Cuando el gobierno federal canceló la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad México, el NAIM, dijo que era para “rescatar el lago”. Ahora sabemos que en su lugar estará el Parque Ecológico Lago de Texcoco (PELT).
El problema es que este proyecto representa una amenaza para las más de 300,000 aves que transitan y 250 especies de ellas que viven en la zona, nos dice Patricia Escalante, investigadora del Instituto de Biología de la UNAM y especialista en las aves del Lago de Texcoco.
Como en otros megaproyectos, como el Tren Maya o el Bosque de Chapultepec, para el proyecto de parque tampoco hay Plan Maestro ni la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA). Pero eso no ha impedido que se hayan asignado contratos y que ya hasta se considere inaugurarlo el próximo año, de acuerdo con el arquitecto Iñaki Echeverría, líder del proyecto.
La medicina del gobierno federal para revertir el NAIM, puede resultar peor que la enfermedad, ya que esta construcción de parque urbano –que será 15 veces más grande que el Bosque de Chapultepec– pondrá en riesgo especies en peligro de extinción que habitan en la zona del Lago de Texcoco, como el chorlito nevado.
Además, los paneles solares, que presume el video de su presentación, crearán un efecto reflejante, como el de un espejo, que podría confundir a las aves con espejos de agua y estrellarse contra ellos, o bien, podrían hacer que por la iluminación, pierdan la ruta de su camino y simplemente perderse y no regresar jamás, nos explica Escalante.
El Parque Ecológico tendrá un cine al aire libre, canchas de béisbol y de squash, una ciclovía, una pista de patinetas y zonas donde las personas puedan ir a hacer “picnics”. Todo esto para convertirse en uno de los parques más grandes del mundo, según el proyecto para el cual el gobierno de López Obrador inyectará más de 17,000 millones de pesos. Esto, en plena recesión económica.
En lugar de tener un rescate real de la cuenca, considerada como el gran vaso regulador de la Ciudad de México, el proyecto también pone en riesgo la flora y fauna del lugar. Por eso, la bióloga Patricia Escalante, nos dice que lo mejor sería dejar el lago tal y como está, pues “ese sería el verdadero rescate”.
Parque Ecológico Lago de Texcoco. Fuente: Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
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#ManosAlaCuenca
Este proyecto también ha sido criticado por las personas que habitan en Texcoco, pues “busca crear una zona de restauración a través de un proyecto urbano”, mientras que los pueblos proponen que se convierta en un Área Natural Protegida, como originalmente prometió el gobierno de López Obrador”, nos dice César del Valle, integrante Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco (FPDTA).
Lo que proponen los habitantes de Atenco, quienes habitan a unos 15 kilómetros del Lago de Texcoco, es un plan integral que comience por reparar la devastación en las zonas mineras, provocada por los primeros trabajos del NAIM, el cual ya fue presentado y se llama #ManosALaCuenca.
Antes de este nuevo proyecto, tanto los pobladores, como personas de la academia, ecologistas y ambientalistas, se opusieron a la construcción del NAIM, a través del movimiento #YoPrefieroElLago, por considerarlo un ecocidio, ya que pondría en riesgo la vida de más de 300 mil aves, (tal y como lo haría el nuevo proyecto del parque urbano).
El plan de los pobladores es que no solo se rescate la zona del lago, sino toda la cuenca, desde las montañas, donde nacen los nueve ríos y desembocan en la zona del lago de Texcoco y toda la zona del Valle de México, nos explica también Arturo Cando, miembro del colectivo #YoPrefieroElLago.
Además, el Parque Ecológico se construiría en terrenos que no tienen certeza jurídica, pues se encuentran en litigio desde que se canceló la construcción del aeropuerto, por lo que tendría que resolverse los juicios con las empresas y propietarios de estos fragmentos para la construcción del proyecto, de acuerdo con los integrantes del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra de Atenco y #YoPrefieroElLago.
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Premian (otra vez) a empresa favorita del gobierno
En 2016, la constructora Ingenieros Civiles Asociados (ICA) ganó un contrato por más de 7,000 millones de pesos para construir las plataformas del NAIM, en el gobierno de Enrique Peña Nieto. Y ahora, será la encargada de construir un megavivero en el nuevo Parque Ecológico del gobierno, ahora por un monto de 121 millones de pesos.
Este no es el único contrato que ICA, del empresario David Martínez Guzmán, ha firmado con el gobierno de López Obrador. También estará a cargo de la construcción del tramo 4 del Tren Maya, para el cual el gobierno federal le adjudicó un contrato de 26,000 mil millones de pesos, sin licitación de por medio.
ICA también fue la encargada de la construcción de la Línea 12 del Metro de la Ciudad de México, en 2012, durante el gobierno de Marcelo Ebrard, y que luego fue demandada por el propio gobierno capitalino, pero ya con Miguel Ángel Mancera al frente, por las fallas que hubo en el proyecto.
¿Realmente el NAIM era tan mal idea?
Hace unos días, el presidente Andrés Manuel López Obrador presentó un video en donde se veían las obras abandonadas del NAIM, completamente inundadas por las pasadas lluvias.
“Miren de lo que nos salvamos”, dijo el mandatario, refiriendo que de haberse continuado con la obra, ésta se hubiera anegado.
Consultamos a Gislenne Zamayoa, una de las arquitectas que participó en el desarrollo del aeropuerto, para preguntarle si realmente el NAIM habría sufrido esas afectaciones con las lluvias. La respuesta fue clara: “no”.
“Por el contrario, el NAIM tenía todo un sistema para ser autosustentable. Lo que hubiera pasado es que este sistema hubiera rescatado toda esta agua de lluvia y la hubiera reinyectado al subsuelo. No había forma de que se anegara, como da a entender el señor presidente”, nos dice Zamayoa.
El tuitero @AXL_tw, quien es arquitecto coincide con Zamayoa y explica que la parte inundada que se ve en el video es el sótano (de un total de cuatro niveles que tendría el aeropuerto): “…lo que estamos viendo es el piso más profundo del NAIM, o sea, su SÓTANO… un nivel ‘sumergido’ y calculado con toda intención”.
Con o sin el nuevo aeropuerto de la CDMX, el Lago de Texcoco sigue bajo amenaza por proyectos e inversiones faraónicas que han evadido la responsabilidad ambiental que tienen de cuidar la flora y fauna del gran vaso regulador que es esta cuenca.
