ONU hace un llamado urgente a la cooperación global ante la crisis del agua

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Australia quiere sacrificar a sus camellos. En África, unas cabras débiles y flacas son transportadas a medio morir encima de una carreta y en México, el Diario Oficial de la Federación dio inicio de emergencia” por sequía excepcional desde el 2022. Nos estamos quedando sin agua.

Cada año, desde 1993, se celebra el Día Mundial del Agua el 22 de marzo, una jornada para concientizar sobre su importancia y los diversos desafíos relacionados con su uso y conservación. 

Cada año se selecciona un tema particular para enfocar la atención; en este 2024 el tema elegido es “Agua para la paz”, un recordatorio de la necesidad de promover la paz y la cooperación en la gestión y distribución equitativa de este recurso vital para la humanidad.

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FOTO: CUARTOSCURO.

El reconocimiento de que el agua es un medio para tener paz se centra en que sin agua pueden surgir conflictos entre diversos grupos sociales, exacerbando las tensiones y generando discordias en comunidades que la comparten.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) revela una realidad preocupante: más de 3,000 millones de personas dependen del agua que cruza fronteras nacionales, pero sólo 24 países cuentan con acuerdos formales de cooperación internacional en materia hídrica. 

Esta disparidad en la colaboración y la falta de acceso equitativo, ponen en evidencia la fragilidad de un sistema que debería garantizar un recurso tan básico como el agua para todos.

Los conflictos por el agua ya no son meras posibilidades futuras, sino realidades latentes en muchas regiones del mundo. 

“El cambio climático y el constante aumento de la población han exacerbado la incertidumbre en torno al acceso y la disponibilidad de agua, generando tensiones que podrían desembocar en crisis más profundas si no se toman medidas urgentes y efectivas”, asegura Felipe Arregín Cortés, presidente del Consejo Consultivo de la Asociación Mexicana Hidráulica.

“Es importante comprender que el acceso equitativo al agua potable no solo es una cuestión de justicia social, sino también un pilar fundamental para la paz, la estabilidad y el desarrollo sostenible a nivel global”, explica para Cuestione el especialista. 

Para Arregín Cortés, la cooperación entre países, la implementación de políticas de gestión responsable del agua y la concientización sobre la importancia de este recurso, son pasos cruciales hacia un futuro donde el agua sea un medio de unión y prosperidad, en lugar de fuente de discordia y conflicto.

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Secos y sedientos: 2050

En un llamado urgente ante el mundo, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha lanzado una advertencia; la demanda global de agua potable se proyecta a crecer más del 40% para el año 2050. Esta predicción, revela que una cuarta parte de la población mundial se quedará sin agua  en 26 años. 

Las palabras de Guterres resonaron en la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU, donde señaló con gravedad que las tensiones relacionadas con el acceso al agua están aumentando en todas las regiones del planeta. 

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“Esta no es una amenaza lejana o abstracta; es una realidad palpable que ya afecta a millones de personas y que podría desencadenar conflictos de proporciones alarmantes en un futuro cercano”, asegura Arregín Cortés.

El informe presentado por Guterres revela que tres cuartas partes de los 193 Estados miembros de la ONU comparten recursos hídricos como ríos o lagos con sus vecinos. Esta cercanía geográfica, se convierte en un factor de tensión adicional en un mundo donde la demanda de agua potable supera con creces la capacidad de suministro sostenible.

“La migración forzada, la competencia por recursos limitados y la inestabilidad social, podrían convertirse en la norma si no se toman medidas concretas y urgentes para abordar esta crisis”, concluye Felipe Arregín.

Desentrañando los conflictos

En su artículo El poder del agua en la construcción de un mundo armonioso del Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental, los conflictos por el agua se pueden categorizar por el uso, entre usuarios, intergeneracionales, interjurisdiccionales e institucionales.  

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Por uso es cuando el agua no es suficiente ni en cantidad, ni en calidad para los diferentes usos como el riego, la minería, el abastecimiento potable. Entre usuarios, es donde entran en juego diferentes actores que comparten el recurso; con actores no usuarios: los conflictos se producen por terceros que no tienen competencia directa con el uso del agua como por ejemplo la deforestación, construcciones que limitan la infiltración, entre otros. 

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También están los conflictos intergeneracionales, interjurisdiccionales e institucionales en donde existen tensiones entre objetivos y competencias entre lo político administrativo y puede ser a nivel local como global.

Por otro lado, el Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental agrega que el agua también puede desempeñar tres papeles fundamentales; como un factor que desencadena el conflicto, como arma cuando se utiliza como medio de control sobre un territorio o población o como amenaza cuando los sistemas de agua o los servicios públicos son objetivos de violencia intencional

Estrategias para la gestión compartida del agua

Organizaciones civiles y especialistas en gestión del agua como Felipe Arregín Cortés, coinciden en que para prevenir y resolver conflictos relacionados con el agua, se deben implementar estrategias de cooperación y gestión compartida a diferentes niveles, ya sea local, nacional, regional o internacional. 

Algunas de estas estrategias incluyen la negociación de acuerdos y tratados, el fomento del diálogo entre comunidades y grupos sociales, la implementación de políticas efectivas para la gestión sostenible del agua y el fortalecimiento de capacidades institucionales.

“Es esencial que estas estrategias consideren aspectos ambientales, sociales y económicos para asegurar soluciones equitativas y justas”, precisa Arregín Cortés. 

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El especialista mexicano enfatiza en que el acceso al agua es un derecho humano fundamental y que todas las formas de vida dependen de este recurso. Para promover una gestión adecuada del agua, se recomienda la cooperación entre instituciones proveedoras de agua, industrias, agricultura y otros sectores.

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La ONU propone acciones específicas, como la creación de acuerdos internacionales en las cuencas compartidas entre países para garantizar la cooperación transfronteriza. 

A nivel individual, se sugiere el ahorro de agua en la vida diaria, la exigencia de rendición de cuentas a representantes políticos y empresas respecto al agua y la adopción de hábitos más sostenibles, reducir el consumo de productos innecesarios y promover estilos de vida más conscientes sobre su uso. 

De acuerdo con la ONU, comprender la complejidad de los conflictos del agua es fundamental para encontrar soluciones efectivas que promuevan una gestión equitativa, sostenible y pacífica sobre un recurso esencial para la vida y la paz.

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