El PRD, un partido que se derrumba a la sombra de la derecha mexicana

Compartir:

El pasado 5 de diciembre el Partido de la Revolución Democrática (PRD) redefinió su postura política como de “izquierda socialdemócrata” para distinguirse de la “fuerza que se dice de izquierda que hoy gobierna el país”, afirmó Jesús Zambrano Grijalvo, presidente nacional de este partido.  

En el XVIII Congreso Nacional del PRD la militancia aprobó nuevos documentos básicos para asumirse como “un partido de izquierda socialdemócrata comprometido con las causas de la gente”. Se definieron como un partido feminista, abierto a los jóvenes, defensor de la legalidad del Estado de derecho y de las instituciones republicanas.

“Con esto nos alejamos de todos los viejos preceptos del nacionalismo revolucionario que hoy están instalados en Palacio Nacional. Y nos alejamos de lo que se identifica como izquierda radical. Que va a significar que no nos anden confundiendo para nada” con Morena, declaró el dirigente perredista en sus redes sociales.

Te puede interesar: PRI, PAN y PRD irán juntos contra Morena en 2021, como les pidió Claudio X. González

Pero ¿el PRD antes de este 5 de diciembre representaba una oposición política de izquierda para el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador? ¿O desde cuándo perdió el camino de esa izquierda? ¿Algún partido representa la agenda legislativa de una oposición de izquierda o, simplemente, de la izquierda en México?

Las izquierdas políticas en México

Para responder esas preguntas, el político Ricardo Pascoe Pierce, fundador y ex militante del PRD y del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT), nos explicó que primero hay que definir a la izquierda política mexicana y para ello se necesita hablar de una multiplicidad de corrientes de opiniones y de tradiciones históricas de izquierdas. Desde aquellas relacionadas con el marxismo como el Partido Comunista Mexicano y el PRT, hasta las corrientes que se escindieron del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a finales de la década de los ochenta del siglo pasado para fundar al PRD.

Ante la caída del Muro de Berlín, en 1989, señaló Pascoe Pierce, la corriente de pensamiento de izquierda marxista comenzó a perder influencia en México y “un fenómeno denominado de izquierda” empezó a adquirir fuerza. 

Pero este fenómeno de izquierda “siempre ha sido una suerte de reedición de las tradiciones progresistas del PRI”, debido a su preocupación por los pobres, el reparto de la riqueza, por responder a los reclamos de las mujeres, de los ecologistas, de los derechos humanos. Pero todo esto fincado en un principio fundamental: ninguno de ellos está en contra de la economía capitalista, indicó.  

Así que desde su fundación en 1989 hasta 2013, después de que Andrés Manuel López Obrador rompiera con el Movimiento Progresista, el PRD fue el partido mayoritario de la denominada izquierda en México. 

Sin embargo, actualmente no hay una oposición de izquierda política clara, sentenció Pascoe: “No veo oposición de izquierdas en México. Porque el PRD que podría ser aspirante a esa categoría no solo es demasiado débil, sino que no tiene claridad sobre este asunto”.

Para Sergio Tamayo Flores-Alatorre, profesor-investigador en la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco (UAM-A), el PRD tampoco representa una oposición política de izquierda, porque “no tiene ninguna fuerza para imponer ni un poquito de lo que pudiera quedar de su programa socialdemócrata” dentro de la coalición “Va por México”, que tiene junto con el PRI y el Partido Acción Nacional (PAN). 

En los comicios federales de 2018, el PRD obtuvo solo 2.83% de la votación total para presidente de la República y para diputaciones federales recibió 2,967,452 votos, que es 5.49% del total de esta votación. Mientras que en la votación de diputaciones federales de 2021 solo obtuvo 1,792,348 votos, que representa 3.77% del total de la votación. El PRD va cayendo en las preferencias elección tras elección. 

En 2022, con esta coalición, los tres principales partidos de oposición volverán a contender juntos para pelear por las gubernaturas en Aguascalientes, Durango, Hidalgo y Tamaulipas. Pero el PRD “está completamente subordinado a la línea hegemónica principal de los grupos de derecha”, nos comentó Sergio Tamayo. Así que la izquierda socialdemócrata que podría representar el PRD se está desdibujando en esta alianza, “se está moviendo a la derecha”, comentó en entrevista Sergio Tamayo.

