Senderos Seguros, mal planeados e inseguros

Compartir:

Buscar una calle iluminada, esperar a que venga el autobús, mirando para todos lados. Pero si es de noche, procurar nunca estar sola o solo. Así viven un millón de estudiantes de educación media superior y superior en la Ciudad de México. 

En una ciudad con cinco robos con violencia cada hora, el clásico “portate bien” de los padres y madres de familia pasó al “cuidate mucho”. Los estudiantes ya no están seguros ni en la escuela.

Ejemplos son Aideé Mendoza, la estudiante del CCH Oriente, quien recibió una bala perdida y murió. O el de Norberto Ronquillo, quien fue secuestrado y asesinado al salir de la Universidad del Pedregal, donde cursaba el último semestre de la carrera de Mercadotecnia Internacional.  

Y aunque esos fueron delitos de alto impacto, en el día a día, estudiantes son víctimas de robo simple, amenazas, acoso y abuso sexual. Por ello, en mayo pasado, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se comprometió a garantizar la seguridad de las cercanías de las escuelas. Así, creó los Senderos Seguros

Los Senderos Seguros, según la jefa de Gobierno, serían acciones de mejoramiento urbano que incluirían la colocación y sustitución de luminarias, plantas, más policías cerca de las escuelas y ordenamiento del comercio informal, así como rutas de transporte seguro

La inhibición de venta de alcohol y el combate al narcomenudeo serían parte de las acciones del Programa Senderos Seguros, que contaría con una inversión de 50 millones de pesos del presupuesto capitalino y apoyo económico de las alcaldías de la ciudad. 

Además, 18 universidades privadas firmaron un convenio para participar en la iniciativa. A principios de octubre había 75 de estos caminos, según el secretario Obras y Servicios, Jesús Esteva.

Te puede interesar: Violencia en el transporte público se roba la libertad de los mexicanos

Adolescentes en peligro 

Alina y sus amigos estudian en la Prepa 4, en el poniente de la Ciudad de México, ninguno tiene más de 16 años. Explicaron a Cuestione que ni siquiera conocían el programa de Senderos Seguros. Para ellos, la única opción es seguir yendo en grupo al Metro Tacubaya. 

Cuestione visitó 10 planteles de educación media superior y superior, tanto de la UNAM como del IPN, que se supone que está en el programa de Senderos Seguros y uno que no lo es, pero la realidad es la misma para todas: falta de planeación. 

La mayoría tiene iluminación, cruces seguros y más elementos policíacos, pero esto solo es en las inmediaciones de las escuelas; metros después, los estudiantes están desprotegidos.

Alumnos -consultados por Cuestione- coincidieron en que los Senderos Seguros solo abarcan unas cuadras, lo cual les deja a expensas de la delincuencia cuando terminan estos caminos. 

La colocación de luminarias y embellecimiento de los espacios públicos no mejorará los indicadores de inseguridad, pero sí la percepción de las personas. Sin una estrategia que vincule a otras dependencias gubernamentales para combatir la inseguridad estos senderos serán lugares bonitos pero no seguros, dijo a Cuestione el coordinador de Salud Pública de Liga Peatonal, Sergio Andrade-Ochoa. 

En la Ciudad de México hay mil 154 escuelas públicas y privadas de educación media y superior ¿podrán 75 senderos seguros dar seguridad al millón de estudiantes?

Además, tampoco queda clara la manera en la que se medirá el funcionamiento de esta iniciativa, apuntó Andrade-Ochoa, pues no hay indicadores puntuales que midan si están dando resultados o no.

Te puede interesar: Seguridad personal, la necesidad humana básica ausente en la CDMX

Inseguridad también va a las escuela

De mayo -cuando se anunció la iniciativa- a octubre de este año hubo seis mil 779 robos con violencia a personas que caminaban en la calle. En el mismo periodo pero de 2018 hubo 12 mil 703. 

Sí bajaron los robos en la calle a casi la mitad, pero aumentaron los que ocurren en los transportes públicos, al pasar de mil 350 a mil 656 en ese mismo periodo. 

Los estudiantes consultados por Cuestione manifestaron que uno de sus principales temores era subirse al transporte público antes y después de la escuela. Los Senderos Seguros incluirían rutas especiales para llevarlos a otros medios de transporte masivos, pero de las escuelas visitadas, sólo una contaba con estas rutas.

Las escuelas están entre los 10 primeros lugares en los que las personas se sienten más inseguras, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2019 del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). 

La falta de claridad de los recursos para estos senderos y la ausencia de una estrategia integral para realizarlos no garantiza que estos caminos funcionen porque además hay que atacar las causas de la inseguridad como la impunidad; además de que si no se articula con otras mejoras, como el sistema de transporte público, los Senderos Seguros solo ofrecen la seguridad de ser asaltado.

SUSCRÍBETE A NUESTRO NEWSLETTER

Recibe las noticias más relevantes de México cada mañana, inicia tu día informado.