Sandra Morales
El pasado 27 de febrero se declaró en la Cámara de diputados el 9 de marzo como “El día nacional sin nosotras”, el cual en 2024 sería la cuarta vez en ocurrir en México.
Con 370 votos a favor, 0 en contra y 0 abstenciones, la Cámara de Diputados aprobó el dictamen por el que se declara el 9 de marzo de cada año se conmemore esta fecha en México, cuyo resultado es paralizar hasta el 40% de la fuerza laboral y el trabajo no remunerado. El dictamen fue turnado ahora al Senado de la República.
Si bien el paro nacional de mujeres es una forma de protestar por las condiciones laborales injustas y la violencia, esta protesta ha ido perdiendo visibilidad en los últimos años.
Esto se debe a que las instituciones han optado por invitar a no asistir u otorgar permisos a las mujeres para ausentarse de sus lugares de trabajo y centros educativos y organizan acciones alternativas o simplemente suspenden las actividades.
Esto ha causado un gran descontento entre las mujeres y se han externado diversas opiniones en redes sociales y plataformas como Tiktok en la cual las opiniones apuntan a que “una protesta no necesita pedir permiso” o “cuando una mujer desaparezca no me van a dar el día libre previamente” criticando que las empresas lucran con este día auto denominándose aliados por no tomar acciones en contra de quienes deciden sumarse a este paro.
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Importancia del 9M
En 2020 por primera vez se convocó a un Paro Nacional de Mujeres el cual se tituló “Un día sin nosotras”. Fue una protesta por la violencia de género, el número de feminicidios que sigue siendo alarmante en México y la falta de reconocimiento del trabajo de cuidados no remunerado que realizan mayoritariamente las mujeres. La idea detrás de la propuesta fue convocar a las mujeres a ponerse en huelga y ausentarse de sus actividades cotidianas durante un día para mostrar el impacto que tienen en la sociedad y para exigir acciones concretas por parte del gobierno y la sociedad para combatir la violencia hacia las mujeres y promover la igualdad.
Es entonces que esta protesta que buscaba visibilizar la importancia de las mujeres en la sociedad y protestar contra la violencia de género y la desigualdad se ha ido repitiendo año con año. Desde entonces, cada 9 de marzo se convoca a las mujeres a no asistir a sus trabajos, escuelas ni realizar actividades económicas o de cuidado en sus hogares de manera que las figuras masculinas sean quienes se hagan cargo de ellas además de las propias.
Cabe destacar que este tipo de movimientos también han tenido fuerza en varios países además de México como Argentina y España.
Es importante destacar que este tipo de acciones son parte de un movimiento más amplio que solo protestar un día, se trata de la lucha constante por los derechos de las mujeres y la igualdad de género, y su objetivo de generar conciencia y presionar a las autoridades para que tomen medidas efectivas para proteger a las mujeres y las niñas, así como promover la igualdad en todos los ámbitos.
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El impacto del 9 de marzo
Durante el paro, se espera que haya una disminución en la actividad económica en sectores como el comercio, los servicios, la producción y la mano de obra en general, ya que muchas mujeres optan por no asistir a sus trabajos, realizar compras, ni llevar a cabo tareas domésticas.
Es importante tener en cuenta que, si bien el impacto económico puede ser relevante en el corto plazo, el objetivo principal de este tipo de movimientos es llamar la atención sobre cuestiones sociales y promover cambios significativos términos de equidad salarial y derechos laborales, valorizando el trabajo de las mujeres a partir de sus aportes a la economía del país, ya que el trabajo del hogar y cuidados es una fundamental para sostener los trabajos formales.
En 2020 un informe realizado por BBVA estimó que el impacto económico sería de casi $35,000 millones de pesos de los cuales más de $23,000 millones corresponderían a trabajos remunerados y el resto a trabajos domésticos y de cuidados, siendo los sectores de salud y educación los más afectados. Pero la cifra arrojada por la CONCANACO fue de $30,000 millones de pesos. Esto debido a que influyen muchos factores en la participación como el número de mujeres que se unen a la protesta así como los sectores que más impacto tienen.
Es importante tener en cuenta que el impacto económico exacto de esta protesta puede ser difícil de cuantificar con precisión y que las percepciones sobre su efectividad pueden variar dependiendo de diferentes puntos de vista políticos y sociales.
Si bien una protesta sirve como una expresión colectiva de descontento, inconformidad o demanda hacia una institución, gobierno, empresa u otro actor relevante, esta es desmeritada al no tomar acciones de las demandas que se piden en ella. El 9M surgió como una protesta, pero las protestantes afirman que ha perdido valor debido a que las instituciones y empresas se han apropiado de ella, tomando acciones para disminuir el impacto.
Las protestas son herramientas importantes para el cambio social y político, sirviendo para expresar preocupaciones, presionar por reformas y promover la participación ciudadana en la vida democrática, históricamente han ayudado a tener sociedades más justas y seguras.
