Anexión del Esequibo, una peligrosa apuesta para el régimen de Maduro

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En su intento por anexarse un territorio de la vecina Guyana, el régimen de Nicolás Maduro en Venezuela podría perder el poco apoyo internacional con el que cuenta, agravar la severa crisis económica y social que vive el país sudamericano, y en un caso extremo hasta provocar su propia caída.

El internacionalista Daniel Muñoz nos explicó que ese conflicto bilateral -que es muy añejo y en días recientes pasó prácticamente desapercibido en los medios masivos- “se volverá candente” en las próximas semanas.

“El régimen de Maduro en muchas ocasiones no es muy racional, por así decirlo; un régimen donde el gobernante tiene tanto protagonismo y es temperamental, pues al final puede generar cualquier situación. Si hay una acción bélica contra Guyana, eso podría generar sin duda el principio del fin del régimen”, abundó el jefe de la carrera de Relaciones Internacionales de la Facultad de Estudios Superiores Aragón (FES-A), de la UNAM.

¿A qué se debe esta disputa territorial?

Desde hace más de un siglo, Venezuela y Guyana se disputan la región fronteriza del Esequibo, un territorio selvático de 160,000 km² rico en oro y petróleo, y en el que residen 125,000 de los 800,000 habitantes -en su mayoría angloparlantes- de la República Cooperativa de Guyana.

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De acuerdo con información periodística, las tensiones entre ambos países aumentaron hace casi 10 años, luego de que en 2015 la compañía ExxonMobil descubrió grandes yacimientos de petróleo en el Esequibo.

Por su parte Guyana, una ex colonia británica y holandesa, ha insistido en que la frontera con Venezuela se definió en un panel de arbitraje en 1899. Actualmente hay un juicio ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, para definir las fronteras bilaterales en esa zona.

Incluso la CIJ ordenó a Venezuela no tomar ninguna medida “que modifique la situación actual que actualmente prevalece” en el Esequibo. Sin embargo, el gobierno de Maduro no reconoce la jurisdicción de la Corte en el asunto y sostiene que el río Esequibo, al este del país sudamericano, forma una frontera natural que ha sido reconocida históricamente.

¿Delirio expansionista de Nicolás Maduro?

El 3 de diciembre de 2023, el régimen venezolano celebró un referéndum para que la población decidiera sobre la anexión del Esequibo. En medio de señalamientos de la oposición sobre un elevado abstencionismo, el gobierno presumió que la consulta obtuvo más de 10 millones y medio de votos, en su mayoría a favor de la anexión.

“Hoy el pueblo habló duro, alto y claro y vamos a iniciar una nueva etapa, poderosa, porque llevamos el mandato del pueblo, llevamos la voz del pueblo”, dijo Maduro ante una multitud tras conocerse los resultados de la votación.

Dos días después, el 5 de diciembre, el presidente venezolano presentó una iniciativa de ley para crear la provincia de Guayana Esequiba. Asimismo, Maduro llamó a la empresa estatal petrolera PDVSA a “crear la división PDVSA-Esequibo”, y a otorgar “de inmediato” licencias para la explotación de crudo, gas y minas en ese territorio.

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El mandatario también pidió establecer un plan de “atención social” para la población del Esequibo y realizar “un censo y la entrega de cédulas de identidad a sus habitantes”. En este contexto, Daniel Muñoz nos explicó que la oposición venezolana ha señalado que lo que Maduro busca en realidad con este conflicto es fortalecer la “cohesión interna” y generar ante la sociedad “un enemigo externo común, en este caso Guyana”.

El presidente venezolano intenta “fomentar el nacionalismo como un distractor ante las críticas hacia el sistema económico y lo que pasa internamente en su país”, precisó el también analista sobre temas europeos. Incluso recordó que la situación sería similar a lo que pasó en Argentina con la Guerra de las Malvinas en 1982, cuando la dictadura militar se sumió en un mayor desprestigio ante la sociedad y terminó dejando el poder.

“Era un conflicto también muy añejo entre Argentina y Reino Unido. Había una dictadura militar que era impopular, con críticas muy fuertes que podían desmantelarla, y al final provoca una guerra en aras de legitimarse y generar cohesión, pero fue catastrófica. Creo que algo similar podría pasar con Venezuela”, nos dijo Muñoz.

¿Y la comunidad internacional?

El profesor de la FES-Aragón nos aclaró que en caso de concretarse la anexión del Esequibo o que comience un conflicto bélico, Venezuela carecería del apoyo de los grandes líderes latinoamericanos, como por ejemplo el presidente brasileño, Lula da Silva, quien ya dijo que Sudamérica no puede tener en este momento esa clase de diferendos.

Argentina -ahora con Javier Milei– tampoco apoyaría en absoluto a Maduro; mientras que México debería ser consciente de sus principios de política exterior y llamar a la moderación. El único apoyo que tendría Maduro podría ser de sus incondicionales Cuba o Nicaragua, pero ni la propia Colombia apoyaría, aunque recientemente ha estado un poco más conciliadora con Venezuela”, abundó Muñoz.

De hecho, este 7 de diciembre de 2023, en una declaración conjunta Argentina, Bolivia, Brasil, Uruguay, Paraguay, Chile, Colombia, Ecuador y Perú llamaron a Venezuela y Guyana a evitar “acciones unilaterales”, en medio de la creciente tensión entre ambos países.

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En tanto, por el lado de las potencias occidentales, Daniel Muñoz nos explicó que Estados Unidos y Reino Unido descalificarían los intentos expansionistas de Maduro. Al respecto, es de señalar que el gobierno de EU ya expresó su respaldo a Guyana, y anunció que realizará ejercicios aéreos militares en ese país, lo que Venezuela calificó como una “infeliz provocación”.

El internacionalista advirtió que de arreciar el conflicto bilateral, la comunidad internacional podría imponer más sanciones al régimen de Maduro. “Lo que hacen los estados poderosos como EU o la Unión Europea (UE) es imponer sanciones económicas como una forma de ejercer presión para que el país sancionado cambie su estrategia”, nos precisó Muñoz.

En este punto hay que mencionar que desde hace al menos 10 años, EU, Canadá, la UE y algunos países latinoamericanos impusieron sanciones políticas, económicas y administrativas al régimen de Maduro por diversas causas, como la represión a protestas opositoras, el control sobre el Congreso, fraudes electorales, corrupción gubernamental o violaciones a derechos humanos.

En este conflicto, “lo que podría pasar es que la Organización de Estados Americanos y a lo mejor otros países latinoamericanos -que hasta cierto punto han estado al margen respecto a Venezuela– impongan sanciones y eso acabe por enterrar al régimen de Maduro”, concluyó el especialista.

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