Crimen organizado: el nuevo enemigo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional

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El 1 de enero de 1994 México amaneció en shock. Como nunca antes se había visto en nuestro país, miles de indígenas con pasamontañas y armados con fusiles rudimentarios -o incluso palos- tomaron las cabeceras de los municipios de San Cristóbal de las Casas, Altamirano, Las Margaritas, Ocosingo y Chanal, en el estado de Chiapas.

Era algo inconcebible para un país que acababa de transitar hacia el “progreso” con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá, y a escasos años de la caída del Muro de Berlín, el fin de la “guerra fría” y la desaparición del bloque socialista encabezado por la Unión Soviética.

Es “el fin de la historia”, había advertido el politólogo estadounidense Francis Fukuyama, quien no obstante jamás se imaginó que en México surgiría el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la primera guerrilla de la “posmodernidad”

A 30 años de su levantamiento armado, el EZLN dejó lecciones, sacudió a toda una nación y al mundo entero, pero también tuvo fracasos y objetivos incumplidos. Y sin embargo, aún existe. Desde las sombras, mermado en su poder comunitario y prácticamente desde el silencio, el también llamado movimiento zapatista ahora enfrenta la violencia de los cárteles del narcotráfico.

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Legados

De acuerdo con diversos analistas, el EZLN rompió paradigmas y entre sus logros más importantes están el visibilizar y reivindicar a la población indígena en sus derechos y demandas. “El levantamiento zapatista dio un impulso sin precedentes a la organización de los pueblos indígenas”, dijo Carlos González García, abogado con especialidad en derecho agrario e integrante del Congreso Nacional Indígena (CNI).

González García explicó que a raíz del levantamiento del 1 de enero de 1994, la sociedad en general tomó conciencia de la existencia de los pueblos indígenas y de su situación histórica de dominación y subordinación. Otro legado del EZLN fue contribuir a una reforma del Estado mexicano para incluir el reconocimiento de los derechos y la cultura de los pueblos originarios.

“Ante una sociedad profundamente racista, discriminatoria y excluyente”, los pueblos indígenas lograron un protagonismo en la vida nacional que no contaban antes del levantamiento armado, abundó el abogado.

Fracasos

En contraste, algunos columnistas y medios informativos señalaron los supuestos errores cometidos por el movimiento zapatista, en particular por el protagonismo de uno de sus dirigentes y principal vocero: el subcomandante Marcos.

En un análisis, la revista Proceso advirtió que Marcos estuvo decidido a romper alianzas políticas con el PRD -partido que respaldó al EZLN desde su levantamiento armado-, así como con organizaciones sociales que ofrecieron recursos materiales y financieros a las bases de apoyo zapatistas.

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Otros “fracasos” del EZLNsegún la publicación– fueron sus intentos organizativos para vincularse con la sociedad civil, tales como la Convención y Asamblea Nacional Democrática, el Frente Zapatista de Liberación Nacional y los llamados “Aguascalientes”, que se construyeron en ejidos chiapanecos como puntos de encuentro entre las comunidades zapatistas y las agrupaciones sociales de México y el extranjero, pero “nunca funcionaron”.

Asimismo, a decir de Proceso, el subcomandante Marcos cometió “una serie de errores que le costaron el retiro de simpatizantes importantes a nivel mundial como el (ya fallecido) Nobel de Literatura José Saramago”. Igualmente, el apoyo incondicional que el líder guerrillero le ofreció al grupo terrorista vasco ETA, y su confrontación con el juez español Baltasar Garzón fueron duramente criticados entre la opinión pública y seguidores del EZLN.

Uno de los más recientes desaciertos del zapatismo, escribió la periodista Laura Castellanos, ocurrió en 2017 cuando el EZLN pasó de una posición antielectoral a apoyar a la indígena nahua y vocera del CNI, María de Jesús Patricio, Marichuy, como posible candidata presidencial independiente para las elecciones de 2018.

“Optar por la vía electoral le costó al EZLN el distanciamiento de algunos de sus seguidores y, al final, Marichuy no logró reunir las firmas requeridas para su registro electoral”, explicó la autora del libro Crónica de un país embozado 1994-2018.

¿Al borde de la extinción?

El 1 de enero de 2024, al conmemorar el 30 aniversario de su levantamiento armado, el EZLN reiteró su exigencia de autonomía y denunció la violencia del crimen organizado en Chiapas. “Nosotros vamos a seguir este camino y nos vamos a defender. No necesitamos matar a los soldados ni a los malos gobiernos, pero si vienen nos vamos a defender”, declaró el subcomandante insurgente Moisés.

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Previamente, en noviembre de 2023 –como te contamos en esta nota-, el EZLN anunció la desaparición de los Municipios Autónomos Rebeldes Zapatistas y las Juntas de Buen Gobierno debido a la violencia de grupos criminales, principalmente los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación que se disputan el territorio.

“Las presidencias municipales están ocupadas por lo que nosotros llamamos ‘sicarios legales’ o ‘crimen desorganizado’. Hay bloqueos, asaltos, secuestros, cobro de piso, reclutamiento forzado, balaceras. Esto es efecto del padrinazgo del gobierno del estado y la disputa por los cargos que están en proceso (las elecciones de 2024)”, acusó el subcomandante Moisés, vocero del EZLN y sucesor del subcomandante Marcos.

De acuerdo con un reportaje de la BBC, los cambios anunciados por el movimiento zapatista en su forma de organizarse “nacen del reto de protegerse, ya no del Ejército, sino del avance del crimen organizado”.

En este contexto, el EZLN también anunció una iniciativa para establecer un nuevo modelo de gestión de tierras recuperadas que promueve la colaboración sin distinción de afinidad política o social en Chiapas, a fin de proteger el territorio y anexar a poblaciones asediadas por el narcotráfico.

La intención es crear acuerdos para trabajar colectivamente terrenos que suman más de 40,000 hectáreas en los municipios de Las Margaritas, Ocosingo y Altamirano. Las reglas son: no cultivar drogas, no vender la tierra y negar el acceso a empresas e industrias, además de excluir a los paramilitares.

Ante esta nueva etapa y el asedio del crimen organizado en Chiapas, ¿tendremos EZLN para rato o estamos ante la posibilidad de ver sucumbir a un movimiento que aportó su granito de arena a la consolidación de la democracia en México?

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