¿Cambiaron narco por huachicol?

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Solo en 7 estados no hay robo de combustible

Por: Axel Chávez

“Halconear”, la palabra que se se volvió cotidiana en la época en que Heriberto Lazcano Lazcano, El Lazca, controló a Los Zetas en Hidalgo, su estado natal.

“Hidalgo fue de Los Zetas, del señor Lazcano”, dice una mujer mayor en colonia el Tezontle, en Pachuca, afuera de la iglesia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos, que El Lazca mandó a construir.

Los halcones han vuelto, pero ya no vigilan El Tezontle, las narcotienditas, los sembradíos de mariguana y los laboratorios para elaborar droga sintética, sino los ductos de Pemex.

En Santa Ana Ahuehuepan, en el municipio de Tula –donde alrededor de 200 personas retuvieron a tres militares el 13 de enero y amenazaban con lincharlos después de que señalaran a uno de haber disparado contra un poblador, al que los soldados identificaban como huachicolero– los halcones son adolescentes en motonetas, que informan por celular del ingreso de un convoy del Ejército o la Policía Federal.

La estructura criminal, revelan pobladores, la estableció un jefe criminal conocido como La Parka, y que el gobierno del estado identificaba como Julio César Zúñiga Cruz.  

Tula es una de las zonas más afectadas por el robo hidrocarburo, sin embargo, la red del saqueo y tráfico de gasolina se extiende por 23 municipios, desde Huichapan hasta Cuautepec.

Pese a ello, el secretario de Seguridad Pública del estado, Mauricio Delmar Saavedra, afirma que el negocio de la extracción y comercio ilícito de combustible ya no está a cargo de Los Zetas, sino de células pequeñas, conformadas incluso por “familias”.

Delmar Saavedra reconoce que el huachicoleo ha generado delitos transversales, como robo de vehículos con violencia y trata de personas, al cooptar menores de edad que utilizan como halcones o para distribuir la gasolina; además, reconoció que tienen armas.

“Hemos detenido chavitos de 13 años conduciendo vehículos con hidrocarburo. Eso podría tipificarse hasta como trata de personas”, dijo el mando. “Chavitos”, también, con armas de uso exclusivo militar, como el AK-47.

Puebla

Después de Hidalgo está Puebla, estado que se encumbró en 2016 como el paraíso del huachicol. Su epicentro es San Martín Texmelulcan, donde la madrugada del 19 de diciembre de 2010 explotó un ducto que dejó 30 personas muertas, 12 de ellas menores de edad; 83 casas con daños parciales, 32 con pérdida total y 20 autos calcinados en un radio de 3 kilómetros.

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En 2016, Pemex detectó 75 tomas clandestinas en ese municipio; en 2017, 303; y hasta 2018, 300. Estas 300 fuentes del huachicol superan las halladas en cada uno de los siguientes 16 estados: Baja California, Chiapas, Chihuahua, Aguascalientes, Coahuila, Ciudad de México, Durango, Michoacán, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco y Yucatán.

En el gobierno de Rafael Moreno Valle (2011-2017), en Puebla, el número de municipios que presentaban robo de combustible pasó de 16 a 24; sin embargo, con Gali Fayad (2017-2018) fueron identificados 67 como vulnerables al saqueo de crudo: diez en estatus prioritario, diez prioritario crítico, que son los que integran el denominado Triángulo Rojo (Palmar de Bravo, Tepeaca, Quecholac, Acatzingo, Acajete, Amozoc, Huejotzingo, San Matías Tlalancaleca y Esperanza) y 47 como preventivo, reveló el exmandatario panista en su primer informe.

Guanajuato

Por el tren de refinación Antonio M. Amor, que procesa 220 mil barriles diarios, Guanajuato tiene puntos de los más ordeñados de México, como León, Salamanca, Silao, Pénjamo e Irapuato.

En 2015, esta entidad ya se había ubicado como el centro de operaciones de los gasotraficantes: Por los kilómetros ductos que cruza combustóleo en ese territorio, Los Templarios y La Familia Michoacana disputaban la rentabilidad del huachicoleo, lo cual también repuntó la violencia en municipios como Celaya, Valle de Santiago, Abasolo, Cortázar y Apaseo el Alto.

En 2017, Guanajuato fue nuevamente el centro de la actividad criminal del huachicol, donde los cárteles Jalisco Nueva Generación y Santa Rosa de Lima disputaban la plaza, reconoció Bernardo Ramírez García, comandante de la 16 Zona Militar, en julio pasado.

Jalisco

En Jalisco, que también integra el principal corredor del saqueo de crudo, los Cárteles Nueva Generación y La Nueva Plaza libran una batalla por el control de las rutas de droga y el comercio ilícito de gasolina en el que Tlajomulco es el municipio más vulnerable, ya que pasó de 3 perforaciones a ductos en 2004, las primeras que fueron descubiertas ahí, a 157, en 2018, de acuerdo con solicitudes de acceso a la información dirigidas a Pemex.

El Arenal y Zapotlanejo igualmente son puntos para el hurto de combustóleo a cargo del crimen organizado.

Estado de México

En el Estado de México, el robo se ha focalizado en Axapusco y Otumba en los últimos seis años, con 238 y 270 tomas. Este negocio es peleado por dos grupos: La empresa, una célula criminal de La Familia Michoacana, y Guerreros Unidos, escisión de los Beltrán, asociada con la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa.

¿Quién ordeña en Hidalgo?

Dos agentes de la Policía Investigadora muertos a consecuencia de un enfrentamiento con presuntos huachicoleros en la carretera federal Portezuelo-Huichapan, el 13 de enero; dos más ya habían sido asesinados en Cuautepec y en Tulancingo. La Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo registra 32 incidentes en los que probables chupaductos han realizado detonaciones, con cuatro agentes lesionados, desde septiembre de 2016.

Pero, si no son los cárteles, ¿quiénes saquean el combustible de los mil 163 kilómetros de ductos en el estado?

La Secretaría de Seguridad identificaba a tres líderes huachicoleros que disputaban la plaza de Hidalgo a quienes desligaba de cárteles: El Vikingo, El Tornillo y La Parka, todos asesinados. Este último, el 19 de enero en Mixquiahuala, un día después de la explosión de un ducto de Pemex en Tlahuelilpan que ha dejado más de cien muertes.

Que esto haya sucedido –y no por intervención de corporaciones de seguridad– es una señal de alerta, reconoció el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad.

“No creo que haya un vengador anónimo que nos esté ayudando. Me preocupa que pueda ser parte de una estrategia de otro huachicolero, que esté pensando en convertirse en un cártel y desapareciendo a los demás huachicoleros”, dijo en entrevista con La Silla Rota.

En el caso de Puebla, las autoridades tampoco acreditan el asentamiento de cárteles, aunque en ese territorio han sido abatidos líderes de organizaciones criminales, como Ricardo Arturo Pacheco Tello, el 30 de julio de 2017. Apodado El Quino, este sujeto era considerado el principal líder del Cártel Jalisco Nueva Generación en Veracruz.

Asimismo, ahí han sido detenidos Juan Terán Regalado, capo del cártel del Itsmo de Tehuantepec; El Lalo, de nombre José Eduardo González o Ángel Hernández, quien controlaba el negocio del robo de hidrocarburo en el triángulo de Puebla, y Ángel Villalobos Arellano, líder de Los Rojos, grupo delictivo con sede en Guerrero.

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