Soberanía energética, un pretexto para beneficiar a la CFE de Manuel Bartlett

Compartir:

Uno de los principales argumentos de las y los legisladores de Morena para echar a andar la reforma eléctrica es que solo de esta manera el país recuperará la soberanía energética. 

Sin embargo, para Gonzalo Monroy y Rosanety Barrios, especialistas en temas energéticos que entrevistamos, la recuperación de esta soberanía es “una trampa discursiva”. 

En primer lugar porque –de acuerdo con Barrios–, no nos pueden devolver algo que no hemos perdido, y en segundo lugar –de acuerdo con Monroy–  porque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no es la ciudadanía mexicana. 

Más sobre el tema: Si se aprueba la reforma eléctrica, CFE tendría que invertir miles de millones de pesos en sus plantas

La famosa soberanía energética

Según el Diccionario Panhispánico de la Real Academia de la Lengua Española, soberanía significa “poder supremo e ilimitado, tradicionalmente atribuido a la nación, al pueblo o al Estado para establecer su constitución y adoptar las decisiones políticas fundamentales”.

Ahora bien, según nuestra Constitución “la soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo”, es decir que el poder supremo de la nación es de las y los mexicanos

Así las cosas, para la analista independiente de temas energéticos Rosanety Barrios, cuando se dice que se va a recuperar la soberanía energética gracias a la reforma eléctrica, se quiere dar a entender que la ciudadanía mexicana dejó de tener el poder sobre la electricidad que se produce en el país. Lo cual para ella no es cierto.

En ese sentido, de acuerdo con la experta, “el presidente piensa que la soberanía significa que lo haga una empresa del Estado”, porque la reforma busca devolverle todo el poder a la CFE y no a las y los mexicanos.

Por otro lado, también de acuerdo con Barrios, la soberanía energética se ha entendido como que el país produzca toda la energía que necesitamos, sin necesidad de otros países.

“Si con soberanía el presidente se refiere a autosuficiencia, no existe ningún tipo de conflicto entre la autosuficiencia y la inversión privada. Ninguno. Ese es un tema ideológico”, argumentó.

Seguramente te interesa: Preocupa a EU que se otorgue licencia para TV de paga a América Móvil

Un elemento discursivo

Gonzalo Monroy, consultor especializado en energía, opina que el término “soberanía energética” es en realidad “un elemento discursivo, es narrativa, es palabras más, palabras menos, un cuento chino”.

¿Por qué? En primer lugar, de acuerdo con Monroy, porque la electricidad ya es de la población mexicana y no ha dejado de serlo, “los recursos como el agua, el sol y el viento, siguen siendo nuestros recursos, que a través de tecnología nos sirven para producir electricidad”. 

En segundo lugar, para Monroy se trata de un elemento discursivo porque mientras se apela a la soberanía o la autosuficiencia en el tema del control de la electricidad, hay otras áreas de esa misma industria en las que esto parece no importar.

“Por ejemplo, un dato que es muy común: el 60% de la generación eléctrica en México se hace a través de gas natural, y el 90% de ese gas natural es importado”, recalcó Monroy.

Y agregó que “de nada nos sirve pensar que la soberanía reside en unos fierros. La soberanía es la nación mexicana y eso somos los mexicanos”.  

Por lo tanto, para Monroy la reforma eléctrica realmente no está pensando en la ciudadanía, sino que “atiende y únicamente beneficia a Comisión Federal de Electricidad, un participante más del mercado. Se está discutiendo una ley que beneficia a una empresa”. 

¿Dónde está la soberanía energética?

En el ensayo “¿Seguridad o soberanía energética?” del doctor en Geografía Humana Carlos Tornel, se menciona que la soberanía energética es “el derecho a tomar decisiones sobre la energía, entendida como un bien común y como la base de vida digna para las personas”. 

Para Rosanety Barrios, la soberanía energética no se ha ido a ningún lado, ya que “la rectoría del Estado está totalmente presente y podría ser mucho más fuerte si se refuerza a los reguladores”, aún en un escenario en el que todas las plantas de energía fueran privadas.

Esto debido a que “las líneas de transmisión y distribución son monopolio exclusivo del Estado a cargo de la CFE. Eso no nos lo va a quitar nunca nadie. Y van a ser necesarios durante décadas y décadas”.

Además, para la experta el Estado no solo está representado por la CFE, sino también por el Centro Nacional de Control de Energía, la Comisión Reguladora de Energía y la Secretaría de Energía

“En todas estas instituciones y más están distribuidas las responsabilidades de la rectoría del Estado. No hay por qué concentrarlas en una empresa que le reporta al gobierno en turno. No es lo mismo el Estado que el gobierno, el gobierno es solo una parte del Estado”, argumentó. 

Y agregó que la diferencia entre lo que ha pasado en países donde las empresas privadas controlan la energía y lo que pasa en México “son las normas regulatorias, no la propiedad de la planta”. 

“Es irrelevante si el electrón lo produce una planta privada o una planta del gobierno. Si algún privado no cumple la regla, le puedes perfectamente quitar el permiso”, concluyó Rosanety Barrios.

Carlos Tornel también menciona otra definición de soberanía energética en su ensayo, la cual tiene que ver con “proyectos de generación, distribución y control de las fuentes de energía por parte de comunidades tanto urbanas como rurales, respetando los ciclos ecológicos de modo que no afecten negativamente a otras comunidades”.

¿Crees que las y los mexicanos hemos perdido la soberanía energética? ¿Y en caso de que sí la hayamos perdido, crees que la reforma eléctrica nos la devolverá?

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.