Violencia electoral en México, ¿quiénes fueron las víctimas y cómo las atacaron?

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El pasado 6 de junio México tuvo sus elecciones más competidas. Hubo más de 20 mil cargos que se disputaron. Nunca se había visto tantos contendientes por puestos en el gobierno y tampoco había habido tanta violencia electoral.

La política y la violencia siempre han estado relacionadas en el país. Desde inicios del siglo XX existe una noción como tal de la conexión entre las elecciones y homicidios, amenazas, intimidaciones, etc. Sin embargo, el registro de las acciones contra candidatos ha incrementado y los ataques se han diversificado en años recientes. Actualmente, la violencia ha invadido todos los niveles de gobierno y a toda la república.

Violencia electoral

En las elecciones del pasado mes se disputaron diputaciones, gubernaturas y presidencias municipales. La violencia se presentó en todos los niveles y en varias formas.

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Etellekt, una organización dedicada a la consultoría política, analiza la violencia electoral en México. Los datos de su último informe revelan que el país ha alcanzado niveles de inseguridad sin precedentes en las contiendas electorales.

Si bien hubo menos ataques mortales que en el ciclo electoral 2017-2018, las agresiones generales aumentaron. De acuerdo con el reporte de Etellekt, los ataques crecieron en un 38% con respecto a las elecciones pasadas. Esto indica que hay más actos violentos y de más tipos que, además, no son necesariamente más fáciles de perseguir.

Según Etellekt, en el proceso electoral pasado hubo 774 agresiones. En estas elecciones, el número fue 1,066. Del total de actos, 102 fueron homicidios.

De esos 102 asesinatos, 36 fueron de candidatas y candidatos. De ellos, 31 competían por cargos a nivel municipal. La mayoría, 27 candidatos para ser exactos, eran opositores al partido que gobernaba en ese momento.La violencia abarcó la totalidad de las entidades de México con un alcance en 570 municipios, un 30% más que en el ciclo electoral pasado. Hubo, además, un aumento en las manifestaciones de la violencia. Las amenazas contra aspirantes fueron la forma más común de ataque.

¿Quiénes cometen la violencia electoral?

El aumento de la violencia en el país y el vínculo que suele tener con el crimen organizado hace que parezca obvio atribuirle la responsabilidad de la violencia electoral al narcotráfico. De hecho, no es algo errado completamente.

Hay razones por las cuales los grupos del crimen organizado tienen un especial interés en atacar a candidatos y personas en la política. De acuerdo con Guillermo Trejo y Sandra Ley, investigadores especializados en violencia, una de esas razones es el ataque a las autoridades para establecerse como una amenaza y así operar sin obstáculos del gobierno. En otras palabras, quieren el control del territorio. 

Sin embargo, las agresiones también pueden tener otras explicaciones. Pensar que solo son ataques del crimen organizado es hablar solo de una forma de violencia electoral. Es decir, se invalidan las otras caras de la inseguridad en las elecciones, sin mencionar que también significa quitarle la responsabilidad al Estado para prevenirla.

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Los reportes sobre el tema de Noria Research, una organización dedicada a la investigación política, establecen que es necesario una revisión más cuidadosa; reducir el problema al crimen organizado no permitiría identificar a más responsables.

Según Noria Research, tan solo el 16% de las agresiones durante las últimas elecciones en México estuvieron presuntamente vinculadas con el crimen organizado como tal.

Una estrategia caducada

Desde la década de los 90, ya existían estrategias de protección para candidatos. Se empezó con un protocolo para la defensa de los y las aspirantes a cargos públicos, misma que se ha extendido a todos los estados para todos los niveles de gobierno.

Aún así, existen problemas que deben ser atendidos. Ana Velasco, investigadora de Noria Research, sostiene que la principal falla de la estrategia es que responde a solicitudes de ayuda en vez de prevenir los incidentes.

También afirma que eso no contribuye a reducir las amenazas o ataques. En realidad, solo se enfoca en resguardar el proceso electoral y no ayuda a neutralizar la violencia.

¿Cómo mejorar la protección a candidatos y a la ciudadanía en general? Para Velasco, la respuesta es simple: enfocarse en las causas de la violencia; la inseguridad no acabará si el gobierno solo se enfoca en las posibles víctimas en periodos electorales. Pareciera ser que solo importan las elecciones, no los candidatos ni los votantes.

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