¿Qué fue del PRD, el primer partido que intentó unir a la izquierda?

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Hoy el PRD luce como el apéndice de izquierda de la alianza opositora, pero no siempre fue así. Dos veces estuvo a punto de ganar la presidencia de la República (la primera vez como Frente Democrático Nacional) y su nacimiento representó una nueva época de la política mexicana. 

La conformación del PRD significó la unión de varios grupos de izquierda en el país que no tuvieron de otra más que unirse para intentar derrotar a un régimen autoritario que era dueño de todas las instituciones y poderes.

¿Cómo fue que terminó en la situación actual? ¿Tiene sentido que se renueve? ¿Para qué queremos otro partido de izquierda si ya nos gobierna Morena?

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¿Por qué demonios nació el PRD?

Platicamos con Eloí Vázquez López, uno de los fundadores de este partido y actualmente vicepresidente del Consejo Nacional, quién opina que el PRD nació en 1988 porque era una gran necesidad de las izquierdas frente al gobierno autoritario del PRI.

Esto debido a la convergencia de distintas tendencias, como “la descomposición o la bancarrota del nacionalismo revolucionario. El desarrollo estabilizador fue un modelo económico que le dio expectativas a la gente, pero fue a costa de implantar un régimen autoritario”.

De acuerdo con el funcionario del PRD, el colmo de este poder total se dio en 1976 cuando José López Portillo fue el único candidato en las elecciones a la presidencia.

“Era el régimen de un solo partido. Tenía el control corporativo y todos los privilegios. Los partidos de oposición fueron fracturados, incluso eran clandestinos, de hecho prácticamente la izquierda era clandestina”, dijo Vázquez López.

Otra tendencia fue la ruptura del nacionalismo revolucionario del PRI, “cuando los priístas de nuevo molde impulsan con Miguel de la Madrid el modelo neoliberal (1982), quienes no están de acuerdo con esto arman la corriente democrática”, pero no solamente contra el neoliberalismo sino contra el autoritarismo del partido de Estado.

Los miembros de esta corriente democrática renuncian al PRI para apoyar la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas a la presidencia de la República en las elecciones de 1988 con el Frente Democrático Nacional (FDN).

La otra tendencia que sumó al nacimiento del PRD es la gran cantidad de partidos de izquierda que venían fusionándose con los años. Estaban fragmentados antes “porque cada revolución que se fue haciendo en el mundo, fue generando una nueva disidencia”.

De acuerdo con el entrevistado, el escritor José Revueltas ejemplificó muy bien esto en el ensayo El proletariado sin cabeza, “porque cada grupo que se rompía, decía que era la vanguardia, y si todos eran la vanguardia entonces ninguno lo era”.

Para Vázquez López, el Partido Comunista rompe con esto a finales de los 70 y “empiezan a discutir cómo conducir al Partido, al país, a una nueva revolución socialista que no se base en la Revolución Mexicana”, y añadió que gracias a ideólogos como Arnoldo Martínez Verdugo vieron que el camino electoral era más viable que el de la lucha armada.

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Las elecciones de 1988

El antecedente directo del PRD es el FDN, el cual surgió de cara a las elecciones de 1988 debido al desprendimiento del PRI que buscaba acabar con el autoritarismo y no apoyaba al candidato Carlos Salinas de Gortari y su proyecto económico neoliberal.

“Hasta el árbitro electoral lo nombraba el Presidente de la República: el encargado de la Comisión Nacional Federal Electoral en 1988 era Manuel Bartlett –ahora director de la CFE–, que era el secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid y luego fue secretario de Educación con Salinas”, recordó Vázquez López. 

Entonces Cárdenas juntó a todas las izquierdas en contra de Salinas de Gortari, en lo que Eloí Vázquez nos explicó que fueron cinco vertientes, el nacionalismo revolucionario que provenía del PRI, la izquierda electoral, la izquierda armada, la izquierda social y la izquierda ciudadana.

Según Vázquez, la izquierda electoral fue originada por el Partido Comunista Mexicano que dejó de ser clandestino en 1978 y sus posteriores fusiones como el Partido Socialista Unificado de México (PSUM) o el PMS, así como otros partidos de izquierda como el Partido Mexicano de los Trabajadores, el Partido Socialista de los Trabajadores, el Partido Revolucionario de los Trabajadores, entre otros.

La izquierda armada estaba formada por personas que renunciaron a la guerrilla después de la guerra sucia de los años 70, en el que el régimen priista se fue hacia ellos violando sus derechos humanos, como te explicamos en esta nota.

La izquierda social estaba integrada por sindicatos, organizaciones campesinas, agrupamientos populares de vivienda, damnificados del sismo del 85 y más movimientos que representaban demandas sociales muy urgentes.