“El PRD es un partido sumamente mermado. No ha podido conseguir una fuerza propia en el país. No es hoy por hoy un referente de izquierda. Y el referente de izquierda es este conglomerado ideológico también confuso sin uniformidad, sin una articulación partidista notable que es Morena”, nos dijo Pascoe.

Más información: Morena recicla priistas y perredistas para ganar gubernaturas en 2022

Pero ¿la 4T es de izquierda?

Para saber quién es de izquierda hoy, en el ámbito electoral y legislativo, es necesario aclarar si la llamada cuarta transformación es de izquierda, como lo precisó Ricardo Pascoe. Además, puso en duda si las categorías históricas que definen qué es la izquierda siguen teniendo validez o si son referentes útiles para entender lo que los partidos están planteando.

De acuerdo con el político, Morena hoy ocupa el espacio de la llamada izquierda, pero su perfil es producto de una “mezcolanza histórica (…) de un pensamiento socialcristiano, progresista, junto con cosas místicas que provienen de un pensamiento muy religioso”. También militarista, con un populismo económico y un nacionalismo, por tanto “no tiene una definición ideológica clara”.

“Es un movimiento que corresponde a las tradiciones de movimientos populares difusos, desarticulados, pero que responden a la palabra y al deseo de un solo gobernante: López Obrador”, señaló.

Actualmente, lo que define a los partidos son sus causas más que agendas ideológicas precisas. Por ejemplo, los tres grandes proyectos de AMLO son la militarización, subyugar al Instituto Nacional Electoral para que responda a sus intereses y controlar el sector energético del país. “Lo que uno ve en eso es la intención de tener, no un régimen democrático, sino un modelo autocrático de gobierno” y esto excluye a Morena de ser de izquierda, consideró Pascoe. 

Asimismo, Patricia Olamendi Torres, abogada e integrante de la organización feminista Nosotras tenemos otros datos, enfatizó que “la 4T no me parece una posición o una actitud de izquierda. Para mí la 4T es una mezcla horrorosa del priismo setentero con la ultraderecha. Y la oposición de izquierda ya no lo veo. Creo que mucha de la gente que estuvo en la izquierda o no está participando o no está teniendo diálogo con el gobierno”.

“El feminismo siempre se ha relacionado con todos los partidos, de manera especial con la izquierda, porque hay una confluencia. Ahora, al presidente las feministas les parecen de ultraderecha, conservadoras. Pero el feminismo nunca estuvo en oposición, siempre busco diálogo, quien se negó a tenerlo fue el Gobierno. Nunca había habido tal nivel de confrontación generado desde el gobierno (contra las posiciones feministas)”, nos dijo Olamendi en entrevista.

En mayo del año pasado, el político Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano alertaba, en su texto “El futuro de la izquierda”, que ante la ausencia de partidos y propuestas electorales de izquierda solo se mantendrían las políticas vigentes de la 4T, que “agudizarán las desigualdades sociales, los desequilibrios económicos y las dependencias, inaceptables en la construcción de un proyecto de democracia progresista”.

Te sugerimos: ¿Qué fue del PRD, el primer partido que intentó unir a la izquierda?

Izquierdas neutralizadas en Morena

Las causas progresistas como el feminismo, el tema de la defensa de los derechos humanos, la defensa del medio ambiente, la cuestión sobre el uso de energías limpias renovables “están aplastados en Morena”, dijo Ricardo Pascoe.

Aunque el presidente haya señalado a las feministas y denunciado a organizaciones ambientalistas “como productos de una manipulación neoliberal”, los progresistas ante estas descalificaciones “no levantan la voz, se quedan callados, están opacados, no saben qué hacer. Es una tragedia histórica lo que está pasando con esos grupos. Porque ellos debieran estar a la vanguardia”.

El problema de que no exista una izquierda clara como contrapeso político a Morena, alertó Pascoe, es que “puede venir una reacción muy dura de la derecha, así ha sido la historia de América Latina (…) Hay organizaciones muy potentes que están empezando a calibrar las cosas para ir frenando al proyecto de esta desorganizada y poco eficaz izquierda que tenemos que dirige López Obrador”.

¿Los movimientos sociales de izquierda lograrán exigir que sus demandas sean atendidas por los gobiernos y partidos autodenominados de izquierda?

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.