“Los grupos de interés corporativo que en México están bombardeando al proyecto de cuarta transformación les es muy apetecible hablar de números cerrados. Generaron, ya como un estuche, una idea de que en México había muerto medio millón de habitantes por la pandemia, con una narrativa que pone de manera falaz la idea de que eso es culpa del gobierno”.
Esta semana, el subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, volvió a ser fuertemente criticado en redes sociales porque dijo que se está usando el dolor de los niños con cáncer que no tienen medicamentos para desarrollar una narrativa de golpe que, “a veces se ha conectado en Latinoamérica con narrativas de golpe golpe, de golpe de Estado”.
Esa declaración la hizo en un programa de televisión llamado “El Chamuco” que se transmitió el domingo 27 de junio por canal 22.
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La polémica fue tan grande que al día siguiente, en la conferencia de prensa matutina de Palacio Nacional, López-Gatell se intentó explicar admitiendo que lo que viven las familias de niños con cáncer que no tienen medicamentos es muy doloroso, pero insistió en que “tristemente el dolor humano es explotado por grupos de interés económico, empresarial y político que quieren lucrar con el dolor humano”.
Pero López-Gatell hizo otras declaraciones que parecerían ir en línea con la política de comunicación de este gobierno. Para construir la verdad gubernamental sobre la epidemia, el subsecretario volvió a insistir en que el cálculo que en México han muerto 500,000 personas por COVID-19 es parte de una campaña de los grupos de interés corporativos contra la cuarta transformación.
Sin embargo, ese dato fue estimado desde marzo de 2021 por Raúl Rojas, un científico mexicano que trabaja en la Universidad Libre de Berlín y lo hizo con los propios datos de la Secretaría de Salud. Este científico, que en 2014 fue distinguido como el mejor profesor universitario de Alemania, utilizó las cifras de exceso de mortalidad publicadas por el gobierno para estimar con más precisión la cifra de muertos por COVID-19.
Según Rojas, el gobierno reportó un exceso de mortalidad de 444,000 de los cuales 70% habrían sido por COVID-19, es decir, 321,000. Sin embargo, Rojas explica que no hay ninguna otra explicación para el exceso de muertes, porque no hubo ninguna otra pandemia o choque externo que las justifique. Además, asume que hay un subregistro en los datos gubernamentales y por tanto estima que las muertes por COVID-19 rondan las 500,000.
Rojas no es el único que ha hecho ese cálculo. El Instituto de Evaluación y Métricas de Medicina, de la Universidad de Washington publicó un estudio que describe que el subregistro es un problema mundial y que los países podrían estar reportando solo una tercera parte de las muertes totales por la pandemia. Para México, esa cifra ascendería a casi 620,000 fallecimientos.
¿Por qué insiste el subsecretario en que los culpables son los corporativos y los medios de comunicación que reportan de manera supuestamente orquestada sus mentiras en lugar de discutir las razones científicas que le presenta un investigador mexicano?
Las declaraciones del subsecretario también dejan otras dudas:
¿Cuáles han sido los efectos indirectos de la pandemia en muertes debido a otras enfermedades que no se han atendido por la reconversión de hospitales y la falta de medicamentos (tratamientos para el cáncer por ejemplo)?
¿Por qué no se admite la participación de instituciones científicas en una discusión abierta y transparente sobre las cifras de contagios y muertes por COVID en lugar de atacar a los mensajeros?
