¿Sabías que existe un día especial para celebrar a las mujeres dedicadas a la ingeniería? Pues así es, fue el 23 de junio.
Además de hacer homenaje a las mujeres destacadas en un espacio principalmente masculino, busca hacer conciencia de la importancia de la participación femenina en el desarrollo económico y por supuesto romper las brechas de género que aún existen en lo que llamamos STEM, el mundo de las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas.
Y como muestra te doy un dato: la Unesco señala que del total de estudiantes inscritos en carreras STEM, sólo el 35% son mujeres; increíblemente la razón para esta disparidad es principalmente los estereotipos y prejuicios.
¿Te suena familiar el que las niñas estudian para ser maestras, enfermeras o algún tipo de actividad relacionada con la llamada economía de cuidados?
Especialistas del tema aseguran que al momento de elegir qué estudiar, las mujeres no solían elegir este tipo de carreras porque se les excluía no solo en el mundo laboral, sino desde las escuelas, porque no se consideraba a una niña capaz de participar y mucho menos destacar entonces no se promovía entre ellas las carreras de esta área.
Y a todo esto, ¿cómo estamos en México?
La Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior reveló que de los más de 924 mil estudiantes inscritos en las ingenierías en universidades públicas o privadas solo 291 mil son mujeres, es decir el 30%.
Esto es un porcentaje más bajo que el promedio mundial. Si lo ampliamos al STEM, según datos oficiales el porcentaje es un poco mayor. Entre el 2012 y el 2021 creció a un 42% el número de mujeres profesionistas estudiando una carrera en ciencias y tecnologías. Alrededor de cuatro de cada 10. Afortunadamente hemos avanzado mucho, pero todavía nos falta un enorme camino por recorrer.
¿Quizá te preguntes por qué es importante la participación de las mujeres en el mundo STEM? Promover y trabajar por la igualdad obliga a incluirlas. Especialistas en mercados laborales aseguran que las carreras STEM “constituyen los empleos del futuro, la fuerza motriz de la innovación, del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible”.
Por eso, abrir las oportunidades a las mujeres no sólo potencia su acceso a mejores empleos y mejores salarios, sino que fomenta el desarrollo de la economía del país.
Su capacidad ha sido demostrada: ¿sabías que el precursor de lo que hoy conocemos como WIFI y también del Bluetooth fue inventado por una mujer? Fue inventado por Hedy Lamarr en los años de la Segunda Guerra Mundial.
¿Habías escuchado de Stephanie Louise Kwolek que creó una fibra más resistente que el acero y que hoy se usa para fabricar desde chalecos antibalas hasta fuselajes de avión? ¿O a Margaret Wilcox que no solo inventó el primer sistema de calefacción para autos en 1893? También fabricó una máquina que era capaz de lavar platos y ropa.
Las mujeres, desde nuestra creatividad, habilidad para solucionar problemas prácticos y entender necesidades básicas somos capaces de hacer aportes fundamentales para el desarrollo tecnológico y por tanto social. Nos merecemos un espacio en un mundo que ha sido siempre controlado por los hombres.
Así que felicidades a todas las mujeres que rompen su techo de cristal y deciden entrar al mundo de la ingeniería.
El futuro las necesita.
