La Secretaría de Educación Pública (SEP), en la “nueva familia de Libros de Texto Gratuitos”, ha reducido dramáticamente las matemáticas acortando las páginas del libro ‘Nuestros saberes’ para primer año de primaria.
El libro de matemáticas que la Secretaría de Educación envía cada ciclo escolar a todas las primarias públicas y privadas del país se ha modificado y ahora “abarca de manera superficial y en algunos casos errónea”, temas matemáticos que fueron reducidos a 13 páginas, de las 258 que tenía. Aunque la extensión no es sinónimo de calidad, los académicos del Instituto de Matemáticas de la UNAM, de la Universidad Libre de Berlín en Alemania y del Instituto Tecnológico de Massachusetts, dicen sentirse preocupados.
De acuerdo con los expertos, la ausencia del pensamiento matemático en los nuevos materiales intervenidos por la Secretaría de Educación Pública (SEP), “provocará un déficit educativo irreparable para la sociedad mexicana, abriendo aún más la brecha entre los estudiantes de escuelas públicas y privadas”, se lee en el portal Publimetro.
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Para la economista Luz Karime Abadía, la decisión de la SEP en México es preocupante porque el desarrollo de habilidades cognitivas como aprender matemáticas debe darse desde temprana edad, pues es en esas etapas donde se dan los mayores desarrollos del cerebro.
“Hay habilidades que si no se aprenden desde los primeros años de la primaria ya no es posible o es muy difícil aprenderlas en la edad adulta”, advierte Karime Abadía quien actualmente es la Codirectora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana de Bogotá en Colombia.
Un cálculo erróneo
Para Luz Karime en entrevista para Cuestione, la reducción en el enfoque de las matemáticas no solo limita las habilidades matemáticas de los estudiantes, sino que también agranda la brecha entre los alumnos de escuelas públicas y privadas.
“Mientras las escuelas privadas buscarán garantizar una educación de calidad en matemáticas, los estudiantes de escuelas públicas se verán desfavorecidos y enfrentarán mayores dificultades para competir en un mundo cada vez más orientado hacia las habilidades STEM” que tienen que ver con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas, por sus siglas en inglés.
¿Está mal reducir las matemáticas de los libros oficiales? Se le pregunta a la economista y ella responde que sí, que es un grave error que significa que los maestros “no le darán la importancia que requiere ni le dedicarán el tiempo de instrucción que se necesita para que los estudiantes adquieran las habilidades necesarias para la vida”
De acuerdo con la académica, un bajo desempeño académico desde el colegio implica que el país tendrá adultos que no tienen las habilidades para afrontar los retos de las sociedades modernas, afectando el desarrollo del país, haciendo más difícil que accedan a educación superior, y por tanto, que tengan trabajos de mejor calidad.
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Rezagos numéricos en 3, 2, 1 …
Sergio tiene diez años y está sentado frente a una hoja con 22 ejercicios de matemáticas para evaluar qué grado cursará en una escuela particular en Querétaro para este ciclo escolar que está por terminar.
La prueba de matemática la aplica el colegio privado a todos los niños y niñas al igual que otras de Español, Geografía, Inglés y Ciencias Naturales. De acuerdo a los tiempos previstos, la de matemáticas debe completarse en 1 hora y 30 minutos pero Sergio la terminó en 22 minutos. La desarrolló rápido y mal; la realidad es que después de la pandemia se le olvidó sumar, restar, las tablas de multiplicar y también las divisiones.
El examen de Sergio solamente tiene escrito su nombre.
Para la maestra Lucía Hernández que lleva 25 años de experiencia dando clases de matemáticas a niños y niñas de primaria, la escena de Sergio con la prueba en blanco es es normal en las aulas después de la pandemia… y antes de la pandemia también.
“Yo soy maestra de quinto de primaria y los temas que antes daba en segundo y tercero de primaria, ahora los estoy dando en quinto y a veces hasta con menor grado de dificultad porque no los entienden”, reconoce la maestra.
