No solo las personas recurrieron al endeudamiento para hacer frente a la crisis económica generada por la COVID-19. En los primeros nueve meses de 2020, los gobiernos estatales han generado, en promedio, 4,217 pesos por habitante por concepto de deuda pública.
Sin embargo, hay estados que presentan niveles muy superiores que otros. Por ejemplo, si eres de Nuevo León, Chihuahua, Quintana Roo, Coahuila o CDMX tus gobernantes han solicitado entre 9,300 y casi 14,000 pesos por habitante. Más del doble del promedio de los 32 estados.
Por el contrario, Tlaxcala destaca como la única entidad que no solicitó ningún tipo de financiamiento en este año, por lo que si vives ahí tu gobierno no pidió prestado en tu nombre.
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Guanajuato, Puebla, Guerrero y Querétaro, por su parte, fueron los estados que menos deuda contrajeron por habitante, por lo que si vives en alguno de esos estados, tu gobierno local solicitó entre 82 y 789 pesos por ti.
¿Cuánto pidieron prestados en total los gobiernos estatales?
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) la deuda pública de las 32 entidades en 2020 sumó 560,878 millones de pesos -10,260 millones más que el año anterior-.
Esta cifra es superior a todos los recursos que la Federación ha gastado en la función presupuestaria -clasificación del presupuesto público que atiende los distintos objetivos del gobierno- de Salud en el mismo periodo (421,977 millones de pesos).
Yucatán lidera con el mayor incremento de deuda
Hasta el 30 de septiembre la entidad gobernada por Mauricio Vila (PAN) lidera a las 32 entidades con un incremento de 32.8% respecto al mismo periodo del año anterior. En 2019 el gobierno de Vila generó una deuda por 1,704 pesos por habitante, para este año incrementó hasta 2,263 pesos por persona.
En segundo lugar se encuentra Jalisco (MC) con un incremento en su deuda de 26.2%. Le siguen Baja California (Morena), Aguascalientes (PAN) y Nayarit (PAN) con incrementos de entre 7.9% y 9.7% respecto al año pasado.
En el otro extremo, dejando de lado a Tlaxcala (PRI) que no generó nueva deuda pública, Querétaro (PAN) es la entidad que más redujo la generación de nueva deuda en este año con una disminución de 54.4% respecto a 2019.
Le siguen Sinaloa, Oaxaca, Hidalgo y Guerrero (todos con gobiernos priístas) con reducciones que van de entre 8.3% y 12.9% respecto al monto de nueva deuda generada el año previo.
Las implicaciones de la deuda pública
De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) la deuda pública por sí sola “no es buena ni mala” y sus implicaciones dependen del uso que se le dé.
Bien utilizada, a través del financiamiento de obras públicas o de inversión, puede detonar “la inversión, desarrollo económico y bienestar para las personas”.
Sin embargo, utilizada para pagar deudas pasadas o para gasto corriente -recursos que se destinan para la adquisición de bienes y servicios que permiten el funcionamiento del gobierno y no incrementa el patrimonio-, puede “comprometer las finanzas públicas, la operación del Gobierno y la provisión de servicios a la población”.
El problema en México, como lo ha documentado el centro de investigación México Evalúa, es que gran parte del financiamiento solicitado por los gobiernos locales ha sido irresponsable y se utiliza para financiar el gasto corriente.
Falta ver cómo termina la deuda de las entidades en un año tan complicado como lo fue en 2020, especialmente en aquellas que cambiarán sus gobiernos en las elecciones del próximo año.
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