“Otros datos” de la Red Nacional de Refugios confirman aumento de violencia familiar

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Las solicitudes de ayuda crecieron 70%

Aislamiento sin violencia. ¡No estás sola!”, fue el nombre de la campaña que lanzó la Red Nacional de Refugios, A.C. desde que la población comenzó a acatar la medida #QuédateEnCasa, pues detectaron un incremento en las solicitudes de atención y orientación por mujeres que sufrían violencia en sus casas.

A pesar de los reportes de la Red, el incremento en las llamadas de emergencia al 9-1-1 y análisis de organizaciones como el Observatorio Nacional Ciudadano que confirman que la violencia contra las mujeres se ha disparado durante la etapa de confinamiento, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, oootra vez hizo declaraciones –el 20 de mayo; la primera vez fue el seis de mayo– que intentan opacar la violenta realidad que viven muchas mujeres y sus hijos e hijas durante la etapa de confinamiento: 

Maltrato al interior de las familias. No, no, al contrario. En una encuesta reciente se manifestó que una de las cosas que celebraba la gente, es que hubo un reencuentro familiar, un porcentaje considerable de las cosas buenas que nos deja este mal, esta pandemia. Entonces, se decía que iba a haber violencia intrafamiliar y no la hubo”.

Sin embargo, esa no es la realidad de Juana –como le llamaremos a una de las mujeres que logró escapar de su pareja durante el confinamiento– ni de las más de 11 mil víctimas de violencia familiar que fueron atendidas por la Red Nacional de Refugios durante los dos primeros meses de confinamiento; una cifra 70% más alta que en el mismo periodo de 2019.

“Ya estamos seguros”, fue lo primero que dijo el hijo de Juana cuando entraron a uno de los 69 espacios que ofrece la Red a nivel nacional. En ese momento, “me solté a llorar porque sentí mucho alivio”, confesó Juana, con la voz entrecortada, al personal del refugio.

El esposo de Juana le rompió dos costillas en una ocasión, lo que la hace parte del 65% de las mujeres que sufrieron violencia a manos de su pareja y que llegaron a un refugio. Al parecer, la obsesión por tener controlada a Juana era tal, que la mandó vigilar, lo que Juana supo identificar porque no era la primera vez que lo hacía. 

La madre –al igual que 19% de las personas que son atendidas por la red– pidió ayuda a través de otra persona para escapar de su agresor. Juana le envió un mensaje a la maestra de su hijo más pequeño, quien “habló con personas que me ayudaron mucho porque no tenía un lugar a dónde irme y pues, ahorita estoy aquí…”, dijo Juana.

En ocasiones, “las instancias gubernamentales nos llaman para referirnos casos, pues a pesar de que el gobierno cuenta con algunos refugios, su red no es tan grande como la nuestra, incluso algunos espacios del gobierno son parte de nuestra red”, declaró Wendy Figueroa Morales, directora general de la Red Nacional de Refugios, en entrevista con Cuestione.

Llegar a una de las casas de emergencia de la red significa –para las mujeres, niños y niñas que son violentadas– llegar a un lugar seguro. Juana confesó que llevaban semanas “sin dormir, sin dormir bien, entonces, llegar aquí fue como… como unas vacaciones”.

Todas las mujeres que llegaron a la Red Nacional de Refugios durante abril de 2020 sufrieron violencia emocional; 79% fueron víctimas de dos o más tipos de violencia, sobre todo física o económica.

Tal es el caso de otra de las mujeres que llegó a uno de los espacios de la Red, quien sentía que estar en casa, con su pareja, por más de cuatro horas “era (como) estar en una prisión: todo le molestaba; gritos, insultos delante de mi hijo, no le importaba. Incrementó la violencia sexual, me revisaba el celular […]”.

“Es muy difícil salir de una situación de violencia, es muy difícil identificar el poder que como mujeres tenemos porque obviamente nos desarman, nos dejan sin nada… pero sí se puede… sí se puede”, es el mensaje que Juana envía a quienes están siendo agredidas.

En los dos últimos meses, los Refugios y sus Centros de Atención Externa, Casas de Emergencia y de Transición integrantes de la Red Nacional de Refugios han brindado atención psicológica, médica, jurídica, social, educativa, entre otras, a casi siete mil mujeres, niñas y niños, lo que significó 77% más atenciones que en el mismo periodo de 2019.

Queda claro que “la violencia contra las mujeres sí se ha incrementado y entre más tiempo estemos en confinamiento, menos posibilidades tendrán (las mujeres) de hacer una denuncia, no solo por teléfono, también salir (a denunciar) porque el agresor está constantemente con ellas”, declaró Wendy Figueroa Morales.

Que el número de denuncias hayan bajado en abril también confirma la predicción de un estudio de la organización feminista Equis Justicia para las mujeres, donde se afirma que las denuncias podrían disminuir por la reducción en los horarios de atención en los Centros de Justicia para las Mujeres, por la cuarentena.

Aunque, “también tiene que ver con que las denuncias deben realizarse en el lugar de los hechos y muchas mujeres necesitan trasladarse a un sitio seguro y lo primero que piensan es en su seguridad, no en ir a denunciar. Hay una cifra negra de 90% (quienes no denuncian), aunado a que a muchas no les llega la información y/o no pueden alzar la voz”, aseveró Wendy Figueroa. 

La directora de la Red Nacional de Refugios hizo un llamado a dejar de ver la numeralia, “porque son personas y así haya uno por ciento más o haya bajado equis por ciento, el índice de violencia ahí sigue. Las autoridades no deberían esperar a que suban los números para actuar. Así sean dos mujeres en peligro, tendrían que actuar y protegerlas”.

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