Movimiento Ciudadano, el partido de Dante Delgado, ha recibido 5,500 millones en las últimas dos décadas por prerrogativas

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Durante más de dos décadas Movimiento Ciudadano nadó de muertito hasta que llegó el 2018 y se convirtió, más que en una tercera fuerza, en un negociador de candidaturas y voto legislativo para el mejor postor, de acuerdo con el doctor en Ciencias Políticas por la UNAM Jorge Márquez.

Entre 1999 –el año en el que se fundó– y 2021, Movimiento Ciudadano ha recibido más de 5,500 millones de pesos –sin contar la inflación– por parte del IFE y después del INE, dinero que proviene de los impuestos de la ciudadanía. Esto a pesar de que nunca se ha arriesgado a ir sin alianza por la presidencia de la República y solo hasta 2018 ganó gubernaturas sin coalición, Jalisco ese año con Enrique Alfaro y Nuevo León con Samuel García en 2021.

Para el politólogo Márquez, aunque hay personas fundadoras de ese partido que tienen ideales, ha sobrevivido gracias a que recibe figuras que estuvieron de paso a cambio de legislaturas, como es el caso de los ahora morenistas Ricardo Monreal y Layda Sansores o el actual fiscal federal Alejandro Gertz Manero.

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La mano que mece la cuna

De acuerdo con su página web, Movimiento Ciudadano nació como partido político y bajo el nombre de Convergencia por la Democracia el 1 de agosto de 1999, luego de tres años de haber solicitado su registro.

Su primer presidente fue Dante Delgado Rannauro, actual senador de la República y, de acuerdo con el politólogo Jorge Márquez, es a quien se le atribuye la creación y el rumbo de ese partido.

Delgado Rannauro fue miembro activo del PRI hasta 1995 y desempeñó cargos tanto a nivel federal como estatal, desde ser secretario auxiliar del secretario particular del presidente Luis Echeverría en 1974 hasta ser gobernador interino de Veracruz entre 1988 y 1992.

Esto ocurrió cuando el entonces gobernador Fernando Gutiérrez Barrios fue designado secretario de Gobernación federal por el presidente Carlos Salinas de Gortari en 1988. Antes, de 1986 a 1988, Delgado ya había sido secretario general de Gobierno de Veracruz bajo el mando de Gutiérrez Barrios.

Para Márquez, Gutiérrez Barrios es el padrino político de Dante Delgado, un político de la vieja escuela que tuvo el control de la policía y la seguridad durante los años 70, en el sexenio de Luis Echeverría caracterizado por la guerra sucia contra opositores.

Gutiérrez Barrios también fue comandante de la Dirección Federal de Seguridad en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz y uno de los responsables de la masacre contra estudiantes en 1968. Incluso se ha especulado que era informante de la CIA.

En 1994, dos años antes de pedir el registro de Convergencia, Dante Delgado fue acusado de desviar 450 millones de pesos durante su gobierno en Veracruz y pasó más de un año en la cárcel. Sin embargo, después fue absuelto.

“Movimiento Ciudadano ha crecido gracias a que Dante Delgado tiene un gran olfato político, pero también económico”, dijo Marquez.

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Partido de paso

Para Jorge Márquez, aunque Movimiento Ciudadano cuenta con figuras como la ex diputada Martha Tagle que tienen ideales claros y han estado desde su fundación, este partido ha sobrevivido gracias a que ha desplazado a estas figuras para darle espacio a personajes oportunistas.

Por ejemplo, el actual coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal, quien también ha militado en el PRI, en el PT y en el PRD, fue diputado de Movimiento Ciudadano por la vía plurinominal entre 2012 y 2015.

La actual gobernadora morenista de Campeche, Layda Sansores, quien antes fue parte del PRI y del PRD, llegó al Senado en 2012 gracias al apoyo de Movimiento Ciudadano y dos años después se pasó al PT.

También Alfonso Durazo tiene su pasado en Movimiento Ciudadano. El actual gobernador morenista de Sonora llegó como diputado federal en 2012 por la vía plurinominal gracias al apoyo del partido de Dante Delgado, antes había militado en el PRI, en el PAN y en el PRD.

Alejandro Gertz Manero, actual fiscal general de la República, fue diputado federal de Movimiento Ciudadano por la vía plurinominal entre 2009 y 2012.

Un caso extremo es el del ex cantante Francisco Xavier, a quien entonces Convergencia convirtió en senador de la República entre 2006 y 2012. Antes de esta experiencia parlamentaria fue miembro del PAN y del PRI; después fue miembro de Nueva Alianza y de Morena y ahora regresó a Movimiento Ciudadano para buscar la gubernatura de Hidalgo este año.

Ahora forman parte de las filas de Movimiento Ciudadano ex perredistas como Amalia García, Agustín Basave –quienes incluso presidieron ese partido– y Juan Zepeda, ex panistas como Gustavo Cárdenas o ex priistas como Ivonne Ortega y, de acuerdo con Jorge Márquez, “mañana quién sabe”.

Época dorada

Para Márquez, otra táctica que benefició a Movimiento Ciudadano desde sus inicios como Convergencia fue reclutar a figuras locales y que no lograron ser candidatos de sus partidos de origen, lo cual le agregó fuerza local al partido de Dante Delgado.

Tal es el caso del ex priista Gabino Cué en Oaxaca, quien ganó la presidencia municipal de Oaxaca en 2002, lo cual le permitió crecer a Convergencia en ese estado, al grado de ser el primer partido político que le pudo ganar una gubernatura de Oaxaca al PRI. Lo hizo en 2010 y, aunque Convergencia encabezó su candidatura, lo logró con el apoyo del PAN, PRD y PT.

De esta manera también creció localmente en Jalisco, hasta conseguir la gubernatura en 2018 de la mano del ex perredista Enrique Alfaro, lo cual le ha permitido crecer en otros municipios de ese estado.

Esta habilidad para saber leer la coyuntura, de acuerdo con Márquez, llevó a Movimiento Ciudadano a ir sin alianza por la gubernatura de Nuevo León con el joven senador Samuel García, muy criticado en redes sociales por sus comportamientos machistas pero también muy visible.

Samuel García ganó “gracias a los ataques contra Adrián de la Garza (del PRI) y al desplome de Clara Luz (de Morena), que pagó las consecuencias de que los empresarios de Nuevo León se sintieran traicionados por el presidente”, de acuerdo con Jorge Márquez.

De acuerdo con el especialista, estas últimas dos gubernaturas en estados con mucho peso político y económico, así como haber ido solo en las elecciones intermedias de 2021 con relativo éxito electoral gracias a la polarización, lo han puesto como una tercera opción, en medio de Morena y sus aliados y la coalición Va por México.  

Sin embargo, “es un partido bisagra que está de un lado o de otro según la coyuntura y está dispuesto a negociar con el mejor postor”, explicó el doctor en Ciencias Políticas, ya que este cada vez deja atrás la ideología a cambio de crecer su poder.

Y concluyó que “tiene imagen de tercera vía pero sí juega a la polarización igual que los demás, es tercera vía en tanto es volátil pero no en tanto ser distinta de las otras opciones”.

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