Escribir en libertad

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Escribo porque soy libre. Escribo para ser libre. Escribo porque jamás nadie me dijo que no podía. Escribo porque me gusta que tú seas libre. Por eso celebro la libertad no nada más con historias que narran distintas maneras de amar, sino con la manera de compartir mis libros con mis lectores. Por eso elegí convertirme en una escritora independiente. 

Decidí el camino de la independencia desde muy joven, al inicio de mis veintes, con una alta dosis de ingenuidad y también una alta dosis de convicción. Cuando conocí el funcionamiento del mundo editorial me di cuenta de que los escritores se la pasaban quejándose amargamente de sus editores; los editores de los autores y a ambos los unía la animadversión hacia las librerías.

Como también fui editora durante 15 años, comprendí la antipatía ante algunos escritores (algún día me animaré a hablar de ello), y sufrí, como editora, de cargar con toda la culpa de lo que salía mal con algún libro. En toda relación bilateral el conflicto está a la vuelta de la esquina, eso es normal, aunque luego sí hay quienes están enamorados del pleito y resultan insufribles. Por eso es tan importante ser amable y agradecidos con quienes nos invitan a colaborar en antologías, presentaciones, ponencias, conferencias o entrevistas. Hay que aprender a negociar con el ego y no permitir que ni triunfos grandes ni pequeños cambien las personas que somos.

¿Qué es un escritor independiente? Un autor que confía en su obra y decide publicarla sin editorial, sin agente, sin representante, encargándose de absolutamente todo el proceso editorial, desde la creación, hasta la imprenta, distribución y promoción. 

Ser escritor independiente tiene pros y contras, como toda resolución al tomar un camino renuncias a los demás. Algunos contras son: 

  1. Posible mala calidad del libro por falta de corrector de estilo y editor profesionales, por lo que recomiendo siempre, SIEMPRE, contratar, por lo menos, a un corrector profesional.
  2. Se pone en duda el prestigio del escritor al no estar avalado por alguna editorial. Aunque esto también es un arma de doble filo, porque la editorial con mala fama en ocasiones contagia esa mala fama al autor.
  3. Inviertes tu propio dinero en la producción del libro y los ejemplares y no sabes cuándo vas a recuperar tu inversión. En realidad, ni siquiera sabes si la recuperarás algún día.
  4. La falta de claridad en los objetivos del libro, de una estrategia para darlo a conocer y para ponerlo en las manos de los lectores provoca que muchos títulos terminen embodegados y muchos autores frustrados. Siempre, SIEMPRE, define tus objetivos.
  5. Que tu libro se conozca, se lea y/o venda depende nada más de ti, así que no te puedes dar el lujo de no querer levantarte para conseguirlo: lo que no hagas tú, no lo hará nadie.
  6. Al no tener editor es común que muchos proyectos queden inconclusos, sean inconexos y les falte alma. Como dice el gran escritor y editor Alberto Ruy Sánchez, el editor es el alma del libro.
  7. Poner los libros al alcance de los lectores es uno de los mayores retos. Aunque el comercio electrónico ha facilitado el proceso, todavía falta una manera más ágil de conseguirlo.

Algunos pros son:

  1. La publicación de tu libro no depende de la opinión de un señor o señora con gustos, prejuicios o predilección por temas específicos, sino de ti.
  2. No tienes que quedar bien con alguien o caerle bien para que considere publicarte.
  3. Conservas los derechos patrimoniales sobre tu libro, con lo que tú decides cuándo, cómo y dónde se vende o presenta, cuántas reimpresiones haces y los derechos subsidiarios para transformarlo en algún otro formato, como audiolibro, película, obra de teatro, radionovela o instalación experimental. O lo que sea.
  4. Ejerces como dios de tu ficción, idea o concepto.
  5. Como tú hiciste toda la inversión, tanto en dinero, como en tiempo, tu libro se convierte en tu prioridad, lo que puede llevarte a lugares inimaginables sólo reservados para los escritores superventas y que de vez en cuando alcanza a algún simple mortal.
  6. Tú eres quien elige el tema, no según la moda, sí según tu vocación, gusto o ganas.
  7. Tú controlas tus ventas, tú recibes directamente el dinero sin tener que esperar a saber si vendiste algo, y con ganancias mucho mayores al 10% de regalías qué da la mayoría de las editoriales. Hay escritores que no vuelven a ver un peso más allá que el adelanto de regalías.
  8. Desarrollas una tolerancia a la frustración y una creatividad ilimitadas.

Escribir en libertad te da la oportunidad de jugar, divertirte y experimentar con tus libros. Leer títulos escritos por autores independientes te regala un panorama más amplio de lo que se está creando en este momento, aumenta tu criterio de realidad al no conformarte con lo que publica el puñado de editoriales que domina el mercado.

Así, la edición independiente también te permite leer en libertad.

Más de la autora: Tacones en el armario

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