México libra la recesión pero enfrenta una desaceleración económica

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Acabó julio y las cosas no pintan bien para el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Ahora fue el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) el que, aunque dio un breve respiro al mandatario al eliminar la idea de una “recesión técnica”, anunció que en el segundo trimestre la economía del país creció tan solo 0.05%. Ese porcentaje, que por regla matemática se redondeó a 0.1%, muestra una desaceleración de la economía mexicana.

Las actividades primarias (aquellas mediante las cuales se obtienen materias primas como agricultura, ganadería o minería) fueron las más afectadas al registrar una caída de -3.4% respecto al primer trimestre del año. 

Por su parte, las actividades secundarias -aquellas que transforman las materias primas en bienes, es decir, las industrias y el sector construcción- se mostraron sin cambios y las terciarias -aquellas que brindan servicios a la población como hotelería, banca y comercio- tuvieron un incremento de 0.2%, de acuerdo al informe del Inegi.

Lejos entonces se ve la promesa de 4% de crecimiento promedio en el sexenio y mucho más improbable el 6% prometido para 2024, según el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 de la nueva administración, presentado en mayo a la Cámara de Diputados.

Crecimiento mantiene tendencia a la baja 

En entrevista para el portal de noticias Sin Embargo, el subgobernador del Banco de MéxicoJonathan Heath, consideró que lo “primero que hay que destacar es que la economía está estancada” y muestra “debilidad” ya que lleva “cinco trimestres con un crecimiento lento”, por lo que, en su opinión, “será difícil tener un crecimiento de 1%” al terminar el año. 

Revisando los datos de crecimiento trimestral del Inegi, el equipo de verificación y datos de Cuestione constató que, efectivamente, desde el segundo trimestre de 2018, la economía mexicana ha crecido a niveles inferiores al 1%, e incluso ha decrecido en dos trimestres.

En el segundo trimestre de 2018 se observó una tasa de crecimiento trimestral negativa de -0.38% mientras que en el primer trimestre de 2019 se registró una de -0.17%. El resto de los trimestres la economía mostró mejoras menores al 1%.

Esto se traduce en que el promedio de crecimiento para estos cinco trimestres es igual a 0.04%, el cual, al aplicar la regla de redondeo, implica una tasa de crecimiento de 0.0% lo cual demuestra la desaceleración por la que atraviesa nuestra economía.

¿Cómo afecta una desaceleración a tu bolsillo?

Bárbara Carrillo Flores, economista y profesora del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), dijo en entrevista para Cuestione que este escenario “afecta más a los sectores de menores ingresos”. 

La economista explica que ante una desacelaración, el consumo de productos disminuye. Esto provoca que las empresas vendan menos mercancías por lo que los dueños, al tener menos ingresos, buscarán reducir costos, lo que lograrán a través de despidos o reducción de beneficios, dejando a personas sin empleo o en condiciones laborales menos favorecedoras.

Ante esta situación, comprar productos para cumplir necesidades básicas -alimentos, medicinas o útiles escolares- presiona más a las familias de menores ingresos lo que promueve que los padres acepten trabajos con malas condiciones laborales o que recurran a endeudarse para sobrevivir este periodo, detalla Carrillo.

Otro sector que podría verse muy afectado son “las pequeñas y medianas empresas” (Pymes) ya que, “a diferencia de una empresa grande” que ante una disminución en el consumo puede decidir enfocarse a la exportación de los productos que se elaboran aquí, las pymes dependen del consumo nacional, por lo que se ven seriamente afectadas, concluye la profesora del ITAM.

Luego de conocer las medidas anunciadas por la Secretaría de Hacienda para reactivar la economía y apoyar el crecimiento -impulsar la creación de infraestructura, incentivar la inversión y el consumo privado a través de créditos y adelantar compras del gobierno planeadas para el año próximo-, Bárbara Carrillo espera que “se realicen con un análisis costo beneficio bien hecho” y no tengan “tintes electoreros”. 

¿Cifra suficiente para el presidente?

Los resultados presentados por el Inegi fueron publicados a las seis de la mañana del 31 de julio. Una hora después, el presidente López Obrador arrancó su conferencia mañanera resaltando la “buena noticia” y festejando que la economía no había entrado en recesión, alegando que les falló “el pronóstico a los expertos”.

De acuerdo a AMLO, esta noticia sirvió para despejar “el miedo” y  “la intención de crear desconfianza” aunque aclaró que “no todo está resuelto”, destacó que “con austeridad, gastando bien, se puede crecer”.

Sin embargo, estas cifras son preliminares y podrían tener cambios. El 23 de agosto próximo, el Inegi publicará las cifras definitivas del cálculo tradicional del Producto Interno Bruto, por lo que podríamos esperar nuevas sorpresas.

¿Se justifica celebrar con este crecimiento mínimo? ¿Qué le depara a la economía mexicana en lo que resta del año?

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