Lucía viene notando que a las niñas y niños de primaria les cuesta mucho trabajo la lógica matemática, la memorización de tablas, seguir los procesos. “Ponen atención al momento y luego desaparece el interés y el conocimiento o presentan el examen y para el siguiente ya se les olvidó”.
“En cada grado se refuerzan los mismos contenidos y al año siguiente llegan como si el contenido fuera nuevo”, agrega la maestra.
¿Para qué 2+2?
La académica y economista Luz Karime Abadía dice que aprender matemáticas es fundamental para desenvolverse bien en numerosas situaciones de la vida cotidiana como por ejemplo administrar el dinero, calcular tiempos y distancias, interpretar gráficas y estadísticas y en general para entender el mundo.
Las matemáticas, insiste Karime Abadía, permiten desarrollar el pensamiento lógico para resolver problemas y encontrar soluciones, también fomenta el pensamiento crítico lo que ayuda a tomar mejores decisiones y son la base de muchas disciplinas como la física, la economía, las ingenierías.
Según un artículo publicado en el Journal of Educational Studies, las matemáticas son esenciales para tomar decisiones informadas y resolver problemas prácticos en diferentes contextos.
Otra razón para hacer de las matemáticas una amiga fiel es la creatividad, porque las matemáticas también tienen un aspecto estético y creativo. Para la revista Scientific American, las matemáticas pueden ser apreciadas por su elegancia, simetría y patrones. Además, estimulan la creatividad al plantear desafíos intelectuales y promover la búsqueda de soluciones innovadoras.
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Si son tan necesarias ¿por qué tanto desinterés por ellas en México?
México reprueba en matemáticas y además no le gusta que evalúen a los estudiantes. Desde el año 2021 el país quedó por fuera de las pruebas PISA, que realiza la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) cada tres años, a petición del mismo gobierno federal.
La baja calificación en matemáticas ha sido objeto de estudio y evaluación por parte de diferentes organismos internacionales.
Para tener un referente, explica Karime Abadía, los estudiantes mexicanos de 15 años ocupan los últimos lugares en el desempeño de matemáticas; esto según la última prueba PISA en la que México participó en el 2018.
“México ocupó el puesto 61 de 77 economías participantes, es decir, que solo logran resolver problemas matemáticos básicos y su desempeño es equivalente a dos años menos del grado escolar en el que realmente están”, advierte la economista.
Los inservibles libros de la SEP
Guadalupe Juárez es una maestra de telesecundaria en una zona rural de Nuevo Léon y al igual que Lucía, imparten matemáticas a niños y niñas de primaria de primero a sexto grado. Cuando se les pregunta a cada una por separado qué piensan de la reducción que hizo la SEP a las páginas en los libros de textos de primer grado en matemáticas, responden igual: “nosotras no los utilizamos”.
En el caso de Lucía que trabaja en colegio particular en Querétaro, los propios maestros crearon su cuadernillos de ejercicios alineados al programa, con bastantes ejercicios y con el nivel de complejidad que requieren sus estudiantes.
“Yo siempre he criticado los libros de la SEP porque son libros súper complejos, hechos por académicos, por gente muy ducha en las matemáticas pero que no tienen idea de pedagogía ni del proceso de aprendizaje de los niños”, argumenta la maestra de primaria.
Mientras tanto, la maestra Lupe de Monterrey, cuenta que específicamente los libros de la SEP en matemáticas, “son un ejemplo entre expectativa contra la realidad”.
“Ellos creen que lo que viene en sus libros apoya pero la realidad es otra; nos apoya más las nuevas tecnologías de información con videos y tutoriales más sencillos y con un lenguaje que sí es apto para nuestras niñas y niños”, reflexiona la maestra Lupe.
“Hemos vivido con libros de matemáticas muchos más elevados y luego con niños que les cuesta más trabajo con libros tan complejos; entonces sí, que pena que les quiten páginas, pero de todas maneras esos libros eran inservibles”, puntualiza Lucía.
