Es la madrugada del 20 de enero del 2024 y en un auto rojo hay un muchacho muerto. Un familiar intenta revivirlo; lo abraza del cuello con desesperación pero ya no hay nada que hacer. El vidrio de atrás del vehículo tiene un orificio de bala. Los pobladores de Lerdo de Tejada, en Veracruz, dicen que un policía le disparó a su vecino porque no se detuvo en un retén policial. La víctima es Brandon Arellano Cruz, de 27 años de edad. En sus redes sociales mostraba su gusto por el ejercicio.
La población se enfurece.
– “Amarrenlos, amarrenlos”, grita una señora y señala a los policías que quedan acorralados entre una población enfurecida. “Fueron ustedes, son unos asesinos, su papá vio cuando le dispararon”, añade otra señora y queda registrada en un video que llega a los medios de comunicación.
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– “Esto no se queda así”, sentencia la misma mujer que al inicio del video invita a amarrar a los uniformados. Lo que se observa es el infierno: Brandon asesinado, policías recibiendo patadas, golpes, los vecinos de Lerdo de Tejada rodeándolos, incendiando el palacio de gobierno local, dos patrullas y aplausos porque un vehículo del municipio terminó incinerado boca arriba.
Detrás de esta actitud agresiva hacia las autoridades, de esta desconfianza, “se ve un desencanto de la sociedad en general por la autoridad“, advierte la doctora en sociología Monserrat Espin Carrillo.
En entrevista para Cuestione, la académica asegura que los linchamientos a policías muestran un fragmento de la sociedad resentida que tenemos frente a la indiferencia de las autoridades, refrendando la percepción de que las instituciones de gobierno no están haciendo bien su trabajo, no están brindando seguridad.
Una multitud enloquecida
El asesinato de Brandon Arellano Cruz, presuntamente a manos de un policía, desencadenó una respuesta violenta de la comunidad, que desde la sociología revela una profunda desconfianza y frustración hacia las instituciones policiales.
Desde la óptica de la sociología, el fenómeno de linchamientos a la policía es un reflejo de diversas problemáticas sociales y estructurales que afectan a comunidades específicas. En entrevista para Cuestione, la socióloga Monserrat Espín, docente de la Universidad Tecnológica de México y la Universidad Mexicana, señala que este tipo de eventos no pueden ser comprendidos únicamente desde una perspectiva criminal, sino que deben ser analizados en un contexto más amplio.
La Ley del Talión que aplicaron con severidad los pobladores del municipio veracruzano de 20,000 habitantes recientemente, tiene raíces profundas y ausencia de autoridad; llevan casi tres años sin alcalde y nadie se hace responsable de los atropellos policiacos que se han convertido en costumbre, relatan sus pobladores.
El alcalde electo que tenía la comunidad, Jorge Fabián Cárdenas Sosa, del partido Morena, fue detenido por secuestro en el año 2021. Desde entonces, una síndica es quien dirige la administración municipal. Finalmente, fue la policía estatal de Veracruz quien logró frenar el linchamiento de los policías municipales.
Para la socióloga, los linchamientos a la policía dicen mucho sobre la sociedad mexicana que tenemos: una que históricamente “ha tenido un sesgo de corrupción muy grande… una sociedad desencantada de la autoridad”.
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La socióloga asegura que una de las principales razones que generan la dinámica de los linchamientos es la sensación de impunidad. Espín Carrillo cree necesario regresar a la definición de la palabra linchamiento para entender lo que sucede cuando ocurren. La académica recuerda al francés Gustave Le Bon, de gran influencia por sus aportaciones sobre dinámicas sociales y grupales, y explica a través de él que en los linchamientos participa una multitud agitada que se convierte en un alma colectiva que ya no piensa en lo que está haciendo, se trata de “una multitud enloquecida”.
De la solidaridad a la violencia colectiva
El fenómeno de los linchamientos, desde el punto de vista de la sociología, tiene mucho que ver con la cohesión vecinal, y es más sencillo que esto pase en poblados donde hay más solidaridad, explica Monserrat Espín.
La opinión de Espín Carrillo puede sostenerse con la información que documentó Cuestione en junio del 2022, que muestra que en los municipios más pequeños y con menos capacidades institucionales como Lerdo de Tejada, en Veracruz, es donde ocurren más linchamientos.
“Lo vemos en lugares más unidos, donde la sociedad se organiza para cometer estos delitos bajo un argumento muy confrontativo ante la ley”, explica la socióloga.
De acuerdo con la asociación Causa en Común, en su informe Galería del Horror; atrocidades y eventos de alto impacto, se registraron 19 linchamientos de enero a diciembre del 2023. Cuatro en Tlaxcala; dos en Campeche, Colima, Guanajuato, Morelos, Oaxaca y Puebla; y uno en Chiapas, Ciudad de México, Durango, Jalisco, Querétaro, Quintana Roo y Yucatán.
