Mala gestión del agua en México está generando una sobreexplotación en las cuencas

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El agua es el recurso natural que más se emplea en las actividades humanas. ¿Cómo es usada en México? Según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el 76% está dirigido a la agricultura. Este bien natural es sobreexplotado y genera una presión alta en los suelos.

Al respecto platicamos con Claudia Campero, integrante de la campaña Aguas con el clima de Greenpeace. Las causas de este uso excesivo de los suelos acuíferos apuntan a una gestión deficiente y que, además, genera una distribución desigual en las comunidades locales.  

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Agua: un recurso sobreexplotado en México

La Conagua, es la institución encargada de la gestión de este recurso en México. De acuerdo con este organismo, hay 653 acuíferos en el país. 

Estos cuerpos de agua son indispensables para abastecer a las personas y a las diferentes actividades económicas que más lo requieren. Sin embargo, se puede observar que cada vez es mayor la sobreexplotación del agua.

Según los datos más recientes de la Conagua, hasta hace un par de años la cifra de acuíferos explotados rondaba entre 100 y 105; en el 2019, el número incrementó a 157. 

Según este comunicado del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la sobreexplotación y posible contaminación del agua tienen implicaciones en la calidad del medio ambiente. 

“Parece que se nos olvida el ciclo del agua”, nos comenta Claudia Campero. “El cuidado del suelo es indispensable para cualquier ecosistema. Cuando hay mayor presión, hay un impacto en la circulación del agua; eso afecta el agua que transpiran las plantas y, como consecuencia, la humedad del ambiente. La humedad hace que las variaciones por el cambio climático se sientan de manera menos extrema. Las implicaciones no son menores”.  

Mucha presión en el suelo

El reporte “Agua en México” del Instituto Friedrich Ebert-Stifung, una organización dedicada al análisis social en todo el mundo, establece que el siglo XXI en México se caracteriza por otro problema que conlleva la sobreexplotación del agua: la presión hídrica de las cuencas. 

La presión hídrica es el porcentaje de agua que se extrae de un lugar comparado con la disponibilidad que tiene. ¿Por qué hay tanta presión hídrica? Según este análisis de la Conagua, una de las razones es que tres cuartas partes del volumen concesionado se utiliza en la agricultura. También, el mismo estudio revela que las zonas con mayor uso agrícola son las zonas con una presión hídrica más alta. 

Una gestión eficiente del agua en esta actividad la puede volver viable, según el informe de la Conagua. Lo que vemos hoy en día es contrario a eso: 8 de las 13 cuencas de México tienen presiones hídricas altas. 

Claudia Campero nos explicó que la presión corresponde, en parte, a la cantidad de población. “Por ejemplo, en el norte y centro del país hay una demanda de agua más alta, pero tienen poca. Se manda agua de partes donde sí hay a otras donde falta. Tenemos muchos consumidores que demandan niveles grandes de agua y otras con poca disponibilidad. Acaparan el agua”.   

El problema no solo es ambiental, también es social

Pareciera ser que el agua es solo para unos cuantos. El reporte del Instituto Friedrich Ebert-Stifung argumenta que existe una fuerte desigualdad en el acceso al riego en zonas rurales. 

Para el riego de autoconsumo el acceso es nulo, mientras que el acceso para el riego de múltiples hectáreas para la agricultura es extenso. Esto sugiere, como lo mencionan los y las expertas de la institución, que existe una apropiación económica de los recursos hídricos.

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Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), una organización enfocada en investigaciones para promover la rendición de cuentas, presenta en este estudio historias que muestran cómo el agua se explota y se privatiza sin trabas. 

Una de ellas es el caso de los campos de frutos rojos en Jalisco. Antes eran espacios donde campesinos locales cultivaban, ahora se han convertido en un lugar donde se ven obligados a vender sus tierras a empresas agrícolas cuyas actividades secan a las comunidades. 

¿Cómo podemos solucionar este problema socioambiental? “No hay una sola solución, es un conjunto de elementos”, nos explica Campero. “De entrada, hay que reconocer que el tema del agua es un tema de poder que requiere una visión de justicia para aquellas comunidades a las que se les ha quitado el derecho humano al agua. Hay que evitar que haya un acaparamiento de algunas industrias para que se garantice la distribución a toda la población”. 

El agua es un recurso que toda la humanidad necesita para vivir. Debemos exigir que no se sobreexplote y que su gestión beneficie a toda la ciudadanía.

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