Después de la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra, el 8 de septiembre de 2022, solo quedaba una monarca mujer en las familias reales de todo el mundo, pero la reina Margarita II quien reinó por 52 años desde su coronación el 14 de enero de 1972, abdicó el trono de Dinamarca este 14 de enero de 2024 dejando a su hijo mayor, el príncipe Federico, en el cargo.
Dinamarca es uno de los 42 países donde actualmente hay monarquías vigentes, en algunos casos con un poder absoluto, en otros el monarca gobierna de acuerdo con una Constitución y algunos más tienen un sistema que combina ambos modelos.
Sin embargo, la manutención de los lujos de los miembros de la familia real y la influencia que tienen éstos en el gobierno de los países han sido cada vez más cuestionados, favoreciendo que algunos de los países que están bajo el reinado de los 28 monarcas actualmente en ejercicio decidan transitar hacia un sistema de república.
Te puede interesar: De la política, cultura, espectáculo y deportes… ¿Quiénes murieron en 2022?
Esto está pasando en las naciones bajo el poderío de la corona inglesa. Así lo hizo la isla caribeña Barbados en 2021, aún bajo el reinado de la reina Isabell II, y poco después de la coronación del rey de Reino Unido, Carlos III, Gaston Browne, primer ministro de Antigua y Barbuda, anunció su intención de convocar un referéndum para hacer una transición hacia un sistema republicano.
En la misma línea se han pronunciado los primeros ministros de Jamaica, Andrew Holness, de Australia, Anthony Albanese, y en algún punto también la ex primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, se pronunció a favor de la transición de su país hacia la vida puramente republicana, aunque antes de dejar su cargo al frente del país en 2023, aseguró que no sería un proceso que se fuera a llevar a cabo próximamente.
Los más poderosos
No todos los tipos de monarquías en el mundo son iguales, ni tienen el mismo poder ni dinero. Entre los más poderosos se puede contemplar al rey absoluto de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, por la enorme fortuna y el poder que posee, él mismo se considera un “semidios” y su figura es sagrada para la población.
Vajiralongkorn tiene el poder tanto de reinstaurar la poligamia como de decidir si alguien es condenado a la pena de muerte o no. Incluso en su cumpleaños, -el 28 de junio- es tradición que se perdonen sentencias de cárcel a algunos ciudadanos o que se cambien las penas de muerte por cadena perpetua a otros.
Su fortuna se calcula alrededor de los $30,000 millones de dólares, pero podría llegar hasta los $70,000 millones de dólares contemplando su herencia que incluye, además de las joyas de la corona, el Diamante Dorado del Jubileo, de 545,67 quilates, valuado en $12,000,000 de dólares, la Gran Corona de la Victoria, de 7.3 kilos de gemas y un gran diamante de la India y mucho más.
Otro de los soberanos más poderosos es el sultán de Brunéi, Hassanal Bolkiah, uno de los más opulentos de la actualidad con una fortuna personal valorada en $20,000 millones de dólares y que manda sobre Brunei desde 1967 en una de las pocas monarquías absolutas que quedan.
El sultán es quien nombra a los ministros de su gabinete, a los integrantes de los consejos de asesores y a 36 miembros del unicameral Consejo Legislativo del país. También lidera los ministerios de Defensa, de Relaciones Exteriores y de Finanzas y Economía.
Bolkiah ha sido señalado por la comunidad internacional por imponer sanciones radicales a la población marcadas en la ley sharia, una ley islámica muy restrictiva que desde 2014 prohíbe consumir alcohol, celebrar Navidad en público (aunque el 20% de la población no es musulmana) y recientemente aprobó castigar la homosexualidad y el adulterio con lapidación.
Te puede gustar: ¿México necesita las disculpas del reino de España y El Vaticano?
Otro de los monarcas más ricos del mundo es Salmán bin Abdulaziz, el rey de Arabia Saudita, con una fortuna personal de 18,000 millones de dólares, pero una fortuna familiar que se calcula en $1.6 trillones de dólares repartidos en 15,000 herederos.
Como una excepción, es el hijo de Salmán bin Abdulaziz, el príncipe heredero y primer ministro Mohammed bin Salman (en este país el rey tiene ambos cargos), quien está al frente del gobierno debido a que su padre padece diversas afecciones de salud.
Los reinados europeos
En Europa, la corona de Reino Unido que se extiende sobre Antigua y Barbuda, Australia, Bahamas, Belice, Canadá, Granada, Islas Salomón, Jamaica, Nueva Zelanda, Papua Nueva Guinea, Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Santa Lucía y Tuvalu es la que más riqueza reporta.
El rey Carlos III heredó de su madre, la reina Isabel II, por lo menos una fortuna de $500 millones de dólares en activos personales -de los que no tuvo que pagar ni un dólar de impuestos gracias a un acuerdo en 1993 con el gobierno británico con el que se exenta el pago de impuestos en la transferencia de bienes de un monarca a otro- más otros $46,000 millones de dólares en fideicomiso como monarquía y numerosos activos como propiedades e inversiones.
Además, la familia real recibe una Subvención Soberana, que es el 25% de la ganancia neta del año fiscal dos años antes. En 2022, la Subvención Soberana fue de $108.4 millones de dólares, según la ganancia neta del Crown Estate –colección de tierras y propiedades en el Reino Unido que pertenecen a la monarquía británica- en el año fiscal 2019-2020.
Te puede gustar: Así funcionan el gobierno y las leyes en Irán
El poder y la acumulación de riqueza que tienen las familias reales han sido objeto de duras críticas a nivel internacional debido al contraste entre el lujoso estilo de vida que mantienen y la realidad de la ciudadanía. Como el caso de la corona británica, el rey Carlos III fue coronado en un momento en el que las habitantes del país sobre el que reina atraviesa una fuerte crisis económica y energética debido a la guerra entre Rusia y Ucrania.
En 2022, cuando tomó el cargo, se estimaba que 45,000,000 de personas tendrían dificultades para pagar sus cuentas (dos terceras partes de la población), por lo que no es de extrañarse que la opinión de la ciudadanía británica esté cada vez menos inclinada a favor de mantener una monarquía.
En otros casos, como en la monarquía absolutista de Tailandia, los excesos del soberano han incrementado el repudio de grupos opositores, generando manifestaciones en contra el rey, como la de 2020, en la que se convocó a la ciudadanía a protestar contra Lord Voldemort -como el villano de la saga de Harry Potter, pues las restricciones a la población incluyen la prohibición de hablar mal del mandatario, que trae consigo penas hasta de 30 años de prisión.
Las monarquías siguen presentes en casi una cuarta parte de los países a pesar de que la ciudadanía se pregunta con mayor frecuencia si vale la pena que aún existan y si pueden aportar algo más que escándalos, imposiciones de ideas extremas o multimillonarios gastos para mantener su estilo de vida. ¿Tienen sentido en la realidad del siglo XXI?
