Se pueden prevenir y controlar
Las cifras por COVID-19 siguen en aumento en México. La Secretaría de Salud (Ssa) registraba hasta el domingo 3 de mayo: 2,154 muertes, 23,471 pacientes contagiados y 12,664 casos sospechosos.
Sin embargo, existen otras enfermedades que aquejan a la población mexicana.
¿Cuáles son esos padecimientos?
La Dirección General de Información en Salud (DGIS) enlistó en 2018 las cinco primeras causas de muerte: enfermedades del corazón; diabetes mellitus; tumores malignos; enfermedades del hígado y enfermedades cerebrovasculares.
1.-Enfermedades del corazón
Entre los padecimientos más comunes están los infartos, accidentes vasculares cerebrales y enfermedad arterial periférica que se da en las extremidades bajas –el estrechamiento de los vasos sanguíneos y que reduce la irrigación sanguínea a los miembros–.
“Las enfermedades cardiovasculares, son las de mayor proporción. Entre el 15 y 20% de quienes sufren de este padecimiento llegan a tener complicaciones con la hipertensión”, señaló la Dra. Beatriz Cárdenas, académica del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, en entrevista.
2.- Diabetes Mellitus
El 90% de los casos de diabetes están asociados con sobrepeso y obesidad. Entre las complicaciones se encuentran, insuficiencia renal, ceguera, amputaciones y ataques cerebrovasculares.
“Los pacientes que mueren por diabetes”, nos aclaró la epidemióloga, “es por complicaciones, como un coma hiperosmolar –nivel alto de azúcar en la sangre combinado con falta de agua y disminución de conciencia–, insuficiencia renal o por trastorno metabólico descontrolado”.
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3.- Tumores malignos
Los tumores malignos -cáncer- pueden afectar casi cualquier parte del organismo. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), los tres principales tipos de cáncer que afectan más a las mexicanas fueron el de mama, el de cuello de útero y el del hígado. Mientras que en los hombres fue el de próstata, cáncer en tráquea, pulmón y en estómago.
4.- Enfermedades del hígado
La cirrosis hepática está relacionada con el consumo elevado de alcohol y que, combinado con sobrepeso, obesidad o diabetes, hace que se eleve el riesgo. Otro padecimiento crónico del hígado se deriva de la hepatitis C. Su signo más evidente es la coloración amarilla en pies y ojos -ictericia-.
5.- Enfermedades cerebrovasculares
Las enfermedades cerebrovasculares agrupa a todas aquellas enfermedades que afectan a nivel de los vasos cerebrales. La presión alta, los problemas cardíacos, la diabetes, el colesterol alto y el tabaquismo, son algunos factores de riesgo para el desarrollo de esta enfermedad.
Datos internacionales a tomar en cuenta
Las cifras internacionales ubican al coronavirus entre las 10 enfermedades más letales del mundo con 1,647 muertes por día. Está por debajo de la tuberculosis (3,014 muertes por día); hepatitis B (2,430); neumonía (2,216); VIH / Sida (2,110); malaria (2,002).
Sobre la letalidad de la tuberculosis, Beatriz Cárdenas explicó que aunque la enfermedad produce muchas muertes, ésta tiene cura.
“Si se detecta la tuberculosis en el primer nivel de atención se puede curar con tratamiento; además, para la tuberculosis meníngea tenemos la vacuna de la BCG –Bacilo de Calmette-Guérin–, que nos protege durante muchos años, no toda la vida, pero por lo menos si hasta la juventud”.
En el caso del VIH también existen formas de prevención. “Aquí, la gente se pone en riesgo porque la vía principal de transmisión es la sexual”, señaló la especialista.
Sobre la malaria nos señaló que es igual al paludismo -se transmite a los humanos a través de la picadura de mosquitos infectados-. En México está controlado y se cuenta con un tratamiento para estos casos. Aunque, dijo, se ha detectado un foco palúdico en el país, éste proviene de la ruta migrante que sale de Centroamérica para dirigirse a Estados Unidos.
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¿Y qué hay sobre el sarampión en México?
Cuando nos enteramos que iba llegando a nuestro país el COVID-19, se dio un brote de sarampión que, hasta el 3 de mayo, contabilizaba 163 infectados. ¿Acaso no estaba erradicado?
“Más que erradicado estaba controlado –mencionó la académica de Medicina de la UNAM–. Teníamos cierto número de casos de sarampión, pero no había un brote mayor como se está presentando hoy”.
Aclaró que los pacientes con este padecimiento se les toman muestras, se les da seguimiento en centros de Salud y clínicas.
“Todos los días nos notifican sobre la ubicación de los casos, cómo están evolucionando y la vigilancia epidemiológica… Yo vivo en la alcaldía Gustavo A. Madero, donde están los mayores brotes. La atención se está dando de acuerdo a los lineamientos”.
El contagio inicial del sarampión se presentó en el Reclusorio Norte, aunque no se sabe aún quién fue el portador, debido a que una persona que se infecta de sarampión puede ser factor de contagio entre dos o tres días antes de presentar los síntomas.
Con base en los antecedentes de los pacientes, se encontró que los reclusos no tenían su esquema de vacunación completo.
“En los niños se conjuntaron dos cosas, el movimiento antivacunas y que las mamás no llevaron a vacunar a sus niños… la eficacia de la vacuna va disminuyendo si no tenemos los refuerzos”, aclaró la epidemióloga.
¿Cómo es el tratamiento para el sarampión?
“El sarampión no tiene un tratamiento específico como muchas enfermedades virales”, explica la especialista. “Cuando se contagia el sarampión lo que tenemos que hacer es tratar los síntomas: bajar la temperatura y controlar que no haya una complicación por neumonía o meningitis, que es lo que les afecta”, agregó.
En cualquiera de las enfermedades antes mencionadas, la prevención es la mejor arma para combatirlas.
