Hay luto en el Colegio Cervantes de Torreón, en Coahuila: moños negros, globos blancos, arreglos florales, veladoras encendidas. El plantel reabrió sus puertas, donde maestros, padres de familia y estudiantes reciben apoyo psicológico. Difícil dejar atrás la tragedia del viernes 10 de enero, que revive la discusión sobre el programa “Mochila Segura”.
El menor de 11 años pidió permiso para ir al baño, salió del salón de clases y se llevó su mochila. Tardó 15 minutos. Regresó con un pantalón negro de tirantes y una playera con la leyenda Natural Selection y disparó contra el profesor de educación física, cinco alumnos, una maestra y se suicidó.
El niño llevaba dos armas, una de calibre 40 y otra, 22; nueve disparos; dos muertos, Miss Mary y el menor.
Y resurge la polémica. ¿Qué orilló al niño a disparar contra maestros y alumnos? ¿Cómo evitar otro suceso así? Se analiza el entorno familiar del atacante y resurge la implementación del programa “Mochila Segura”, pero… ¿Realmente sirve?
“El operativo no detecta el origen de violencia del menor como el presentado en Torreón”, señaló Lisa Sánchez, directora de la organización México Unido Contra la Delincuencia a Noticieros Televisa.
Según Lisa Sánchez, no existe una evidencia que permita establecer que “Mochila Segura” evitará otro caso parecido al del Colegio Cervantes o como el que sucedió en el Colegio Americano del Noreste, de Monterrey, Nuevo León, en 2017, en que un menor disparó y causó la muerte de su maestra y tras herir a cinco de sus compañeros, se suicidó.
“El operativo ‘Mochila Segura’ lo que genera es más deterioro en las relaciones de confianza de los niños con las figuras de autoridad: padres, prefectos, maestros, orientadores. No estamos hablando de una medida que vaya a detener casuísticamente. Episodios como este se van a seguir presentando”, expuso Sánchez.
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En este sentido, la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) emitió un boletín en el que rechazó el operativo “Mochila Segura”, al considerarlo un acto de discriminación institucional.
“Ha demostrado ser un fracaso para atender y prevenir los casos de violencia en el espacio escolar, enraizados en problemas complejos como la violencia comunitaria, la ruptura del tejido social, la impunidad y la inseguridad”, precisan en el documento.
Además, lejos de reducir la inseguridad, el fracaso se fundamenta en los puntos negativos: violenta los derechos humanos de los alumnos; la revisión de mochilas es realizada por terceros, incluso, policías; se exponen a todos los objetos que porta el menor, lo que denigra su integridad al exhibir ante los compañeros toallas sanitarias, condones, perfumes; con la inspección, los menores suelen ser atemorizados.
Por otro lado, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) emitió, el 4 de agosto de 2019, una recomendación a la Secretaría de Educación Pública (SEP) al considerar que “Mochila Segura” violentó los derechos humanos a la educación, a la intimidad y a la participación, así como al principio de interés superior de la niñez de los alumnos que asisten a escuelas públicas y privadas de educación básica en la Ciudad de México”, durante la administración de Enrique Peña Nieto.
Advirtió que “el operativo (Mochila Segura) no cuenta con un protocolo general y homologado que permita su aplicación a nivel nacional que considere el contexto de cada entidad federativa con enfoque de derechos humanos”.
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¿Cómo prevenirlo?
Para prevenir, “hay que fomentar valores, el amor propio, el respeto, el sentido pacífico de la comunicación con los demás”, señaló a Cuestione, Bruno Lutz, profesor investigador del departamento de Relaciones Sociales de la UAM, Campus Xochimilco.
La situaciones que orillan a niñas, niños y adolescentes a cometer este tipo de violencia se debe, dice el especialista, a “la falta de comprensión, amor por parte de sus padres y de su familia, la desatención. Pasan mucho tiempo solos con el celular o frente a la televisión y los aleja de los miembros de la familia y buscan en otros lados respuestas a sus dudas”.
También están aquellos que viven violencia en el núcleo de su familia “no ven otra solución que quitarse la vida al no encontrar una salida a sus tormentos”, dice Lutz.
En Torreón, se lleva a cabo el operativo “Mochila Segura”. Pero ante la controversia que ha generado, se analizan otras vías, como la colocación de arcos detectores de metales; talleres para padres y alumnos; así como apoyo psicológico para alumnas y alumnos.
¿Qué pasa con la familia del niño?
La tragedia sigue generando nuevas líneas de investigación. Se sabe que el menor tenía acceso a réplicas de armas y practicaba en casa de su abuelo con ellas.
Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Investigación Financiera (UIF), dijo en conferencia de prensa que detectaron cantidades adicionales de dinero en las cuentas del padre del menor y del abuelo, que no corresponden a sus ingresos. El abuelo, está detenido y acusado por su omisión en el delito de homicidio doloso, debido a que se corroboró que las armas utilizadas por el menor eran propiedad de su familiar.
El padre del menor salió de la cárcel el 28 de octubre de 2019 donde cumplía una condena en Estados Unidos por posesión de drogas.
Y sigue la polémica por saber si “Mochila Segura” puede ajustarse para obtener resultados positivos sin afectar los derechos humanos de la niñez. ¿Se podrá?
