“¿Quién va a ser castigado? Porque va solo, va circulando solo. ¿A quién se castiga? ¿Quién fue el que lo hizo?”
Esta fue la respuesta de la alcaldesa de Acapulco, Guerrero, Abelina López, luego del ataque de un grupo de normalistas que tomaron la caseta de Palo Blanco y aventaron un tráiler contra integrantes de distintas fuerzas de seguridad pública el pasado 4 de febrero.
López, la misma funcionaria pública que ya había dicho que el calor es uno de los factores que incrementa los índices de violencia, reaccionó defendiendo su “derecho a disentir” ante las críticas en su contra.
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El presidente López Obrador hizo un llamado al diálogo y a realizar una investigación en un tono que someramente -o no tanto- genera la sospecha de que este acto, como muchos otros, quedará impune.
Los infiltrados de AMLO
“Ya no actúen de esa forma porque ponen en riesgo la vida de otras personas y el revolucionario tiene que cuidar al pueblo y se lucha por ideales, no puede haber rebeldes sin causa, dialoguen”, dijo López Obrador durante su conferencia de prensa matutina de este lunes 7 de febrero.
El mandatario también llamó a los padres de los estudiantes a que “estén pendientes de sus hijos” y lamentó los hechos, acotando que pudo haber “muchos muertos”.
Y además acusó que “tenemos información de que hay gente dedicada a actividades ilícitas, hay infiltrados, en ese movimiento. A lo mejor ni ellos lo saben y por eso lo estoy planteando”.
Una hora de violencia y un tráiler sin control dejan numerosos heridos
Durante el enfrentamiento, 17 agentes de la Guardia Nacional resultaron lastimados y 20 de la policía estatal fueron heridos por artefactos explosivos de creación artesanal, como petardos y bombas molotov.
El altercado tuvo lugar luego de que, por segundo viernes consecutivo, los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa intentaran tomar la caseta de Palo Blanco en la Autopista del Sol México-Acapulco.
Mandos de la Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal intervinieron para tratar de dialogar con los manifestantes -de acuerdo a lo que refiere un comunicado del gobierno estatal-, encuentro en el que, se indica, estuvieron presentes representantes de la Comisión Estatal de Defensa de los Derechos Humanos y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
“Sin embargo, ante la negativa para no realizar su toma de caseta, se inició a la acción de repliegue, situación que derivó en el ataque a los elementos policíacos que aplican el plan operativo federal “Caseta Segura”, especifica el comunicado.
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Fue entonces cuando comenzó el enfrentamiento con los normalistas que duró alrededor de una hora, culminando en el ataque con el tráiler sin conductor contra los elementos policiales en dirección de la caseta de cobro, el cual se impactó contra un módulo de información turística, puestos de comida y una camioneta estacionada.
Tras los hechos, cinco normalistas fueron detenidos, pero liberados más tarde. Otros dos estudiantes tuvieron heridas y fueron ingresados en un hospital de Tixtla de Guerrero.
“¡Quítense, quítense! ¡Va sin chofer, va sin chófer!”
Las escenas documentadas en video son aterradoras. Civiles, miembros de la Guardia Nacional y de la policía estatal tuvieron que correr para salvar su vida ante el tráiler que sin control se abalanzaba hacia ellos.
Luego de esto, los estudiantes se dieron a la fuga en los 10 camiones de transporte comercial que presuntamente habrían secuestrado para su traslado, donde además se habrían encontrado dispositivos explosivos que no fueron detonados.
Más tarde, en una conferencia de prensa, los estudiantes expusieron que habían logrado un acuerdo con la Guardia Nacional para solo realizar un volanteo en la caseta de cobro.
“Lo único que queríamos realizar era un mitin pacífico, se les dijo eso cuando llegamos al lugar”, dijeron y acusaron que los miembros policíacos buscaban el enfrentamiento.
Al parecer, uno de los mandos de la Guardia Nacional inició una revisión de los autobuses en los que se habían trasladado los normalistas, causando su molestia y fue cuando iniciaron las agresiones contra los elementos de seguridad, que respondieron con gases lacrimógenos.
Es un movimiento, no son delincuentes: Abelina López
“Yo digo que hay que llamarlos al diálogo, hay que buscar encauzarlos en la ruta sí de protesta, pero de legalidad. O sea, tampoco podemos hacer y cometer delitos”, se escucha en la voz de la alcaldesa de Acapulco tras el suceso.
Además, resolvió que el trabajo del gobierno es escuchar a los manifestantes, aunque “a veces no gusta el actuar de los movimientos, pero de alguna manera ellos se hacen organizar”.
Y los justificó diciendo que “no son delincuentes, son movimientos. Hay una causa, hay un dolor. Creo que no nos puede desviar del fondo principal de la verdadera delincuencia, a ellos hay que escucharlos, por encima de que nos griten”.
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Con ella coincide Omar García, diputado federal por Morena y promotor de la primera Consulta Popular en México, quien recordó en su cuenta de Twitter la desaparición de 43 normalistas en el estado de Guerrero en 2014, durante el gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto.
“Las manifestaciones que emprenden, las acciones, las protestas que hacen a su estilo, pues obviamente devienen en intervenciones por parte de la fuerza pública y que pudieran devenir en actos de represión con los cuales no estamos de acuerdo”, expresó García en un video en su cuenta de Twitter.
¿Se puede justificar el uso de un vehículo de las dimensiones de un tráiler para agredir a otras personas en una protesta con la pertenencia a un movimiento social?
