Otra historia de terror gira en torno a Ayotzinapa. Ahora la muerte uno de los estudiantes de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” es investigada como asesinato luego de que los familiares de la víctima, Yanqui Kothan Gómez Peralta, demandaran la aprehensión de miembros de la policía estatal de Guerrero por el asesinato del estudiante de 23 años.
El recuento de los hechos -porque hubieron versiones distintas- dice que el 7 de marzo de 2024, Yanqui Kothan conducía hacia Chilpancingo, Guerrero, un vehículo en el que viajaba con dos amigos más, Osiel y uno más apodado El Arenita. Se dirigían a recoger a tres de sus amigas para ir juntos al aniversario número 98 de su escuela.
En el camino se detuvieron, en algún punto, a comprar cigarros, según explica la defensa de la familia de Yanqui Kothan encabezada por el abogado Vidulfo Rosales Sierra. Quien se bajó de la camioneta fue El Arenita, Yanqui y Osiel se quedaron en el vehículo apagado.
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Mientras esperaban, elementos de la policía estatal los confrontaron, empezaron a amenazarlos y darle golpes a la camioneta mientras les apuntaban con las armas de fuego. Yanqui Kothan, en un acto desesperado, encendió el auto para escapar y dio vuelta hacia Tuxtla, de donde habían salido.
Presuntamente fue en ese momento que los policías dispararon contra la camioneta hiriendo de muerte a Yanqui Kothan quien recibió tres balazos en la cabeza. La misma versión indica que los policías detuvieron a Osiel y lo retuvieron alrededor de 10 horas antes de presentarlo ante el ministerio público.
Lo acusaron de robo de vehículo, de posesión de armas y droga, aunque la defensa sostiene que pudo haber sido sometido a tortura para confesar esos delitos. El tercer amigo, El Arenita, logró huir.
Las primeras versiones
El día del asesinato de Yanqui Kothan la versión que corría desde las autoridades es que había sido un “lamentable incidente” ocurrido durante la persecución de un delito, como explicó el secretario de Seguridad Pública de Guerrero, el general Rolando Solano Rivera.
Esta versión señala que la acción de la policía estatal no se llevó a cabo “contra ninguna institución, escuela, movimiento; fue un hecho netamente delictivo”, como sostuvo el general Solano Rivera, sino que fue el resultado de un enfrentamiento entre delincuentes que habían robado la camioneta en la que viajaban y las fuerzas de seguridad.
En el comunicado que la Secretaría de Seguridad estatal difundió señala que el 7 de marzo de 2024 recibieron un reporte por el robo de una camioneta Nissan tipo Frontier –modelo 2020 y de color blanco- que se dirigía hacia la capital del Guerrero esa noche.
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El comunicado indica que policías que permanecían en un retén identificaron la camioneta y que fueron atacados a balazos y por eso tuvieron que responder la agresión que resultó en la muerte de uno de los agresores e hirió a otro.
“Los tripulantes de la camioneta recibieron a los elementos de seguridad con disparos de armas de fuego, por lo que el personal de la SSP repelió la agresión logrando detener a un masculino”.
Además se sostuvo la versión de que en el interior del automóvil había “un arma de fuego corta con cartuchos útiles, así como tres bolsitas de una sustancia cristalina y cervezas” y que al detenido lo habían trasladado a un hospital para su atención.
El portazo a Palacio Nacional
Antes de que esto sucediera, en una de las más frontales expresiones que han tenido las protestas de los normalistas al exigir justicia por la desaparición de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, un grupo estrelló una camioneta de la comisión Federal de Electricidad (CFE) contra una de las puertas de Palacio Nacional.
Fue una señal de protesta ante la negativa de recibir a los familiares de los estudiantes que ha tenido el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien al momento del portazo estaba en el interior dando su conferencia matutina. La información más reciente indica que Yanqui Kothan participó en el portazo.
Presuntamente el estudiante envió una foto de la protesta a uno de sus familiares acompañada del texto “aquí estoy yo”. La imagen es una captura de pantalla de la transmisión que realizaba el medio Radio Fórmula, donde se aprecia aparentemente a Yanqui Kothan caminando vestido de color guinda, con el rostro cubierto y cargando una mochila rosa.
Nuevas protestas
El asesinato del estudiante ha provocado la furia de los normalistas que incendiaron patrullas tan solo se supo del caso y están exigiendo la renuncia de la gobernadora Evelyn Salgado. El presidente López Obrador reconoció que fue un asesinato y un abuso de autoridad y que el caso sería atraído en su totalidad por la Fiscalía General de la República para que se investigue de esta manera.
Evelyn Salgado respaldó la postura del presidente López Obrador, contradiciendo lo que en un inicio informó la Secretaría de Seguridad Pública del estado que gobierna, cuando su titular sostuvo que la muerte del joven fue a causa de un enfrentamiento con los policías estatales.
La necropsia de Yanqui Kotthan indicó que, en efecto, el joven ni había disparado un arma, ni consumido drogas como sostuvieron desde el día uno los normalistas, la defensa y la familia de la víctima que acusaron al gobierno estatal de querer desvirtuar los hechos y continuar con la represión contra el estudiantado.
Pero las contradicciones continúan. El martes 12 de marzo de 2024, el presidente López Obrador informó de la fuga del policía señalado como el principal sospechoso del asesinato del estudiante normalista y añadió que hubo compicidad con las autoridades de la Secretaría de Seguridad Pública de Guerrero.
En protesta, los normalistas arremetieron contra la Fiscalía General del Estado (FGE) de Guerrero que estaba custodiada por elementos de la Guardia Nacional, pero se tuvieron que replegar cuando los estudiantes empezaron a lanzar bombas molotov.
Al acceder a las instalaciones los manifestantes incendiaron alrededor de 10 vehículos que se encontraban estacionados frente a las instalaciones. Cuatro elementos de la Guardia Nacional resultaron heridos.
Sin embargo, la FGE de Guerrero publicó un comunicado en el que niega que el policía en cuestión estuviera estado “bajo arresto administrativo” y explica que hay que aclarar qué autoridad mantenía en resguardo a los policías señalados.
Tanto el presidente como la gobernadora de Guerrero aseguraron que el caso no quedará impune y que no permitirán que nada se interponga para hacer justicia por Yanqui Kothan, pero ¿cómo confiar en qué esto suceda? Otra vez, estamos viendo a los estudiantes de la misma escuela, perdiendo la vida en manos de las autoridades y a éstas tratando de truquear la realidad para lavarse las manos.
¿Les funcionarán las mismas mañas de siempre o tendremos un desenlace distinto?
