno desde hace varios sexenios.

Evidentemente no podemos ignorar que aunque la nota roja comenzó a acaparar las agendas de la prensa desde el sexenio de Calderón, el alcance mayúsculo que ha tenido este sexenio ha sido inimaginable. No lo digo yo, lo dicen las cifras, pero entraremos en detalle más adelante.

Claudia Sheinbaum dijo hace unos días, al presentar sus propuestas en materia de seguridad en Guadalajara, que la oposición busca regresar a la visión calderonista de la guerra contra el narco y que mejorar la seguridad no se trata de eso, sino de una visión de paz, atender las causas. La misma política de abrazos y no balazos que tiene sumido al país en una terrible impunidad, en donde las desapariciones, homicidios, cobro de derecho de piso, la infiltración de los criminales no solo en cada vez más actividades ilícitas, sino también lícitas movidas con dinero producto de las primeras, son pan de cada día, o la cada vez más evidente mano del narco en las campañas y elecciones en algunos estados. Y la lista podría ser mucho más larga.

Sheinbaum, en su discurso, mencionó lo que llamó dos brazos esenciales para, lo que aceptó será dar continuidad a la 4T:  “seguir construyendo la paz”. Uno es avanzar en la impunidad cero. Pero, ¿en serio hemos avanzado en lograr cero impunidad?

De acuerdo con datos de diversas ONG’s no es así. México Evalúa, por ejemplo, cita que en promedio general de delitos solo cuatro de cada 100 son castigados. En 2021 la media nacional en cuanto a impunidad era de 91.8% y tan solo en un año aumentó a 96.3. Mucho más grave si tomamos en cuenta que datos del INEGI revelan que solo el 92.4% de los delitos ocurridos en 2022 no fueron denunciados: la famosa cifra negra.

El otro brazo esencial que mencionó Sheinbaum fue seguir atacando las causas, seguir atendiendo a los jóvenes que dijo fueron abandonados con el neoliberalismo. Sabemos que en el gobierno de AMLO se inició el programa Jóvenes Construyendo el Futuro; pero ¿ha mejorado la situación de la juventud mexicana con ello?

Vamos a los datos: en cinco años se han invertido 91 mil millones de pesos en este programa social y justo son los jóvenes los que más han perdido empleos registrados ante el IMSS. Acción Ciudadana Contra la Pobreza señala que en los cinco años del gobierno de AMLO 3% de los jóvenes salieron de la economía formal. La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo reporta que la informalidad laboral en ese grupo de población es de 66.9%.

Son los jóvenes los que sufren mayor desempleo y si trabajan tienen los empleos peor pagados y más precarios. Es decir, no tienen prestaciones de ley como seguridad social, ni siquiera servicios de salud. Con datos nuevamente del INEGI, 56% de los jóvenes en nuestro país viven en condiciones económicas y sociales desfavorables. Son casi 18 millones de chavos viviendo o sobreviviendo así.

¿Atendiendo las causas dijo Sheinbaum? Pues en materia de empleo ya vimos que se gastó sin resultados favorables, pero si vemos en educación, de acuerdo con México cómo vamos, la cobertura de educación superior ha disminuido desde 2019.

Pero bueno, empezamos hablando de seguridad y con ella regreso: son los jóvenes el sector poblacional más afectado. Es el homicidio la principal causa de muerte entre los varones de entre 15 y 34 años.

Sé que son muchos datos, pero es importante que esté documentado: el empeoramiento de la condición de vida de los jóvenes no es mera opinión de una servidora: es una realidad.

En el proceso electoral que estamos viviendo son justo los jóvenes de 18 a 29 años el sector de la población con más electores, de acuerdo con el padrón electoral, el 27%. Su participación será decisiva en el resultado de la elección presidencial y eso lo saben muy bien los candidatos.

A ellos, a los chavos, les toca pensar muy bien su voto: de Claudia ver los datos, y de Xóchitl  revisar su promesa de un México sin miedo. Y de Álvarez Máynez exigir el cómo de sus propuestas, más allá de pensar si unos tenis fosfo de verdad pueden representar el México que su futuro merece.

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