En Estados Unidos (donde hasta el 12 de febrero habían más de 476,000 muertes por la COVID-19) ya tienen una guía para el regreso a las aulas de primarias y secundarias, elaborada por el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés).
Esto después que Joe Biden prometió hace unos días que su gobierno trabajaría en reabrir la mayoría de las escuelas dentro de sus primeros 100 días en el gobierno (lleva 24 días hasta este 13 de febrero), por la presión económica y social de reabrir las aulas, aunque, dijo, esta decisión dependería de expertos en salud.
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“Es fundamental que las escuelas abran de la manera más segura y rápida posible, y que permanezcan abiertas, para lograr los beneficios del aprendizaje en persona y los servicios de apoyo clave”, se lee en la guía que ya publicó el CDC este 12 de febrero, como respuesta a la solicitud de Biden de tener un plan seguro de regreso a clases.
“Hay cada vez más datos que sugieren que las escuelas pueden reabrir de manera segura. Y esa reapertura no exige que los maestros deban vacunarse para poder reabrir de manera segura”, de acuerdo con la Dra. Rochelle Walensky, directora de la CDC.
Con esto, Estados Unidos se suma a la lista de países como Francia, Bélgica, España o Portugal que ven la educación como una actividad esencial, siempre tomando precauciones.
¿Y en México?
En nuestro país, Esteban Moctezuma, el aún secretario de Educación Pública (SEP) anunció el 11 de enero de 2021 algunos protocolos de regreso a clases, para cuando el semáforo epidemiológico se encuentre en verde y amarillo en las entidades del país. Aunque esta transición podría no tocarle a Moctezuma, pues fue designado como el nuevo embajador de México en Estados Unidos y en la SEP será relevado por Delfina Gómez, quien es más probable que esté al frente del regreso a clases y aún podría hacer cambios en el plan original.
Actualmente, de las 32 entidades del país, 13 están en rojo, 17 en naranja y 2 en amarillo (Chiapas y Campeche); ninguna en verde.
Una vez que comience el regreso a clases presenciales, éstas se alternarán con las clases en línea, hasta que en todo el país pasemos a verde.
Para los estados que regresen a las aulas en semáforo amarillo (como Campeche y Chiapas), las clases tendrán que durar como máximo 40 minutos; los alumnos deberán mantener una distancia de dos metros entre sus asientos; el uso de cubrebocas es obligatorio, y como máximo los salones deberán estar al 40% de su capacidad (se sugiere un máximo de nueve personas por salón), de acuerdo con la SEP.
“Definitivamente hay que elaborar planes de regreso, pero desde las lógicas locales, no a nivel nacional, ya que cada localidad presenta realidades y niveles de riesgo distintos”, nos dijo Marion Lloyd, experta en educación y académica de la UNAM.
Sin embargo hasta ahora no hay ningún plan local, apenas el protocolo de actuación de la SEP.
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El regreso a las aulas
Para cuando las entidades estén en semáforo verde, la SEP creará Comités Participativos de Salud Escolar, con los cuales mantendrá la relación con las escuelas y los hospitales o clínicas más cercanas, para vigilar la adecuada limpieza y sanitización de las aulas, así como el cuidado del personal escolar.
Además, Esteban Moctezuma dijo que para regresar a las aulas en semáforo verde, las maestras y maestros se vacunarán contra la COVID-19 de manera prioritaria, y cuando se llegue a detectar a un enfermo, la escuela cerrará por 15 días.
En Estados Unidos
La guía del CDC contempla el uso de cubrebocas, distanciamiento social y detalla que la vacunación de los maestros es importante, pero no un requisito para la reapertura. “Incluso después de que los maestros y el personal estén vacunados, las escuelas deben continuar con las medidas de mitigación para un futuro”, dice la guía.
Un primer paso para determinar cuándo y cómo reabrir de manera segura implica evaluar el nivel de transmisión comunitaria.
“Los administradores escolares, en colaboración con los funcionarios de salud pública locales, deben evaluar el nivel de riesgo en la comunidad y la posibilidad de un caso en una instalación escolar, la probabilidad de que un caso conduzca a un brote y las consecuencias de la transmisión dentro de la escuela”, dicen los CDC.
“Las escuelas son esenciales para satisfacer las necesidades nutricionales de los niños y muchos consumen hasta la mitad de sus calorías diarias en la escuela”, dice la guía estadounidense, por eso es que se tendrán que cancelar las barras de alimentos, y en su lugar tener alimentos individuales.
Además, de acuerdo con la guía, los estudiantes, maestros y personal que hayan estado en contacto cercano con casos positivos de COVID (por un tiempo de 15 min) no deben regresar a la escuela en persona hasta que hayan completado su cuarentena.
En Estados Unidos los sindicatos de docentes se habían resistido a un regreso a clases, pero ya bajo la administración de Biden han empezado a expresar confianza. Por ejemplo, la Asociación Nacional de Educación, el sindicato más grande, manifestó que el nuevo gobierno tenía un enfoque más científico, lo que los abre a la idea de volver a dar clases.
México se queda atrás en el protocolo que tiene para reactivar la economía y la educación, demandas que han afectado sobre todo a las mujeres del hogar, quienes han tenido que doblar sus horarios de cuidado y trabajo por las clases en línea.
