El ex canciller Marcelo Ebrard está buscando la candidatura de Morena para la presidencia de México en 2024 con una postura más moderada y orientada al desarrollo, pero esto genera dudas sobre si obtendrá suficiente apoyo de un partido cuya base se identifica fuertemente con López Obrador, opinan expertos consultados por la agencia de noticias Reuters.
Con su experiencia como jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Ebrard confía en que puede seguir los pasos de López Obrador; sin embargo Luis Huacuja, consultor político y profesor de la UNAM, señaló a Reuters que miembros del partido podrían preferir a un candidato que defienda más fielmente el proyecto del presidente.
“Puede despertar simpatías en un sector y antipatías en otro”, dijo el especialista.
En entrevista con Reuters, Ebrard dijo que los críticos de la izquierda “dura” lo habían pintado durante mucho tiempo como un político moderado, pero señaló que ellos no habían gobernado, y que fue él quien entregó resultados durante su administración en la Ciudad de México entre 2006 y 2012, periodo en el que se vio beneficiada la inversión privada.
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“Se necesita una coalición con las clases medias, sí o sí“, dijo Ebrard, quien también ayudó al gobierno de López Obrador a contener varias crisis, como las amenazas del ex presidente estadounidense Donald Trump sobre inmigración, comercio y seguridad.
La competencia de las “corcholatas” puede generar una ruptura dentro de Morena
La renuncia de Ebrard como secretario de Relaciones Exteriores en junio de 2023 y del resto de las corcholatas de Morena para buscar la candidatura rumbo al 2024 fue el inicio de una contienda interna que podría afectar la unidad del partido.
El 11 de junio, el liderazgo de Morena acordó pautas para la selección de la o el abanderado del partido, entre las que destacó que los contendientes deben evitar hablar con los medios considerados “conservadores” u “hostiles” por el gobierno de López Obrador. Con todo, Ebrard concedió una entrevista al periodista Ciro Gómez Leyva y se declaró abierto a todos los medios, lo que generó críticas de algunos simpatizantes de Morena.
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Este tipo de acciones, en las que el ex canciller se maneja de forma más independiente que sus contrincantes, generan dudas sobre un posible rompimiento con Morena si Ebrard siente que la contienda es injusta. Aunque el morenista niega este escenario, sí ha pedido repetidamente igualdad de condiciones.
Ebrard es percibido como unificador por los inversionistas
Mientras López Obrador ha sido criticado por sus conflictos con empresas, los partidarios de Ebrard lo ven como un unificador que promoverá el crecimiento económico y tranquilizará a los inversionistas.
Las encuestas indican que si Ebrard es elegido como el candidato de Morena para las elecciones federales de 2024, es probable que se convierta en presidente, ya que su partido es el gran favorito para ganar las elecciones.
Sin embargo, Ebrard se enfrenta a una competencia reñida con Claudia Sheinbaum, ex jefa de Gobierno de la Ciudad de México, quien también ha seguido los pasos de López Obrador en la política.
Varias encuestas y sondeos indican que Ebrard es un político más conocido, pero Sheinbaum es más popular entre la base de Morena, lo que supone un reto para ambos competidores por la candidatura de Morena en los próximos meses.
La visión de López Obrador en juego
En el proyecto que está construyendo Ebrard prioriza la seguridad, la atención médica, la educación y el crecimiento económico. También destaca la oportunidad económica de México gracias al nearshoring que implica la relocalización de las cadenas productivas de empresas estadounidense desde otros lugares del mundo hacia nuestro país, a raíz de las tensiones comerciales que se han agravado entre Estados Unidos y China.
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Un ejemplo de esto fue la intervención del ex canciller Ebrard para lograr el acuerdo para que la compañía Tesla -que pertenece al multimillonario Elon Musk– se instale en Nuevo León, luego de que entre el empresario y el Gobierno Federal hubieron desacuerdos.
Algunos partidarios de Ebrard insinúan que su independencia de Morena podría hacerlo destacar como un proyecto político diferente al de López Obrador. Mientras el proyecto del presidente se enfocó en las poblaciones rurales, el ex canciller Ebrard se dirige más hacia la clase media y los jóvenes de la zona metropolitana.
Faltan poco más de tres meses para que Morena tome la decisión de a quién apoyarán para darle continuidad al proyecto de nación del presidente Obrador. Las acciones de Ebrard y los demás aspirantes que ya se aceleraron, y tiene el reto de ganarse la simpatía de los votantes que aún no convencen con su proyecto y mantener el compromiso de no romper la unión del partido en el intento.
