Los pocos, pero graves, casos de reacciones a vacuna contra el VPH

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A Alisa (se le cambió el nombre para proteger su identidad) le duele todo el cuerpo desde hace seis años y medio. Empezó después de que, a los 12 años, recibió la última dosis de una vacuna que la prevendría de contraer el Virus del Papiloma Humano (VPH), que puede provocar cáncer cérvico-uterino. 

De un día para otro, las competencias de natación cambiaron por visitas médicas que no encontraban respuestas a las preguntas para los intensos dolores, fatiga y pérdida de movilidad que, incluso, la han dejado durante varios periodos de tiempo en silla de ruedas. Ella es uno de los pocos, pero graves, casos de “Síndrome Posvacunal VPH”. 

No somos antivacunas, tan es así que nuestras hijas tienen todas sus vacunas, solo estamos buscando que haya más investigación, que ayude a encontrar un tratamiento para nuestras hijas, también para que se informe a las personas que hay una posibilidad, por mínima que sea, de alguna reacción como la que enfrenta mi hija” dijo Mara, la mamá de Alisa a Cuestione

Mara también organiza un grupo de mamás que, a través de Facebook, se apoyan e intercambian experiencias. Además, se acompaña de organizaciones civiles en España, Colombia y otros países. 

Las madres de las niñas afectadas solo quieren más investigaciones que les ayuden a mejorar la salud de sus hijas. Exigen que se advierta con mayor claridad de los posibles riesgos de la aplicación.

“No pretendemos decirle a la gente que no vacunen a sus hijas, porque hay muchas niñas vacunadas que no les pasó nada, pero también están nuestras hijas, son vidas que también importan, siempre nos dicen: ´ni modo a tu hija le tocó, es un mal menor por un bien común´. Es muy fácil decir que tu hija es un mal menor cuando no es la tuya, pero cuando es tu hija la afectada ya no es una cifra insignificante”, explicó.

Alisa cayó desmayada en la escuela dos días después de recibir la tercera aplicación de la vacuna, en 2013. “Un mes después de la tercera y última vacuna, mi hija ya no caminaba ni comía sola”, dice Mara

Mara y su hija vivieron un año sin encontrar el diagnóstico correcto, hasta que las vio el médico Manuel Martínez Lavín, jefe de Reumatología del Instituto Nacional de Cardiología: disautonomía, fibromialgia, síndrome doloroso regional complejo y neuropatía de fibras finas. Eso era lo que tenía.

Mara buscó apoyo de autoridades y organizaciones como el Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (CeNSIA) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris); sin embargo, tras una reunión que sostuvo con al menos 30 especialistas médicos en 2014, estos refirieron que su caso se trataba de una “reacción leve y localizada, un mal menor por un bien común”.  

Ese acercamiento, solo confirmó el diagnóstico de Martínez. Cuestione ha buscado reacciones de la Cofepris sin haber obtenido respuesta.

El Sistema de Notificación de Eventos Adversos de Vacunasen Estados Unidos, precisa que 6% de los casos tuvieron reacciones severas

En nuestro país, la vacuna del VPH se aplica de manera gratuita en diferentes centros de salud. Tan solo en mayo pasado, el Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS) anunció que aplicaría 749 mil dosis a niñas de quinto de primaria o que tuvieran 11 años cumplidos.

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¿Y qué es el Síndrome Posvacunal VPH?

“Son pocos, pero graves los casos de mujeres que enfrentan reacciones adversas a la vacuna contra el VPH”, dijo Martínez Lavín a Cuestione, quien advierte que sus investigaciones las ha realizado de manera personal y no por parte del instituto en el que trabaja. 

Martínez Lavín, quien documentó dos casos en México en la investigación “Síndrome posvacunal VPH. ¿Un espejismo clínico, o un nuevo modelo trágico de fibromialgia?”, explicó que es difícil diagnosticar estos, lo que provoca que tampoco sepamos la cantidad exacta de casos que hay. Pero el especialista tiene la certeza de que se presenta en algunas preadolescentes que estaban sanas hasta antes de la aplicación de la vacuna.

Por lo anterior, hay países, como Japón, que ya retiró de su sistema de salud la aplicación de esta vacuna.

Las reacciones se caracterizan por una inyección dolorosa seguida por dolor de cabeza, cansancio profundo y dolores en el brazo inyectado, pero también en diversas partes del cuerpo. Son dolores muy intensos o incapacitantes, así como náuseas, vómitos y desmayos. “Síntomas que persisten y las pacientes no se recuperan”, dice Martínez Lavín.

El especialista enfatizó que la vacunación es una de las estrategias más efectivas en la historia de la medicina, “la objeción es contra la vacuna contra el VPH en específico”. 

Pero la comunidad médica en el mundo no termina de ponerse de acuerdo. El doctor Martínez acepta que “las autoridades internacionales de salud no están de acuerdo con que existen estos efectos colaterales raros, pero graves”. Solo está el caso de Japón.

En México, la vacuna contra el VPH es parte de la Cartilla Nacional de Vacunación desde 2012 y se aplica a lo largo y ancho del país. Los casos como el de Mara y su hija Alisa son aislados pero significativos. 

Ellas sufrieron de un largo trayecto para descubrir que eran parte de una mínima proporción de afectadas por las reacciones a la vacuna. Pero ¿Y si hay más adolescentes afectadas que ni siquiera lo saben?

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