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Para María Gómez, socióloga e investigadora de la Universidad Autónoma de Veracruz, los linchamientos son manifestaciones de una sociedad que experimenta niveles elevados de desigualdad, impunidad y debilidad en las instituciones de justicia. “Cuando la gente siente que el sistema no puede protegerlos, recurren a la autodefensa y desafortunadamente, esto puede tomar la forma de linchamientos”, sostiene para una revista académica.
Por su parte, Espín Carrillo explica que cuando la población ve que un policía se porta mal se pregunta: ¿Por qué quien nos tiene que cuidar nos hace daño? y al momento de lincharlos es como si dijeran a través de la violencia; “este es el momento que tengo para soltar toda la furia que tengo, todo el resentimiento”.
“No puedo decir que puedo contra todos ellos con una pistola”
No quieren que lo identifiquen por su nombre real y se pone el de Policía de Tropa para contar cómo vive los linchamientos de delincuentes, de policías, bajo una turba enfurecida. Ser policía y ejercer su vocación en México no es sencillo, trabaja en el segundo país con más desconfianza en la policía según la firma francesa Ipsos. El estudio realizado en 29 países del mundo, ubicó a México sólo por debajo de Sudáfrica.
Ponerse el uniforme negro de la agrupación especializada a la que pertenece, las botas de montañista y el letrero en la espalda que dice “policía” es para todos los uniformados como Policía de Tropa un riesgo altísimo. El año pasado murió un policía al día en promedio, 412 durante 12 meses, una cifra que crece al pasar el calendario anual porque en el 2023 hubo 2% más policías asesinados que los registrados en 2022.
Policía de Tropa nos cuenta que se convirtió en parte de las fuerzas de seguridad ciudadana por su hermana mayor que también lo es. “Crecí viéndola y viendo su desempeño, me gustó cómo llegaba a la casa y me contaba que había salvado gente, que había salvado niños, que había agarrado a los rateros”.
Actualmente el entrevistado es un policía con 20 años de servicio en el Estado de México y tiene una especialidad en balística. “Entré desde los dieciocho años” y agrega que en su familia son seis quienes están en las fuerzas públicas.
– ¿Cómo se enfrenta un linchamiento? le preguntamos al policía.
“Debe uno ubicarse bien. Si no te cuidas tú, ¿cómo vas a cuidar a las demás personas? Si ves que es viable entrar y tratar de hablar, se hace. Si únicamente son unas 10, 12 personas, pides refuerzo a tus compañeros”.
El policía cita de ejemplo el linchamiento de ‘El Payaso’, líder criminal de la Familia Michoacana donde le tocó participar el 8 diciembre del año pasado en el municipio de Texcaltitlán. Los residentes, cansados de las cuotas impuestas, protagonizaron un enfrentamiento que culminó en el linchamiento de un líder criminal y nueve de sus hombres que dirigían sus hilos.
Para el Policía de Tropa, la operatividad y la logística frente a este tipo de linchamientos viene establecida en los manuales de operación y hay que respetarlos al pie de la letra.
“Hay que llegar a la comunidad, observar, pedir el apoyo necesario, medir el uso razonable de la fuerza, valorar la situación para saber si es prudente negociar con los líderes, entrar al conflicto y siempre salvaguardar la vida de la persona que están maltratando”, explica el policía.
En las dos décadas que lleva trabajando como policía estatal, nos asegura que frente a los linchamientos “no puede menospreciar a la gente, ni decir yo puedo contra todos ellos con una pistola”.
La galería del horror
México no lleva un registro oficial de linchamientos ni en lo general ni en lo particular que permita conocer cuántos de ellos ocurren contra la policía, sin embargo la asociación Causa en Común en su último informe Galería del Horror; atrocidades y eventos de alto impacto, ubica a Veracruz -donde ocurrió el último de ellos- en el octavo lugar de los 10 estados con más atrocidades registrando 260 eventos de enero a diciembre del 2023.
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Dentro de los delitos de alto impacto que contabiliza la asociación a través de información periodística está el asesinato de mujeres con crueldad extrema, mutilación de cadáveres, actos violentos contra la autoridad, masacres, linchamientos, desplazamientos forzados, entre otros.
Los linchamientos durante el año 2023 cerraron en 19 casos pero los actos violentos contra la autoridad se ubican como el tercer delito de la Galería del Horror con 487 casos, sólo por debajo del descuartizamiento de cadáveres (645) y el asesinato de mujeres con crueldad extrema que acumula 935 casos.
En este contexto, ¿cómo puede la sociedad y la policía trabajar conjuntamente para fomentar un cambio cultural más respetuoso y menos violento? La socióloga Monserrat Espín Carrillo dice que el primer paso lo tendrían que dar las autoridades para “volver a recobrar la confianza en las instituciones para que no se siga generando esa sensación de no me cuidaste cuando yo te necesité”.
Policía de Tropa dice que la respuesta está en no dejar en letra muerta los programas que ya existen para trabajar en mancuerna con la comunidad: fomento a la denuncia, policía de proximidad, vecinos vigilantes, entre otros. Antes de despedirse, el agente ofrece tres consejos a sus pares para sobrevivir a los linchamientos; “no provocar el delito, no provocar a la gente y no caer en provocaciones”.
