Excluyendo a las comunidades, se alista inauguración del Parque Ecológico Lago de Texcoco

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Con una visión ecoturística que no tomó en cuenta los intereses y necesidades de las comunidades vecinas -muchas de ellas en extrema pobreza-, el gobierno federal se alista para inaugurar el 30 de abril de 2024 el llamado Parque Ecológico Lago de Texcoco, que se construye en los terrenos del cancelado Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM).

Luego de que en enero de 2019 el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció la cancelación del NAIM, en junio de 2020 el mandatario adelantó que en los terrenos de lo que iba a ser el nuevo aeropuerto se construiría un parque ecológico, y dijo -sin precisar cifras- que ya estaba autorizado el presupuesto para tal obra.

Casi cuatro años han pasado de ese anuncio y -entre críticas y felicitaciones- el proyecto ha avanzado en un 80%, por lo que -según las autoridades- se espera que con una inversión de $5,240 millones de pesos, el Parque Ecológico Lago de Texcoco cumpla su objetivo de lograr la recuperación hídrica y ecológica de más de 14,000 hectáreas en esa zona.

Sin embargo, el sociólogo y doctor en Ciencias Políticas y Sociales César Pineda nos aclaró que durante 100 años la zona del Lago de Texcoco, en el Estado de México, “ha sido trastocada por decisiones estatales ajenas a los pueblos y comunidades, las cuales han provocado un gran desastre ecológico”. 

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El especialista en movimientos sociales recordó que esa región padeció decisiones gubernamentales para la construcción de un nuevo aeropuerto en Texcoco en 2001 y 2014, que ignoraron la visión de los pueblos para la gestión de las aguas y la tierra.

“La forma de gestionar el agua de manera estatal ha priorizado ahora un parque que sí tiene efectos ecológicos para renovar los cuerpos de agua que atraen a las aves migratorias que vienen desde Canadá, pero que a la vez tiene una visión totalmente turística y de desempeño ecológico de mercado, en lugar de tener un punto de vista eco-comunitario con los propios pueblos”, abundó Pineda.

¿De qué va este Parque Ecológico?

En enero de 2024, el director de la Comisión Nacional del Agua, Germán Martínez, informó que el predio donde el NAIM quedó inconcluso se ha convertido ya en un espacio verde y de recreación, que cuenta con canchas de futbol, basquetbol y béisbol, además de lugares para el esparcimiento familiar.

El funcionario agregó que a futuro se construirán ciclopistas, módulos de venta de alimentos y bebidas, un skatepark y áreas para juegos de pelota. El parque se abrirá a la comunidad y sociedad en general, y se espera beneficiar a cerca de 12.5 millones de personas, además de que se crearán más de 7,600 empleos para la población de los municipios y alcaldías aledañas.

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Martínez abundó que las mejoras buscan atraer a alrededor de 8.7 millones de visitantes al año, convirtiendo al lugar en un punto de encuentro y diversión para residentes y turistas.

Al contrario del optimismo gubernamental, desde agosto de 2020 el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra -movimiento que rechazó los proyectos del aeropuerto en Texcoco– aseguró que el Parque Ecológico “se quedó corto” y no garantiza la conservación ecológica y biocultural de la cuenca de México, además de que se ignoró a las comunidades afectadas por la construcción – y posterior cancelación – del NAIM.

Pobreza y riesgo de inundaciones 

El profesor-investigador de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM César Pineda nos explicó que si bien el proyecto del Parque Ecológico sí ayuda a la reconstitución del Lago de Texcoco, no tomó en cuenta las necesidades básicas de la población que se ubica a las orillas de esta obra.

“Hay una zona de peligro para los habitantes al norte del municipio de Atenco, que es a la vez la zona norte del polígono donde estará el parque. Esa población vive en condiciones realmente infrahumanas, sin servicios, precisamente porque son tierras lacustres, es decir, no se debieron construir casas en un lugar tan bajo a donde llegan las aguas y suelen inundarse”, precisó el académico.

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Pineda, quien ha investigado de cerca al movimiento campesino de San Salvador Atenco y su defensa del medio ambiente, nos indicó que al Parque Ecológico Lago de Texcoco le falta una visión integral que incluya al municipio en las decisiones sobre el proyecto, así como para el cuidado del campo y los cuerpos de agua “como una misma zona ecológica”.

“Con la misma urgencia con la que se ha construido el Parque Ecológico se debió haber atendido la falta de servicios en las zonas populares cercanas a la obra, pues viven en condiciones de insalubridad y riesgo ante inundaciones”, criticó el también estudioso sobre conflictos socioambientales.

Proyecto, “a prueba”

Finalmente, César Pineda concedió el beneficio de la duda sobre las anunciadas bondades del Parque Ecológico Lago de Texcoco, próximo a inaugurarse: “creo que veremos en los siguientes años si realmente hubo una planeación ecológica, o si se impone una visión más urbanística-arquitectónica”.

El investigador del Instituto Mora nos señaló que habrá que ver si la gestión ecoturística con la que se maneja el parque resulta en un proyecto que genere alguna recuperación económica para el Estado o los pueblos vecinos.  

“Creo que va a ser un proyecto deficitario; habrá que ver si funciona realmente como centro de atracciones ecológicas para los visitantes, y si logra mantener la gestión de las aguas -algo muy complicado en esa zona- para recuperar la zona lacustre. Este proyecto está a prueba”, concluyó Pineda.

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