Regreso a clases en tiempos de COVID-19: ¿quién piensa en la población de riesgo?

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Incertidumbre entre maestras y maestros

Luisa es maestra de Español en secundaria. Checa su correo y nada nuevo. Hace 14 años le diagnosticaron diabetes tipo 2 y actualmente batalla con el sobrepeso, lo que la ubica como parte de la población en riesgo frente al COVID-19.

“Seguí atenta el mensaje del secretario de Educación, Esteban Moctezuma, el 8 de julio. Doy clases en Iztapalapa. La idea es regresar el 10 de agosto”, dice mientras nos muestra el documento impreso de la presentación que le enviaron sobre “Consejos Técnicos Escolares Fase Intensiva”.

En el documento se detalla la ruta estratégica para el Ciclo Escolar 2020-2021. Luisa está al tanto de cada paso: del 20 al 24 de julio se dará capacitación a supervisores y directores; del 27 al 31 la capacitación será a docentes.

“Se le olvidó algo a la SEP. No se habla de la población en riesgo. ¿Qué va a pasar con nosotros? Cierto es que se dice que regresamos cuando el semáforo esté en verde, pero eso no significa que ya no habrá contagios. ¿Qué hay de los alumnos? También hay sobrepeso, diabetes”, señala.

México Evalúa reveló en la publicación Breve manual para ejecutar un buen retorno a las aulas que hasta un 30% de los docentes están en riesgo de complicaciones si se contagian con coronavirus.

“Aunque digan que no es verdad, hay rumores de recorte. Eso inquieta. Veo las noticias en la televisión y aunque no quiera pienso en el despido porque nadie te dice nada; ni la directora sabe y la supervisora dice que debemos esperar”, nos cuenta Luisa.  

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Maestros reprueban protocolo de la SEP

La incertidumbre prevalece entre los maestros. La Sección 9 que pertenece tanto al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) como a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), publicó el resultado de un sondeo aplicado entre el 4 y 8 de julio a docentes y directivos.

De los 2 mil 203 profesores encuestados, 32% padece de diabetes, 27% de obesidad y 20% de hipertensión.

Esteban tiene 50 años; mide 1.68 de altura y pesa casi 89 kilogramos. “Tengo 11 kilos de más. Desde que empezó esto hago dieta, pero si te digo que he bajado cuatro kilogramos es mucho. Aunque me siento bien, hay ‘miedito’. Mi compadre murió a causa del COVID-19, estaba en forma, hacía ejercicio y ve”.

Extraña la escuela, el ritmo de vida y el contacto con sus alumnos. “La enseñanza presencial es básica. Daba quinto, si no cambia algo daré sexto al mismo grupo. Creo que falta afinar los protocolos. Tengo un grupo de 38 estudiantes. ¿Y el metro y medio entre uno y otro? ¿Quiero ver eso?”, señaló el profesor.

Además, advierte Esteban, hay que agregar que falta conciencia para seguir medidas sanitarias como el uso de cubrebocas, el gel antibacterial, no compartir alimentos, entre otras.

“Y hay que ver el agua; muchos planteles carecen de agua suficiente para el lavado de manos, tan básico en este momento”, alerta Esteban, quien asegura que en la escuela que trabaja, al menos cuatro de sus compañeros podrían no regresar a clases.

La Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2019), confirmó que de las 1,197,778 personas que componen el personal docente de educación básica, 3.4% de las maestras y 5.2% de los maestros tienen 60 años o más.  

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¿Y las escuelas privadas?

María Hortencia Martínez, directora del Instituto Roerich, en el Estado de México, considera que el titular de Educación está evadiendo el tema sobre el sector de docencia que está en situación vulnerable ante el SARS-CoV-2.

“Lamentablemente somos vulnerables… Interpreto que el secretario de Educación (Esteban Moctezuma Barragán) está evadiendo esa parte. Cuando se anunció que regresaríamos en agosto, se comenzó a mencionar a los docentes que están en situación de riesgo… además, hay un cierto porcentaje que tiene cáncer. Ellos tendrían que quedarse en casa a laborar y trabajar en áreas administrativas, pero en la última conferencia ya no lo abordó”.

En la conferencia del pasado 8 de julio, Moctezuma Barragán solo mencionó que se analizarían los casos, pero no profundizó en el tema.

María Hortensia tiene identificado a su equipo, “somos 45, de éstos, cinco somos población en riesgo, ya sea por lupus, diabetes y tres somos personas mayores de 60 años. Sin embargo, tenemos que asistir a trabajar en cualquiera de las tres modalidades”.

Lamentó que no se aborde el tema de las y los profesores muertos por la enfermedad. “Me he enterado que han fallecido un gran número de docentes”, continúa Martínez. 

La directora ya cuenta con el protocolo para el regreso tentativo a clases el próximo 10 de agosto

“La enseñanza es presencial, la indicación es que va la mitad del grupo dos días a la semana: lunes y miércoles, unos; martes y jueves, otros; los viernes sería destinado para los niños y niñas que tuvieran rezago académico”, explica.

Si las cosas marchan a favor, el escenario para el 30 de agosto -con semáforo en verde- todo el plantel regresaría a las aulas.

Sin embargo, la directora del Instituto Roerich, cuenta con una opción que llamada híbrida y un tercer escenario.

“En un segundo plan, la mitad del grupo tomaría clases en forma presencial y la otra parte lo haría virtual. Una semana cada mitad del grupo. Ya no habría entrega de trabajos -evidencia educativa- por parte de los padres de familia”.

El tercer plan, nos dice, contempla “seguir trabajando en forma virtual, como lo hicimos en estos meses. Se agregarían otras materias que no se incluyeron en estos planes que se llevaron a cabo. Y por lo que vemos de la situación, creemos que el inicio de clases será virtual”, precisa la profesora.

Y mientras se realizan juntas para contar con la mejor opción educativa, lamentablemente, reconoce que se está registrando un alto índice de deserción en las escuelas privadas.

“Los padres de familia dicen que si sigue la emergencia y sus hijos se quedan en casa, es mejor que tomen clases en escuelas públicas, pero… esto implica que los grupos lleguen hasta 70 alumnos por clase”.

¿Qué tan alentador es el panorama para el regreso a clases el 10 de agosto? ¿Será suficiente el protocolo implementado por la SEP para alumnos y maestros?

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