Samuel García Sepúlveda regresó finalmente como gobernador de Nuevo León con el aval del Congreso local, luego de que Luis Enrique Orozco Suárez -el vicefiscal que había sido designado por las y los legisladores neoleoneses para suplir a García- renunció como gobernador interino para garantizar la gobernabilidad en el estado.
Las vueltas que dieron los principales actores en las horas cruciales de esta enredada trama –el Congreso, el poder Judicial y el Ejecutivo estatales– mostraron que la falta de acuerdos, de voluntad política y el exceso de ambiciones son un lastre que al final, al menos en este caso, no llevaron a ningún lado.
Dora Alicia Martínez Valero, especialista en temas electorales, secretaria en Coahuila y tesorera nacional de la colectiva 50+1 -una organización que impulsa desde todos los ámbitos la participación pública de las mujeres- nos explicó que las leyes sirven solo si se cumplen y se llegan a acuerdos políticos, pues utilizadas a conveniencia solo generan caos. Y este caso lo ejemplifica oportunamente.
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¿Legalmente qué sucedió? Samuel García anunció sus aspiraciones presidenciales e inició su pre campaña. Para esto cumplió con el primer requisito legal el 25 de octubre de 2023: pedir licencia, que tiene que ser aprobada por el Congreso del estado según indica el artículo 96 de la Constitución estatal que especifica las funciones de las y los legisladores.
El apartado XXIV de este artículo faculta al Congreso de Nuevo León para “conceder o negar al Ejecutivo licencia temporal para separarse de su puesto y para salir fuera del estado; y, en su caso, designar a la persona que deba suplirle interinamente”.
El Congreso atendió la solicitud de licencia del gobernador García Sepúlveda y designó como gobernador interino a Arturo Salinas Garza, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Nuevo León.
Se equivocaron los dos: el gobernador y el Congreso
Samuel García rechazó esta decisión por dos motivos: primero, la separación de poderes, ya que una persona no puede estar en el Ejecutivo y en el Judicial al mismo tiempo, aunque el presidente de la junta directiva del Congreso local, el panista Mauro Guerra, argumentó que la designación de Salinas Garza como gobernador interino fue legal, “pues lo hizo tras la licencia sin goce de sueldo que se le concedió en el Tribunal Superior de Justicia”.
“Ya hay una licencia, del dos de diciembre al dos de junio, ya estará en él (en Samuel García) cambiar de posición, de cambiar ese estatus, que ya está aprobado por el Congreso y hasta con una toma de protesta de un gobernador interino. Nosotros nada más aplicamos la ley, si él no quiere que entre un gobernador interino pues que no se vaya o que renuncie”, dijo Guerra.
La segunda razón por la que se inconformó Samuel García fue porque en su solicitud de licencia quiso establecer a Javier Navarro, el secretario general de Gobierno de Nuevo León, como gobernador interino -que realmente es provisional, nos dijo Dora Alicia Martínez- para los seis meses de su licencia que iniciaba el 2 de diciembre de 2023, sosteniéndose en el artículo 121 de la Constitución de Nuevo León.
Este artículo dice que “cuando el Congreso del Estado otorgue a el Gobernador licencia para ausentarse del Estado por treinta días naturales o menos, o el Gobernador se encontrase impedido por igual término o se ausente por igual término, quedará encargado del despacho de los asuntos de trámite el Secretario de despacho que designe el Gobernador”.
Y así lo hizo Navarro, quien quedó como encargado de Despacho del 20 al 28 de noviembre de 2023. Pero no podía quedar como gobernador interino, porque en el caso de que la ausencia del gobernador sea mayor a 30 días, el Congreso tiene que designar a la persona que se queda como gobernador interino. Así lo establece el artículo 122 de la Constitución de Nuevo León, nos explicó Dora Alicia Martínez.
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“Se equivocó Samuel y se equivocó el Congreso. ¿En qué se equivocó Samuel? En no querer respetar la ley en un primer momento. Porque pretendía hacer valer un artículo que no es el que aplica -el 121 de la Constitución estatal- (…) y se equivocó el Congreso porque puso a alguien que no era idóneo, que no cumplía los requisitos, que era el presidente del Tribunal Superior de Justicia”, detalló Martínez.
Tres gobernadores, un conflicto
Echando para atrás la designación de Arturo Salinas Garza para que fuera el gobernador interino, el Congreso trató de resarcir el daño nombrando a alguien que sí cumpliera los requisitos, así que eligió a Luis Enrique Orozco y le tomó protesta, nos dijo la especialista. Pero el conflicto no terminó ahí.
La última semana de noviembre de 2023, había tres gobernadores de Nuevo León: Javier Navarro como encargado de despacho; Enrique Orozco designado por el Congreso y Samuel García, a quien el Tribunal Superior de Justicia del Estado le suspendió la licencia en lo que se solucionaba el caos que habían producido.
Claramente la Suprema Corte de Justicia de la Nación tuvo que intervenir para llegar al panorama en el que nos encontramos ahora: Samuel sin candidatura a la Presidencia regresa como gobernador de Nuevo León, pero ¿en qué condiciones?
La gobernabilidad, un desafío no tan nuevo
El politólogo y catedrático de la UNAM, Jorge Márquez, nos dijo que en el peor de los escenarios, Samuel García sumará dos nuevos enemigos a su ya atropellada gubernatura, pues además de los partidos de oposición en el Congreso -el PRI y el PAN básicamente- y del Poder Judicial a quienes ya tenía en contra, le quedó mal al presidente Andrés Manuel López Obrador y al dirigente nacional de su partido, Dante Delgado.
Esto porque, aunque López Obrador salió en su defensa, el movimiento de poner a Samuel García a competir en las elecciones presidenciales también tenía el fin de dividir el voto anti Morena, nos dijo el especialista.
Y, por otro lado, Dante Delgado y Movimiento Ciudadano ya habían invertido en las aspiraciones de García Sepúlveda, quedando el partido naranja, nuevamente, sin un o una candidata para la contienda de 2024. Al menos hasta el 20 de enero del próximo año, plazo que dieron para tomar la decisión de quién será el o la abanderada a la Presidencia.
Además tiene otro par de precios que pagar: uno con la ciudadanía neoleonense que le dio el voto a Samuel García y que quedó inmersa en la incertidumbre toda esa semana desastrosa. Puede llegar a costarle un retroceso en la escalada que el partido había tenido en la aceptación de las y los votantes.
Otro con el “cierre” de la cartera del poder federal que se había visto generoso con Nuevo León invirtiendo en grandes obras como el Acueducto El Cuchillo II. Nuevo León puede convertirse en un “estado castigado” por el gobierno federal en cuanto a la repartición de recursos si no logra subsanar la falla en los acuerdos que se habían establecido y si se terminan las formas amables entre Movimiento Ciudadano y Morena, consideró Márquez.
¿Qué tanto pesará este dramático episodio en el futuro de Movimiento Ciudadano? Lo que sí se evidenció es que se usó la ley a “contentillo”, aunque al final, nadie quedó realmente feliz con el desenlace de esta historia.
