La elaboración de productos de consumo y servicios consume el 96% del agua en el mundo

Compartir:

La huella hídrica se refiere a la cantidad de agua que se utiliza para hacer un producto, representa junto a la oferta de servicios el 96% del consumo de agua y desde hace años es un grave problema mundial.

Como ciudadanía es difícil dimensionar este porcentaje, pero un ejemplo práctico puede ayudarnos a comprenderlo: para que disfrutes tu café por la mañana se tuvieron que utilizar 140 litros de agua en la producción de los siete gramos de café con los que se prepara una taza de esta bebida.

Es decir, se requieren cerca de 21,000 litros de agua para producir 1 kilogramo de café tostado. Es alarmante. 

Te puede interesar: La escasez de agua: más que excepción, ya es la norma

Lejos de lo que pensamos, el consumo de agua que realizamos en las actividades de todos los días -lavar ropa, trastes, bañarnos- no supera el 4% del total. Aunque esto no significa que deba hacerse uso desproporcionado del agua, mucho menos frente a la gravedad de los problemas de sequía que estamos viviendo, como te contamos en esta nota.

La huella hídrica ayuda a especialistas a medir cuántos litros o metros cúbicos se necesitan para fabricar un producto u ofrecer un servicio y considera si el tipo de agua que se usa es de lluvia o nieve (agua verde), si se recolecta por mecanismos construídos por el hombre (agua azul) y el agua que ha sido contaminada en los procesos industriales (agua gris).

El 25% del consumo de agua a nivel mundial lo hace la industria química

La industria química representa un consumo del 25% del agua a nivel mundial, aunque la mayor parte de las instalaciones tienen un sistema de recuperación que permiten reutilizarla, de acuerdo con Fundación Aquae -organización que busca impulsar la educación, el apoyo a la sostenibilidad y la difusión de modelos sostenibles y el respeto al medio ambiente.

En segundo lugar se encuentra la industria agroalimentaria y las explotaciones ganaderas que consumen un 17% que incluyen a empresas de productos chatarra y refresqueras que sólo en México extraen 133,000 millones de litros de agua para sus procesos.

El 13% del consumo del agua se destina a la producción y transformación de metales, en la que el proceso para fabricar cosas de acero requiere sistemas de refrigeración que utilizan grandes cantidades de agua.

El sector minero consume el 7% en sus procesos, principalmente para los sistemas de refrigeración que requieren los molinos con los que se liberan y concentran los minerales que se extraen, también con ayuda de grandes cantidades de agua. 

También puedes leer: Falso que a Samuel García, gobernador de Nuevo León, no le toque encargarse del abastecimiento de agua en su estado

Además, las industrias que producen disolventes orgánicos utilizan un 5% del recurso agua y las de gestión de residuos solamente el 1% suministran agua en camiones cisterna para uso sanitario, y reutilizan el agua de lluvia.

Al año el consumo de agua de la industria manufacturera en todo el mundo es de alrededor del 10% y representa el 4.4% de la huella hídrica total. Con el aumento de la población, de los hábitos de consumo e incluso para el desarrollo de nuevas tecnologías, se incrementa la demanda, agudizando y acelerando el problema de la escasez del agua.

Cada vez hay menos agua para el consumo humano

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México el 76% del agua se utiliza en la agricultura, el 14% se usa en el abastecimiento público; el 5 %, en las termoeléctricas y 5% se destina a la industria.

El INEGI también indica que la sobreexplotación de los acuíferos -que son formaciones rocosas que guardan agua del subsuelo- ha ido en aumento y registra que “en 1975 había 32 acuíferos sobreexplotados; en 2004 eran 104 y en 2019 eran 157”.

Quizás te guste: Mala gestión del agua en México está generando una sobreexplotación en las cuencas

También es preocupante que la cantidad anual disponible de agua potable para cada habitante en México ha disminuído drásticamente por el crecimiento de la población desde 1910 cuando se calculaban 31,000 mil metros cúbicos (m³) por persona.

El INEGI reporta que en 1950 se disponía alrededor de 18,000 m³; en 1970 disminuyó a 10,000 m³; en 2005 era de 4,573 m³ y para 2019 se calcularon a 3,586 m³ por cada habitante de México al año.

El impacto que tiene la producción de los alimentos, bebidas, bienes y servicios de consumo cotidiano en el medio ambiente es devastador. La mayoría de lo que consumimos tiene una importante huella hídrica: 1 kilogramo de carne de res requiere 13,000 litros para producirse; 1 kilogramo de pollo 3,920; 1 camiseta de algodón 2,700 litros de agua y un kilogramo de papel necesita 2,000 litros.
No es suficiente con ahorrar en el gasto de agua cotidiano, sino también reflexionar sobre los productos que compramos y cuánto daño pueden hacerle al planeta.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.