Y la izquierda ciudadana se nutrió de investigadores universitarios, intelectuales, artistas que no tenían organización política pero veían que era urgente una alternativa. 

A final de cuentas Cuauhtémoc Cárdenas perdió las elecciones de 1988 después de que se le cayó el sistema a Manuel Bartlett. Salinas fue presidente y el FDN se convirtió en un partido político bajo el nombre de Partido de la Revolución Democrática en 1989.

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¿Funcionó la unión de las izquierdas?

Para Eloí Vázquez López “en un principio fue muy exitosa porque llevamos a Cuauhtémoc Cárdenas a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México”.

Además, según el entrevistado, “a través de rupturas sucesivas se logró quebrar la capacidad de control de la Presidencia de la República priísta para designar candidaturas estatales, municipales, diputados, porque todo eso lo nombraba el presidente.

También “se quebró el control del Estado en todas las instituciones, las cuales se fueron ciudadanizando, como el INE. Y el PRD fue clave para conquistar derechos como la libertad de las mujeres de decidir sobre su propio cuerpo, y luchas de minorías como el matrimonio entre personas del mismo sexo en la Ciudad de México.

Sin embargo, “cuando el PRD se convierte en un partido de gobierno, entonces la disputa de intereses se vuelve descarnada. La vocación del partido de voluntarios, que actuaban por convicciones y causas, se relativiza. Sí se sigue luchando por causas y se conquistan muchas, pero también había luchas de intereses políticos”.

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¿Sigue vivo el PRD?

De acuerdo con Eloí Vázquez, la salida del actual presidente Andrés Manuel López Obrador “se debió a que dejó el camino de la revolución democrática, que nunca le interesó, para buscar el regreso del nacionalismo revolucionario, que es lo que verdaderamente le interesa”.

Y agregó que el hecho de que el PRD fuera parte del Pacto por México –las reformas impulsadas por Enrique Peña Nieto desde 2012–, no fue la verdadera causa por la que López Obrador salió del PRD, pues no se votó a favor de la reforma energética y pusieron sus condiciones ideológicas, “no se aceptó, se luchó”, e incluso operadores de esas reformas ahora están en Morena, como Miguel Barbosa o Pablo Gómez.

“(AMLO) Se fue porque no tenía el control absoluto del partido ni de su financiamiento”, lo cual se detonó en las polémicas elecciones internas de 2008, en las que Jesús Ortega le ganó a Alejandro Encinas.

“A partir de ese momento comenzó a formar sus comités por todo el país, como una especie de corriente interna, y que después sería Morena”. También perdió el control del financiamiento porque había endeudado al PRD con el plantón de Paseo de la Reforma de 2006 –después de que López Obrador se quedó a 236,006 votos de ganar la elección presidencial, según el IFE.

Sin embargo, es bastante visible que desde la salida de López Obrador –que fundó Morena en 2014–, el éxito electoral del PRD se ha venido desplomando, al grado de ser el aliado pequeño del muy menguado bloque opositor integrado además por el PAN y por el PRI, sus viejos antagonistas. 

En las elecciones intermedias de 2015 obtuvo el 10.9% de los votos y consiguió 56 diputados. En 2018 logró el 5.8% para 21 diputados. Y en 2021, alcanzó por sí solo 3.65% de los votos, para 15 diputados.

Ante esto, Vázquez López nos comentó que actualmente el PRD vive un momento de regeneración de sus instituciones. “Mucho del crecimiento del partido se realizó por acuerdos cupulares. Necesitamos la generación de un nuevo consenso, que la existencia de una pluralidad no sea tolerada, sino respetada e integrada, articulada”, dijo.

Y agregó que “hace falta un proceso de educación en la cultura democrática de los perredistas. Dejar la lógica del caudillismo y optar por reglas democráticas que permitan la integración de la pluralidad”.

¿Sigue siendo de izquierda el PRD? Según Vázquez López sí, porque aún sigue formada por personas de las cinco vertientes de izquierda que le dieron su origen y porque sus documentos básicos así lo establecen. 

“El PRD es una izquierda democrática y Morena es una izquierda autoritaria. Morena es una tendencia controladora y el PRD protege las libertades. A pesar de que hay vicios, somos una opción progresista y pluralista. El problema es que en ocasiones se simuló o no la aplicamos a conveniencia, pero buscamos integrar la pluralidad”, dijo Vázquez López.

Además, explicó “en cambio López Obrador desprecia el pluralismo. Él considera que lo mejor que le puede pasar a la Cuarta Transformación es que haya un partido monolítico de pensamiento único y que el pensamiento único sea el de él”.

¿Logrará el PRD convertir estas ideas en éxitos electorales o está condenado a la extinción?

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