El artículo 4º de la Constitución mexicana establece que toda la ciudadanía tiene derecho a una alimentación nutritiva y suficiente. Sin embargo, hoy no todas las personas en el país tienen garantizado el acceso a la alimentación.
En agosto de 2021, el Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) publicó los resultados de su última medición de la pobreza en México. De acuerdo con el informe, el 22.5% de la población se encuentra en condiciones precarias relacionadas a la falta de una alimentación nutritiva.
Una situación mundial
En el mundo, hay 810 millones de personas que padecen hambre, según The Hunger Project, una organización dedicada al estudio en políticas para erradicar el hambre en el mundo.
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De esas personas, el 94% (760 millones), se encuentran en Asia, África y América Latina, es decir, las regiones del mundo donde se encuentran la mayor parte de los países en desarrollo.
En México la situación que no mejora
Las fuentes disponibles para medir este fenómeno en México muestran una situación en la que miles o millones de personas están desnutridas y en situación de inseguridad alimentaria.
Coneval reporta que poco más de 28,000,000 de personas en el país viven en pobreza alimentaria, por ejemplo.
En cuanto a la población infantil, los datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2018 exponen que hay 881,752 niños y niñas con desnutrición crónica, es decir, con desnutrición que ha afectado su crecimiento. El golpe no es el mismo para todas las personas, en las zonas urbanas, el 7.7% de la población infantil sufre de esta afectación, mientras que en zonas rurales, la cifra es de 11.2%.
¿Qué origina estos problemas? De acuerdo con el Coneval, la causa principal de la desnutrición y seguridad alimentaria es la pobreza. Sin un ingreso estable y seguro, hay algunas personas que no pueden cubrir las necesidades más básicas, como comer.
No todas las personas pobres están desnutridas o viven en esta situación, pero la tendencia en el país es que cada vez haya más gente en estas condiciones. Los datos del Coneval lo muestran: de 2018 a 2020, el número de personas en pobreza pasó de 51.9 a 55.7 millones de mexicanos.
Las estimaciones derivadas de la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares 2020 muestran que el 46.7% de los hogares mexicanos manifestaron preocupación sobre la falta de comida; el 12.6% de los hogares, efectivamente, se quedaron sin comida y sin dinero para comprar más alimentos.
Los efectos van más allá que solo el hambre
México Social, un proyecto dedicado a analizar problemas sociales del país, explica que el fenómeno es generado por políticas de bienestar ineficientes. De acuerdo con los y las expertas, el problema no es atendido adecuadamente por las autoridades de cada estado y, por lo tanto, continúa creciendo.
Lo anterior queda reflejado en datos de la Secretaría de Salud. Las personas que debido a la desnutrición e inseguridad alimentaria deben ser atendidas en centros de salud pública aumentaron de 2020 a 2021.
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Estos datos son solo de las personas registradas en los reportes de la Secretaría y, como México Social apunta, existe una cifra negra de personas que no tienen acceso a los centros de atención.
La pobreza alimentaria ha aumentado y el riesgo de morir de enfermedades derivadas también. Falta más atención a esta actividad primaria para las personas.
